Años, muchos años calladas, mucho tiempo en el que nadie se atrevía a contar nada, a narrar públicamente cómo algunos de los "profesionales" trabajan en el mundo de la pequeña y gran pantalla, pero ha llegado el momento de hablar, de gritar a los cuatro vientos lo que realmente lleva sucediendo durante mucho tiempo y que hasta ahora nadie se ha atrevido a contar. Después de las múltiples denuncias de acoso que ha recibido Harvey Weinstein, han sido muchos rostros los que han decidido hablar y narrar, en primera persona, experiencias similares que han sufrido en los últimos años. Se ha llegado incluso a impulsar un hashtag en Twitter, "#MeToo", para que los profesionales de la industria hablasen de una vez por todas de lo que han vivido.
Leticia Dolera
La actriz empieza su desgarrador texto confesando lo que sucedió en la fiesta de final de rodaje de uno de sus primeros trabajos en el mundo del cine en el que acabó acompañada del director, subdirector y dos compañeros del rodaje. En mitad de unas de las conversaciones que mantuvieron esa noche, Dolera comprobó como el director no dudó en tocarle un pecho, y sí, lo hizo orgulloso pese a la atónita mirada de la actriz.
- ¿Qué haces? (Le digo al director).
- Te toco la teta (me contesta).
- No puedes hacer eso.
Así relata Dolera el inicio de una noche que sin duda quedó en su retina para siempre. Después de recriminarle que no podía tocarle el pecho a la gente como estaba haciendo, el director del film le repitió que sí, "que sí puedo", mientras le volvía a rozar su mano sobre su pecho. "Lo vuelvo a sentir. El calor, la presión, su descaro, mi pudor" confiesa Dolera, explicando que la apartó su mano de su pecho mientras él se recreaba. "Eres un cerdo", le seguía recriminando mientras el resto de integrantes del equipo no hacía nada por parar el desagradable momento, "están ocupados buscando su dignidad en el fondo de sus copas", afirma la actriz. Finalmente, ella se marchó del lugar, lo hizo completamente hundida, "por el camino lloré de asco y vergüenza", confiesa en el texto, hasta que llegó a su casa donde se lo contó todo a su madre. Ambas estuvieron dialogando sobre el tema, debatiendo si iban a denunciar o no al director, cosa que finalmente no hicieron. "Hoy la pondría. Y también le tiraría el cubata por encima", afirma tajante.
"Bajo su mano lentamente... y me tocó el culo"
Pero este no fue el único, y desagradable, episodio relacionado con el acoso sexual que ha vivido Dolera. Diez años después formó parte de una situación similar, esta vez en un rodaje de una película en Francia, y con un compañero de profesión que no dudó en propasarse con ella pese a estar rodeados de personas del equipo. "Estaba rodando una escena con un actor que me agarraba el brazo [...] el dire de foto nos pidió que nos paremos en nuestras marcas para hacer un retoque de luz [...] ambos nos mantuvimos en la marca y él bajó lentamente su mano por mi brazo, me acarició la zona lumbar y sí, me acaricia el culo", explica en el texto, confesando que en ese instante "me quedé de hielo, no reacciono [...] cuando termina se ríe de un chiste [...] y el chico de sonido estaba mirando con la misma cara de asombro que yo [...] me miró con pena para acto seguido fingir que no había pasado nada". Una vez más, de nuevo, Dolera se sintió sola, viendo como las personas que habían visto este dramático episodio decidían callar, no hacer nada, decidían callarse para evitar males mayores.
La actriz Leticia Dolera
"Una mujer denuncia una agresión y la tachan de exagerada"
La actriz sigue su texto, esta vez no hablando de sus casos personales, pero sí mostrando su indignación con la sociedad actual, con lo que estamos viviendo día sí y día también en nuestras calles, en el mundo del cine, de la televisión, en nuestros trabajos incluso. "No es cómodo que una gran parte de la sociedad nos trate como un trozo de carne", se queja, denunciando que "tampoco lo es cuando una mujer denuncia una agresión y la tachan de exagerada" o cuando "nos piropean por la calle cuando no estamos acompañadas por ningún hombre" ni cuando "nos llaman zorras o putas si vestimos mostrando parte de nuestra piel". Dolera denuncia todo tipo de situaciones a las que día sí, y día también, se enfrentan muchas mujeres. "Puta es algo que enseguida nos sueltan, me pregunto por qué", afirma.
"No, no es justo"
Dolera tampoco entiende que la prensa italiana "machaque y culpabilice a Asia Argento por haber tenido el coraje de contar que Harvey Weinstein la violó" y está convencida que "no es justo [...] ni nada nuevo". Tampoco le entra en la mente que ya "nos estemos acostumbrando a leer noticias sobre nuevos casos de violencia de género" y está indignada con que "las mujeres nos estemos acostumbrando a vivir con miedo [...] el machismo está acostumbrado a ser el rey de la fiesta".
"Cientos de testigos han callado durante décadas"
Está convencida además que esto va mucho más allá de Weinstein, es también el drama de "los cientos de testigos que durante décadas han callado día de día [...] por miedo a perder el trabajo o porque socialmente no perciben según qué comportamientos de hombres hacia mujeres como casos de acoso", "las campañas contra la violencia machista que pone en las víctimas toda la responsabilidad" o "los políticos diciendo con su altavoz mediático que tienen miedo a entrar con una mujer en un ascensor por si finge ser violada".
En definitiva, Dolera está harta de una sociedad en la que las mujeres, según ella, son simples objetos, donde se abusa de ellas sin miramiento, donde no se las cree, donde se tienen que justificar en cada uno de sus pasos. Dolera está harta de que, en definitiva, "el escándalo machista esté vestido de normalidad", por ello pide que sí, "le quitemos el disfraz".