Crítica de 'Vergüenza': La comedia necesaria que todos estábamos esperando

La larga lista de producciones originales de Movistar+ está comenzando a estrenarse. La plataforma de pago se ha embarcado en la producción propia, ideando proyectos tanto dramáticos como cómicos. A 'Velvet colección' y 'La zona' le sigue 'Vergüenza', la primera serie de comedia del canal que tiene previsto el estreno completo de su primera temporada el 24 de noviembre.

'Vergüenza' llega con un objetivo muy claro desde su fase de preproducción: generar vergüenza ajena en el espectador. Ya no se trata de hacer reír, de provocar alguna carcajada o de conseguir hacer pasar un buen rato a su público, sino que su labor va más allá. Y lo consigue. La ficción protagonizada por Javier Gutiérrez y Malena Alterio nada en las situaciones cotidianas, pero desde la perspectiva de dos personas cuya mayor especialidad es meter la pata sin miramientos, con una capacidad innata. Puede parecer que la frase de que produce vergüenza ajena es un mero claim para vender la serie, pero ya en su primer capítulo se ven varias situaciones en las que, como espectador, sufres a la par que disfrutas.

Esta serie resulta una comedia necesaria para la ficción española que se aleja de aquellas que estamos acostumbradas a ver. No hay situaciones casposas, no hay chistes de hace años; hay frescura en la manera de tratar el guion, lo cual se agradece. 'Vergüenza' es una comedia necesaria y un paso cualitativo en las series españolas de un género que, por lo general, no se cuida lo suficiente. La manera de producir la serie, rodando al modo de película, así como el hecho de tener los guiones escritos antes de la filmación, se notan. El trabajo de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero brilla con luz propia.

Reparto en estado de gracia

Otro de los aciertos de 'Vergüenza' es la posibilidad de contar con un reparto reducido. Es una serie con una duración cercana a los 25 minutos, por lo que no hace falta contar con tramas infinitas basadas en una amplia lista de personajes. La serie se acerca a la producción internacional y quizá esa es la mejor decisión que ha podido tomar. Una comedia de 70 minutos genera un mayor desgaste que, en este caso, ni se siente. La ligereza y rapidez son dos de sus características, y es que con el final de un capítulo sientes ganas de ver el siguiente.

La química entre los protagonistas es muy llamativa y ayuda a generar una mayor cercanía por parte del espectador. Gutiérrez y Alterio se encuentran en estado de gracia, aunque era difícil lograr lo contrario viendo la trayectoria de estos intérpretes. No obstante, también merece mención especial el personaje de Miguel Rellán, cuyas respuestas secas y cortantes generan el perfecto contrapunto con el de Jesús (Gutiérrez). La batalla en aquellas escenas en las que coinciden se ve no solo en sus alter ego, sino en dos actores que logran acaparar todos los focos y centrar el protagonismo.

Un golpe de efecto

'Vergüenza' va a ser compartida al completo en Movistar+, lo cual es un acierto vista la manera en la que ha sido concebida. Las tramas tienen una continuidad capítulo a capítulo, es decir, no mantiene el carácter autoconclusivo con las que suelen desarrollarse las sitcom. De este modo, el hecho de que vaya a poder verse al completo es un punto a favor, dado que facilita al espectador que no se pierda al dejar una espera semanal entre episodio y episodio.

Con todo esto, 'Vergüenza' es una comedia muy necesaria en nuestro país cuya corta duración no la basa en el manido juego de los sketches que utilizan otras y le aporta esa rapidez de las que pecan las comedias creadas para el prime time español. Su reparto, su guion y su manera de abordar las situaciones resultan brillantes y posiciona a Movistar+ y su vinculación con Apaches como una buena productora de contenidos. Por ponerle una pega podríamos decir que se van a echar de menos más episodios.