Los 7 peores platos vistos en 'MasterChef'

Tras varias temporadas entre ediciones de anónimos, niños y famosos, 'MasterChef' llegaba a los 100 programas, una cifra plausible que demuestra que el talent culinario de la cadena pública ha sabido hacerse un hueco en la parrilla televisiva. Cientos de concursantes se han enfrentado en los fogones al veredicto de Jordi Cruz Mas, Pepe Rodríguez Rey y Samantha Vallejo-Nágera, los jueces más implacables de la pequeña pantalla, que no han tenido pelos en la lengua a la hora de criticar o alabar las creaciones de los aspirantes a convertirse en los mejores cocineros de nuestro país.

De este modo, en el programa presentado por Eva González hemos visto todo tipo de recetas, desde los postres más golosos hasta los platos más sofisticados. Sin embargo, las elaboraciones de los concursantes no han estado siempre a la altura, ya sea por su poco esmerado emplatado, el desastroso cocinado de los productos o por el desagradable sabor de la mezcla de ingredientes. Por este motivo, desde FormulaTV queremos recopilar algunos de los peores platos que hemos visto en 'Masterchef' y que más de uno desearía no tener que probarlos en la vida.

1 El león come gamba de Alberto

Uno de los platos más desastrosos que hemos visto en 'MasterChef' se ha convertido hoy en día en todo un clásico del programa. Hablamos del famoso "León come gambas" que elaboró Alberto en la tercera edición del concurso. Se trataba de un gazpacho de tomate y fresa con pimiento asado y una patata imitando la cabeza de un león, pero su plató se hizo conocido incluso por aquellos que no seguían el formato gracias a su peculiar e irrisoria presentación, más propia de un niño pequeño que de cualquier adulto. Pero, sobre todo, el escándalo se produjo por los comentarios del jurado, que no dudaron en calificarlo como "una marranada y una mofa al oficio". Nada más ver la creación de Alberto optaron por expulsarlo del programa sin necesidad de ninguna deliberación, una de las decisiones más duras que jamás han tomado en el programa.

2 La bomba de sangre de Aniuska

En la siguiente edición, Aniuska sorprendió al jurado con un plato que bien podría haber acabado con cualquier diabético por el exceso de azúcar que tenía. Su "Bomba de sangre" tal y como tituló la concursante al plato, era una bola roja de azúcar que pretendía ser un bonito postre, pero que terminó convirtiéndose en un sacrificio para los jueces catadores. Además, el propio comportamiento de la concursante demostró la falta de limpieza durante el cocinado, dejando sus fogones y su mesa de trabajo repleta de restos de comida y utensilios manchados, algo que sirvió a Pepe para compararla con la niña de "El exorcista". Finalmente, su desastroso cocinado le llevó a la joven atleta a ser la primera expulsada de la cuarta edición de 'MasterChef'.

3 El cocido de Emil

Los platos tradicionales suelen ser los que mejor defienden los aspirantes de 'MasterChef', bien porque están más acostumbrados a cocinarlos o porque no requieren de tanta innovación. Sin embargo, en la segunda edición del concurso, Emil cometió varios errores y no supo presentar un buen cocido, dejando al jurado estupefacto ante la elaboración que el concursante había realizado. En lugar de ser un plato sabroso y repleto de mucho sabor, era un cocido con sus ingredientes repartidos en varios platos y sin ningún sentido, dando la sensación de que se trataba más de los restos de un cocido que de la conocida receta. La valoración fue considerada por el concursante como excesiva, ya que no creyó que su plato fuera el peor del concurso, como mucho de ese programa en concreto.

4 El seitán de Lola

Para poner a prueba la capacidad de los concursantes de reaccionar ante un producto desconocido para la mayoría, decidieron proponerles cocinar con seitán, un producto básico de la comida vegana y que se utiliza como sustituto de la carne por su alto contenido en proteínas. Los aspirantes intentaron salir del paso como pudieron ya que algunos desconocían el producto, pero no todos supieron salir adelante. Por ejemplo, Lola intentó elaborar un plato decente cocinando el seitán a la plancha con una salsa de champiñones, cebolla, ajo y leche de soja, pero su aspecto no era nada apetitoso. Samantha fue la responsable de probarlo en primer lugar y sus palabras confirmaron lo que todos temíamos, que esa elaboración no tenía ningún sentido.

5 La manzana asada de Paloma

Calificado como "el peor plato de la historia", Paloma presentó al jurado una manzana asada servida en una bonita cazuela. Sin embargo, lo único agradable a la vista era el recipiente, ya que el contenido dejaba mucho que desear simplemente por su aspecto, lo que hizo que Jordi dijera que era un "ascazo". No obstante, el chef catalán fue el único que se atrevió a catar la elaboración, que consistía en una manzana asada con espuma de gazpacho y huevo poche relleno. Las ganas de ser creativa le jugaron una mala pasada a la concursante, que en su intento de ser original solo consiguió elaborar una "marranada" que mezclaba locura y falta de concentración. A pesar de las duras palabras del jurado, Paloma supo tomárselo como una crítica constructiva.

6 La sopa de Nathan

Desde que entró a formar parte de los concursantes de la quinta edición de 'MasterChef', Nathan fue avisado por parte del jurado, especialmente por Jordi Cruz, de que no iban a ser nada condescendientes con él y que debía demostrar que merecía estar en el programa. Aunque al final consiguió ponerse la chaquetilla y participar en la prueba final junto a Jorge y Edurne, durante toda la edición elaboró algunos de los peores platos que se han presentado. Uno de ellos fue un plato al que denominó "Año nuevo chino", una sopa de un color bastante desagradable y con un sabor muy picante en la que las patas de pollo tenían que ser protagonistas. Lo peor de todo fue la actitud del propio Nathan, que no aceptó del buen grado que Jordi dijera que era el plato más malo que había probado en todas las ediciones del programa.

7 La tarta Charlotte de Juan y Marina

La edición de los celebrity tampoco se ha librado de elaborar algunos de los peores platos del concurso. Marina San José y Juan Betancourt fueron los responsables de cocinar la tarta Charlotte menos apetecible del mundo. La prueba consistía en cocinar por parejas y, mientras uno solo podía dibujar para ayudar a su compañero, el otro tenía que averiguar qué plato estaba elaborando y cuáles eran sus ingredientes y los pasos que seguir. El resultado fueron varias galletas apiladas y enlazadas con fruta variada por encima y un caldo que tenía que haber sido una crema de relleno. Por lo menos, ellos mismos reconocieron que su tarta parecía de todo menos un postre agradable que alguien quisieran comerse e incluso instaron a los propios jueces a que no probaran el plato porque no era necesario pasar ese mal trago.