Hace cinco años, Gena O'Kelley, la mujer de Chuck Norris, se sometió a tres tratamientos de resognancia magnética en una semana para controlar su artitris reumatoide. Para que se vieran mejor los resultados del escáner, le inyectaron un compuesto químico de contraste llamado gadolinio, que era el usado normalmente en ese tipo de operaciones.
Gena O'Kelley y Chuck Norris
Gena comenzó a sentir ardor por todo el cuerpo, junto con episodios de dolores y cansancio. Cinco años después, sigue con esos síntomas. Después de interminables pruebas médicas que no les han dado respuesta alguna, Chuck Norris se ha cansado de que nadie sea capaz de solucionar las dolencias de su mujer y ha decidido demandar a 11 compañías farmacéuticas.
Según informa la revista Time, en su demanda acusa a los productores del compuesto químico de haber envenenado a su mujer al inyectarle gadolinio, y les culpa de saber los efectos que produce, pero no avisar de ellos a sus consumidores. Han pedido 10 millones de dólares como indemnización por los daños causados, la cantidad que Norris asegura que se han gastado en intentar aliviar el dolor de su mujer.
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Nada demostrado
El gadolinio es un compuesto químico usado en más de 300 millones de personas en todo el país desde 1980 y nunca había dado problemas, ni siquiera las autoridades de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos han sido capaces de encontrar evidencia alguna de que sea dañino, excepto algunos casos en los que afecta a gente con problemas preexistentes de riñones.