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¿Quién quiere casarse con mi hijo?
¿Quién quiere casarse con mi hijo?
2012 - Act
España
Realities Citas
La quinta edición de '¿Quién quiere casarse con mi hijo?' está acercándose a su fin y cada vez son menos los pretendientes que optan a casarse con los hijos protagonistas. A falta de saber quiénes son los repescados, Pepe, el hijo gay de la temporada, divide sus dudas entre Sergio Motera y Alberto Rubio, dos perfiles muy diferentes tanto entre ellos, como en relación a Pepe.
Alberto Rubio en el pasado y en la actualidad, en '¿Quién quiere casarse con mi hijo?'
"Pasé por diversas etapas estéticas y de personalidad de las que no quedan ni rastro. La más destacada fue una época en la que era un perfil perfecto para hacer un 'Super Shore', con ideas conservadoras y que despreciaba a quien no pensara como yo", confiesa el pretendiente de 'QQCCMH'. Además, reconoce lo siguiente: "El chunguerío y folclore cani me absorbieron. La fiesta era el obligado cumplimiento de cada semana obviando los días reservados a ella. No había nada más. No me importaba nada y, en parte, me arrepiento". No obstante, llegó un momento en el que todo cambio. "Un clic en mi cabeza me hizo reflexionar y a la edad de 20 años decidí labrarme un futuro, que en aquel momento veía más que oscuro", confiesa Rubio.
Alberto Rubio ('¿Quién quiere casarse con mi hijo?') en el pasado y en la actualidad
El inicio del cambio
Alberto Rubio realizó Bachiller e inició sus estudios universitarios de Publicidad y RRPP. "Durante esos años, mi cabeza se fue amueblando. Supe apreciar a la familia, amigos y otras muchas cosas de la vida que era totalmente reacio a probar o me negaba a que formarán parte de mí". Se nota que actualmente, el pretendiente de Pepe se siente feliz y a gusto consigo mismo. "Ahora soy una persona brillante en los estudios, algo que nunca fui. Con 7 Matrículas de Honor, me encuentro en el último año de mi formación universitaria", cuenta Rubio.
Gracias a toda esta evolución a un cambio radical tanto de personalidad como de físico, él mismo confiesa que ha "conocido al verdadero Alberto Rubio que está feliz y pleno gracias a la superación, el conocerse a uno mismo, la introspección y evaluación diaria". No obstante, él no reniega de su pasado, sino todo lo contrario. "No me arrepiento para nada de aquella época, pues gracias a haber tenido esas experiencia existe el Alberto de hoy", reconoce, añadiendo que "lo que soy hoy se lo debo a lo que fui ayer".