Cada vez son más las actrices de Hollywood que se atreven a confesar sus experiencias de acoso sexual en el trabajo después de que salieran a la luz numerosas historias que involucraban a Harvey Weinstein. Ahora, muchas han decidido alzar la voz y contar su historia. Pero lejos de ser un caso aislado de la industria cinematográfica americana, el acoso sexual está a la orden del día, también, en el panorama español. En los últimos días están apareciendo los primeros testimonios relatando lo que en su día sufriendo, como el duro relato de la actriz Leticia Dolera.
María Abradelo en 'Viva la vida'
El domingo 29 de octubre, el programa vespertino de Toñi Moreno, 'Viva la vida', contaba con la visita de varias actrices españolas que contaban testimonios propios o de personas cercanas que habían tenido que hacer frente a situaciones de este estilo. Entre ellas, María Abradelo se atrevía a confesar una experiencia a la que había tenido que hacer frente cuando era, apenas, una adolescente.
"Algún programa de televisión que otro he perdido, y alguna bofetada que otra también he llegado a dar", afirmaba la presentadora y actriz, que aprovechaba para contar un caso concreto que le ocurrió cuando rondaba los 20 años. "Me ofrecieron una película y me citaron en el despacho de un mánager importante y conocido. Esa persona apagó las luces del despacho y yo me levanté", explicaba Abradelo.
María continuaba con el testimonio narrando como el productor le había puesto las manos en las costillas, rodeándola, y ella sin pensarlo, le pegó una bofetada y se fue. Este acto de Abradelo tuvo una rápida consecuencia: nunca obtuvo el papel que tanto le habían prometido. En la conversación, la actriz además confesó que le habían llegado a recriminar que su padre la acompañara siempre: "Me decían que iba siempre con mi papá, con la escopeta cargada".
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No le pasó una sola vez
La cosa no quedaba ahí, María Abradelo contaba otra anécdota que vivió cuando iba a grabar un disco. Registró cuatro maquetas y el productor canceló la siguiente al ver que ni ella ni su hermana, con la que iba al estudio, accedían a tener nada más con él. La presentadora y actriz aseguraba que ella nunca había querido pasar por el aro y, eso, le había hecho perder muchas oportunidades. "Otra cosa es que haya gente que pueda estar de acuerdo, pero yo nunca he querido pagar un peaje".