El Partido Popular se encuentra en un punto en el que su trama de corrupción es tan densa e inmensa que han tenido que separarla en subtramas. Ya no solo eran irregularidades. Periodistas y autoridades han tenido que crear apartados para que sea entendible por los mortales. Todas convergen en una: la existencia de una caja B donde depositaban todo el dinero defraudado proviniente de los demás. Extraño es el día en que nadie presente una prueba, una evidencia más de que en efecto, la estructura del partido que gobierna España es típica de "estructuras delictivas", tal y como ha dicho Manuel Morocho.
José Antonio Sánchez
La diferencia es que ha habido una sorpresa que ha relacionado con otros casos, que no dejan de ser origen de uno mucho más grande, enraizado en el seno del Gobierno. Durante la llamada de Ignacio González a Eduardo Zaplana, sale a relucir el nombre de José Antonio Sánchez, presidente de RTVE.
José Antonio Sánchez no sólo dirige la televisión pública
En esa conversación, Ignacio González cuenta que fue a desayunar con el exfiscal de anticorrupción, quien ha tenido que renegar por corrupción, Moix y este le ha informado sobre su reunión con el marido de Cospedal, ministra de Defensa, Ignacio López del Hierro. El papel de José Antonio Sánchez fue concertar la cita, pedida por el propio Mariano Rajoy, quien contactó personalmente con Moix para arreglar temas del caso Pujol.
"Es que José Antonio es el que hace de intermediario", dice Zaplana para cerciorarse y convirtiéndose en consecuencia como prueba clara de la situación. Ignacio González asiente y le sigue contando el encuentro entre Moix y del Hierro, donde a su vez se narró el de Cospedal con Mariano Rajoy.
El resto de la conversación
Además de hablar sobre el encuentro, los dos políticos hacen comentarios sobre la situación, comentando que Moix "tiene los huevos aquí" y que las reuniones provienen de una guerra interna, donde no hay muy buenas relaciones entre ellos, pero que a pesar de ello, se reúnen por peticiones "desde arriba".