Pablo Alborán en 'El hormiguero': "No pienso juzgarme más"

Justo un mes después de dar el pistoletazo de salida a la promoción de su nuevo disco en 'El hormiguero', Pablo Alborán ha vuelto al programa de 7 y acción con mucha ilusión y un reto pendiente con Pablo Motos. Tras semanas mostrando las estrofas que añadían a una particular canción entre los dos, ha llegado el momento de ver el resultado final en directo como cierre del programa.

El intérprete malagueño no ha dudado en mostrarse tal y como se ha sentido en el proceso de creación de este nuevo albúm, hablando especialmente de la canción "Prometo": "es una canción que me hizo sentir libre cuando la compuse. Fue una especie de desahogo total, de catarsis". Una catarsis que le ha hecho recuperar la confianza en sí mismo, y, al fin y al cabo, el camino que quería seguir: "viene inspirada por una gran cantidad de encuentros con amigos que me han ayudado a tener ese sentimiento de que soy una persona normal".

Analizando las frases que componen el tema, el cantautor explicaba la relación con cada una de sus palabras: "era una necesidad de sentir, de despojarte y curar heridas. Es una promesa a mi mismo de recuperar la ilusión", y sentenciaba, "de que seguiré haciendo música pase lo que pase". Porque, tal y como indicaba: "a veces nosotros mismos no somos capaces de mirarnos al espejo, quién me juzgue que le den", señalando que su peor juez ha sido él mismo: "no pienso juzgarme más. Hay que vivir y disfrutar".

Los momentos más vergonzosos de el cantante en un concierto

Pablo Alborán también ha hablado de lo importante que ha sido su familia en este trabajo, sobre todo su sobrina, que no terminaba de conectar con las canciones de su tío espetándole que eran demasiado lentas. "Tú es que no sabes de esto, son letras muy maduras", contaba que le había respondido entre bromas. Pero por eso mismo, el cantante ha señalado que en este albúm hay canciones para "divertirse, bailar y ser feliz".

Pablo Motos no ha dudado en sacarle los colores al invitado hablando de sus momentos más vergonzosos en sus conciertos, siendo una flatulencia un peculiar acompañante del cantante en una de sus actuaciones: "en medio de un concierto se camufla más, no se oye y al ser varios puedes echarle la culpa al de al lado", bromeaba.

Sin embargo, el artista no paso tan buen momento por culpa de un pantalón rojo y una cremallera indiscreta. A pesar de los esfuerzos de su representante, Pablo Alborán entendía esos gestos como símbolo de ánimo, hasta que el pinganillo rompió la magia: "que te subas la bragueta que te lo está diciendo Esperanza desde hace una hora", a lo que ha confesado que "me quise morir".