Crítica del final de 'El Ministerio del tiempo': Un cierre perfecto en el que la televisión fue la estrella

Y las puertas del tiempo se cerraron... ¿Para siempre? Televisión Española emitió el pasado 1 de noviembre el final de la tercera temporada de 'El Ministerio del Tiempo', un desenlace que tenía mucho de despedida final. En cada escena, cada diálogo y cada momento se respiraba la sensación de estar cerrando una etapa, de homenaje constante a la serie, a sus seguidores y al equipo que la ha hecho posible. Y sí, es posible que así sea: los datos no han acompañado (7,1% en esa emisión) y viendo declaraciones recientes de Javier Olivares, es muy probable que quede mucho tiempo para volver a ver a la patrulla más conocida de la pequeña pantalla viajar a través de la historia.

"Entre dos tiempos" fue un episodio muy especial en el que la patrulla tenía una complicada misión: evitar el rodaje de una serie de los 60 titulada 'El Ministerio del Tiempo' para intentar que alguien descubriese de la existencia de la famosa (para nosotros) institución. Aprovechando esta original trama acabamos viendo un episodio que fue un homenaje constante a la televisión pública. Decenas de guiños, la recreación de momentos míticos de Televisión Española y muchas sorpresas convirtieron a este episodio en uno de los mejores de la historia de la serie. Era pura metatelevisión en la que cada diálogo tenía detrás una referencia "oculta". Era un completo regalo para los amantes de la televisión y sobre todo, para lo fans de la serie.

Un recorrido por la historia de la serie

Recorrimos momentazos míticos de la historia de la serie a través de sus protagonistas a la vez que veíamos cómo nacía la Televisión Española que a día de hoy la emite. Si eras ministérico, sin duda éste era tu episodio. Estaba claro que el objetivo del capítulo no era cerrar todas las tramas, era mucho más que eso. Muchas incluso quedaron abiertas... ¿A la espera de la cuarta temporada? No lo sabemos, por ahora. Pese a ello, el capítulo funciona perfectamente como final de temporada pero también de serie. Deja un gusto nostálgico y bonito que a cualquier fan de la serie que se precie gustará... y emocionará.

Merecido homenaje a Chicho

Es un episodio en el que hubo mucha autocrítica y sin duda, resultó ser todo un acierto. Hubo autocrítica al mundo de la ficción, a la prensa, a la propia Televisión Española, incluso hubo guiño a 'Timeless' (la versión norteamericana por la que nadie pagó derechos). Fue un capítulo que hizo justicia con sus creadores y sobre todo con sus seguidores. Donde se le dio a Narciso Ibáñez Serrador el hueco que merece en nuestra televisión de hoy en día. ¡Por fin! Por fin se llevó a un prime time a uno de los artífices de la televisión actual. Permitieron que una generación que no la vivió conociese joyas de nuestra historia televisiva. Era un episodio tan necesario y con el que sus creadores demostraron lo mucho que aman a la pequeña pantalla.

Pero fueron mucho más allá, también hubo una crítica directa a la sociedad de hoy en día, donde todo vale por dinero, donde no importa privatizarlo todo por generar un suicido negocio, donde parece que los valores brillan por su ausencia y la corrupción lo invade todo. Fue un episodio valiente, real y que traía consigo un mensaje muy importante y sí, era necesario que TVE apostase por algo así.

Un final en el que (casi) todos tuvieron su hueco

Por último, no hay que olvidarse del reparto. El reparto central de la serie tuvo un peso vital en este episodio en el que hubo guiños y homenajes a cada uno de ellos. Angustias, Velázquez, Salvador o Ernesto tuvieron un importante papel, al igual que la gran Irene Larra o el trío protagonista, todos tuvieron su hueco, su merecido hueco. ¿Lo malo? Echamos mucho de menos un reconocimiento mayor a Aura Garrido y Rodolfo Sancho. Hubiese sido precioso una mención más directa y es que no olvidemos que con ellos empezó todo y ellos fueron una parte vital de la historia. Por otro lado, mención especial para los actores capitulares; brutal el papel de Luis Larrodera y de Sergio Villanueva. Impresionante el Chicho Ibáñez-Serrador que se nos presentó.

¿Hasta siempre?

En definitiva. El episodio final de temporada (y posiblemente de serie) fue un homenaje perfecto a nosotros, a los ministéricos. Fue un capítulo en el que su equipo ha dado lo mejor de sí, que nos ha conquistado, nos ha dejado pegados a la pantalla y nos ha mostrado como sí, es posible hacer una ficción diferente, directa, ácida e inteligente. Nos lo ha mostrado en este capítulo pero también en el resto de temporada. Porqué este final ha sido un perfecto ejemplo de lo que hemos visto en estas tres temporadas, tres etapas diferentes que siempre han tenido un denominador común: el buen entretenimiento. Ahora sí, ha llegado el momento de despedirnos, de hacerlo de una de las mejores series que hemos podido ver en Televisión Española. Ahora sí ha llegado el momento de cerrar la puerta del tiempo... o simplemente dejarla entreabierta. Ministéricos... ¿Hasta siempre?