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El séptimo episodio de la segunda temporada de 'Stranger Things' ha causado mucha controversia entre los seguidores de la serie. No hay un consenso en las opiniones, sino más bien un amplio abanico que va desde aquellos que lo critican por ser un capítulo cuya única función es servir de relleno, pasando por aquellos a los que les gustó, hasta llegar a los que les dejó bastante indiferentes.
Linnea Berthelsen y Millie Bobby Brown en 'Stranger Things'
La acción se desarrolla en Chicago en todo momento, con Once en su centro, siguiendo su viaje de reconciliación con su hermana perdida y el descubrimiento de su lado oscuro. "Funcione o no para la gente, nos permite experimentar un poco", ha explicado Matt Duffer en una entrevista a Entertainment Weekly. "Es importante para Ross y para mí, el intentar cosas y no sentir que estamos haciendo lo mismo una y otra vez. Es casi como hacer un episodio piloto entero a la mitad de una temporada, lo cual es una locura", asegura en el medio citado anteriormente.
Respecto a todos aquellos que califican el episodio de paja para rellenar, los hermanos Duffer han alegado que era necesario. "Pusimos a prueba el episodio intentando quitarlo de la serie para asegurarnos de que era necesario, porque no queríamos que fuera de relleno. Pero el viaje de Once se desmoronó, el final no funcionaba sin él. Así que dije, funcione o no, necesitamos este edificio aquí o la serie entera colapsará. No terminará bien", relató.
El que no arriesga, no gana
Ross Duffer ha añadido que "la trama de Once, en general, es el mayor riesgo que hemos corrido. Seguiremos arriesgando mientras continuamos adelante, para mantenernos alerta. No quería que salvara el día así como por arte de magia. Igual que Luke Skywalker, necesitaba ir por su cuenta para aprender cosas sobre sí misma".