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SECUESTRADO EN SIRIA

Antonio Pampliega: "Lo primero que le dije a mi madre tras la liberación fue 'Lo siento'"

El periodista fue secuestrado en Siria durante 299 días y ha hablado con Risto sobre su traumática experiencia.

Por Carlos MerencianoPublicado: Lunes 27 Noviembre 2017 00:20 | Última actualización: Lunes 27 Noviembre 2017 03:28

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Cuatro ha estrenado esta noche, 26 de noviembre, una nueva temporada de 'Chester', con el publicista Risto Mejide como presentador, y tras la entrevista a la periodista María Teresa Campos, un nuevo invitado de la misma profesión se ha sentado en el sofá junto al jurado de 'Got Talent': Antonio Pampliega.

El periodista fue secuestrado durante 299 en Siria, durante la grabación de un reportaje sobre la situación del país, y se ha sentado junto al marido de Laura Escanes para charlar sobre la dramática situación que sufrió en 2015, y ha hablado del miedo que sintió en aquel tiempo de encierro, que era el tema central del primer programa de la temporada.

Antonio Pampliega en 'Chester'

Antonio Pampliega en 'Chester'

¿Cómo fue el secuestro?

La entrevista ha comenzado contando como sucedió el secuestro, sobre lo que ha contado que "seis hombres armados y vestidos de yihadistas me hicieron bajar del coche y me secuestraron", y ha añadido que "gracias a Dios no me secuestró el Estado Islámico porque sino no lo estaría contando".

Sobre su situación en el encierro, Pampliega ha afirmado que "no hablaba con mis compañeros cuando nos secuestraron. Lo primero que hicieron fue darnos de cenar. Nos trataban bastante bien", contando también que "al principio nos dejaban la puerta de la habitación abierta, y podíamos ir por todas las habitaciones de la casa, pero tenían cerrada la puerta de la casa, por lo que no podíamos escapar. Además, las ventanas también tenían rejas".

El periodista ha recalcado que "eran un poco descuidados. Se tumbaban en las camas y nos dejaban a nuestras anchas", y ha realizado una afirmación que ha marcado mucho la entrevista, y es que "para matar hay que valer. Tuve la posibilidad de matarlos y no pude. Hay que tener mucha sangre fría".

Su familia, su principal preocupación

Por otro lado, Antonio Pampliega ha hablado de su familia, sobre la que ha dicho que "mientras estuve secuestrado pensaba en mi madre. ¿Cómo se iba a tomar la llamada informando de mi secuestro?", contando también que "ningún miembro de mi familia me ha hecho ni un solo reproche. Y tienen motivos".

Antonio Pampliega charla con Risto en 'Chester'

Antonio Pampliega charla con Risto en 'Chester'

Pero algo ocurrió en medio del secuestro, que hizo que todo cambiara, y es que "una carta hizo que me separaran de mis compañeros y pasé 204 días solo en una habitación". Según ha explicado el invitado, "la carta era de un miembro del ejercito, y me decía que era mi mejor amigo. Los terroristas pensaron, por unas palabras que había en la carta, que era un espía, y me hicieron la vida imposible desde entonces".

Finaliza el secuestro

Sobre las torturas durante el secuestro, el periodista ha contado que "les encantaba que llorara cuando me pegaban", y ha relatado que "un día me hicieron pensar que me iban a matar. Se vistieron como los yihadistas, me llevaron a un lugar raro, al alba, que es la mejor hora para grabar, y se pusieron delante de mi con un móvil. Con un cuchillo, me lo pusieron en el cuello, y al final se rieron. Me dijeron que eso era lo que me podía ocurrir si intentaba escapar", añadiendo que "estuve a punto de tirar la toalla. Durante 5 meses me preparé para morir. Hablaba con Dios todos los días"

Finalmente, en la entrevista ha contado que "cuando pensaba que se acababa, empezaba mi vida", confesando que "el momento más duro del secuestro fue la liberación. No sabía si mi madre seguía viva, porque tenía problemas de corazón. Les dije a la policía turca que no quería llamar, y me dijeron que tenía que hacerlo". Risto le ha querido preguntar que le dijo a la persona que le cogió el teléfono, y ha afirmado que "lo primero que le dije a mi madre tras la liberación fue 'lo siento'. No me salía otra cosa. Ella me dijo que no tenía que sentir nada". El periodista ha querido decir que "lo más fácil hubiera sido que me dijeran que no continuara haciendo eso, pero no lo han hecho. Me han respetado".

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