El 1 de diciembre de 1976 llegaba al mundo Pablo Chiapella, uno de los intérpretes que formó parte de 'La hora chanante' y 'Muchachada Nui'. Sin embargo, no siempre tuvo claro lo de ser actor porque, como él mismo reconoció, antes de probar suerte en Paramount Comedy estaba preparando las oposiciones para maestro. Afortunadamente para los numerosos fans de Chiapella, su gran amigo Ernesto Sevilla le convenció para que dejara su Albacete natal y viajara hasta Madrid para participar junto a él en un nuevo proyecto. A partir de ese momento consiguió hacerse un hueco en el panorama televisivo nacional y le hemos podido ver en diversas series y programas como 'Al filo de la ley', 'Aquí no hay quien viva', 'Fuera de control' o 'El club de la comedia'. No obstante, probablemente la inmensa mayoría le conozcan gracias a Amador Rivas, personaje que interpreta en 'La que se avecina'.
Cuando conocimos a Amador era un hombre de familia con la típica vida idílica, es decir, la esposa perfecta y tres niños pequeños modélicos. Además, tenía un buen trabajo en el banco e incluso ejerció de presidente de la comunidad. Pero su vida dio un cambio radical al perder su empleo y cuando Maite le engañó y se quedó embarazada de Sergio. A partir de ese momento tuvo problemas económicos, tuvo que trabajar en lo que podía, le quitaron la custodia de sus hijos y llegó a vivir en el bosque. Su carisma y su forma de ser tan peculiares nos ha dejado infinidad de momentos divertidos y frases que siempre quedarán en el recuerdo. Por este motivo, desde FormulaTV queremos recordar algunas de las mejores frases de Amador Rivas en 'La que se avecina'.
1 "¡Mmmmm... merengue, merengue!"
Amador Rivas interpretando el "Mandanga Style"
La obsesión de Amador por el sexo es un tópico de la serie, algo que le ha llevado a popularizar algunos términos y expresiones, entre otros, la más conocida, "¡Mmmmm... merengue, merengue!". Se trata de una frase que Amador utiliza cuando se ve con posibilidades de tener relaciones sexuales, una manera de expresar la alegría que le produce esa situación. Además, no podíamos esperar menos de la persona encargada de encarnar al mismísimo Capitán Salami, aquel personaje ideado para que Amador realizara su show cuando fue contratado en un club de estriptis.
2 "Pero no toques, ¿por qué tocas?"
Amador junto a sus vecinos y amigos en 'La que se avecina'
En las primeras temporadas de la serie, el personaje de Amador solía repetir esta frase sobre todo cada vez que Leo se tomaba la libertad de tocarle. Tanta confianza no era del agrado de Amador, que no comprendía que su vecino se tomara tantas licencias y acababa regalándole una mirada amenazante acompañada de su típica fase "Pero no toques, ¿por qué tocas?". Aunque le escuchamos infinidad de veces decirla, Leo seguía en sus trece, hasta que al final Amador acabó aceptando que no podía hacer nada para evitarlo.
3 "Aparcao"
Amador aparcando el tractor en su pueblo en 'La que se avecina'
Regresar a su pueblo natal en Albacete provocó que Amador volviera a sentir la llamada de la naturaleza y de la España rural. Si su forma de llamar a sus allegados a modo de gritos constantes ya nos hacía intuir que su forma tan peculiar de utilizar el español tenía sus raíces en su pueblo, lo terminamos de comprobar cuando le vimos en su salsa conduciendo a sus anchas un tractor, ese mismo con el que popularizó la palabra "aparacao" y que se ha convertido en parte del vocabulario de muchos de los espectadores de la serie.
4 "¿Un pinchito? / ¿Quieres salami?"
Amador Rivas como el Capitán Salami en 'La que se avecina'
El pinchito y el salami nunca estuvieron tan de moda como en el momento en el que Amador puso de moda esos términos con un significado erótico. Su ansia de que Maite le regalara un momento de pasión le llevaba a preguntarle constantemente si quería "salami" o si quería un "pinchito" y, por mucho que estuvieran divorciados, él nunca perdía la esperanza. Tampoco podemos olvidarnos de su mítica canción "¿Quién te llena de salami? Mmmmmmm... ¡Amador!", esa que siempre entona cuando quiere mantener relaciones sexuales.
5 "Yo soy un vividor follador"
Amador tumbado en el sofá con la Chusa de fondo en 'La que se avecina'
El gran deseo de Amador durante mucho tiempo fue ser un vividor follador, frase que repetía hasta la saciedad. Cuando se separó de Maite y empezó una nueva vida, su mirada estaba puesta únicamente en las mujeres y en los vehículos, ya que quiso una moto hasta que la consiguió y se arrepintió, decantándose después por el descapotable. Finalmente, el sueño de Amador se ha hecho realidad y ha logrado la vida que tanto anhelaba, con su propio piso, "Villa Borderline", su coche y todos los caprichos que quiere, sin necesidad de tener que dar ninguna explicación a nadie.
6 "Pues te reviento"
Amador vengándose de Leo en 'La que se avecina'
Si hay algo que enfade a Amador él no tiene ningún tipo de problema o reparo en hacérselo saber al culpable de su enojo, aunque los demás no sean responsables de que no sepa aceptar las críticas ni asumir sus errores. En realidad, es bastante fácil hacer rabiar a Amador que, además, suele reaccionar de forma violenta justo después de decir una de sus famosas frases "Pues te reviento". El pobre Leo ha sido testigo más de una vez de la frase porque tuvo que sufrir en sus propias carnes las consecuencias de la ira de Amador.
7 "Que viene... ¡Que viene!"
Amador tras recibir una bofetada de Yoli en 'La que se avecina'
Amador Rivas es un hombre que tiene recursos para todo, algo que ha demostrado, por ejemplo, con su versatilidad a la hora de trabajar en cualquier tipo de labor, tanto si era como especialista en recogida de residuos urbanos o como detective león. A la hora de expresarse le sucede lo mismo y, como estamos viendo, tiene varias expresiones y palabras que siempre utiliza como recurso para referirse a algo. De este modo, cada vez que teme que alguien se acerca y no puede ser visto recurre a la frase "Que vienen... ¡Que vienen!", expresión que le sirve al mismo tiempo para avisar de dicha presencia.
8 "No vendas la miel del oso antes de cazarlo"
Alba, Amador y Teodoro en 'La que se avecina'
Unas de las características de Amador que más risas suele provocar es el mal uso que hace del lenguaje en muchas ocasiones. Cuando intenta valerse de un refrán una conocida expresión para explicar algo, pocas veces acierta con los términos adecuados. Así pues, en lugar de decir "No vendas la piel del oso antes de cazarlo", Amador prefiere vender la miel, que por lo menos se puede comer y es más dulce. Evidentemente, su error se debe a la confusión por la semejanza sonora de ambos términos, aunque el diferente significado de lugar a una frase tan graciosa.
9 "La voy a poner fina filipina"
Fermín y Amador en 'La que se avecina'
Otra de las frases habituales de Amador con connotaciones sexuales hace referencia a su énfasis a la hora de mantener relaciones con una mujer, pero sobre todo a su insistencia de decirlo siempre en voz alta para que todo el mundo se enterara. No obstante, a pesar de que presumía de sus habilidades en la cama con las mujeres, llegó a probar cómo era estar con un hombre, en este caso, con Fermín, aunque solo fue una estratagema para que vieran que había conseguido rehacer su vida y le devolvieron a sus hijos.
10 "Voy a resurgir de mis cenizas como el Ave Félix"
Pablo Chiapella como Amador Rivas en 'La que se avecina'
Resurgir o no resurgir, esa no era la cuestión para Amador, más bien el problema estaba en si resurgía como el ave Fénix o como el ave Félix como él dijo. De nuevo, sus despistes con el lenguaje le llevaron a realizar una comparación errónea, ya que no conocemos la existencia de ningún tipo de ave llamada Félix y que, además, pueda resurgir de sus cenizas tal y como hace el ave Fénix. Por lo menos demostró que estaba dispuesto a seguir adelante y a empezar de cero y que resurgir iba a resurgir de un modo y otro.
11 "¡Me salió muy pronto el vello público!"
Yoli, Amador y Teodoro en 'La que se avecina'
Uno de los errores en el uso de lenguaje que más risas provocó por el tremendo fallo que cometió fue cuando Amador confundió el térmico "púbico" con "público". Sin embargo, lo mejor de todo fue la contestación de la Chusa, que aprovechando la situación y en una mezcla de burla hacia el error de Amador quiso añadir un simpático y divertidísimo comentario en referencia a la profesión que desempeñaba antes de que Maite la contratara como asistenta: "¡El mío sí que es público! ¡Que lo ha visto media España!".
12 "Con la tenia, señoría"
Fina y Amador en 'La que se avecina'
Hay veces en las que Amador intenta adaptarse a las circunstancias y expresarse según el contexto en el que se encuentra, como una de las veces que acudió a los juzgados e intento dirigirse a la jueza de forma educada y formal. Sus intenciones fueron buenas y es de agradecer que en ciertas circunstancias quiera dejar de lado su lado gañán, pero no acertó en el uso de las palabras, ya que confundió el término "venia" con "tenia", dos palabras que nada tienen que ver porque una hace referencia a una licencia para pedir permiso para hablar mientras que el vocablo que empleó Amador se refiere a un parásito.
13 "¿Te quieres callar? ¡Que era una pregunta pletórica!"
Fermín, Amador y Vicente en el bar en 'La que se avecina'
Como ya hemos podido comprobar, Amador tiene varios lapsus a la hora de utilizar la palabra adecuada en una oración, lo que le hace quedar mal delante de todo el mundo. Entre muchas otras, llegó a confundir la palabra "retórica" con "pletórica", muy semejantes en su pronunciación, pero muy diferentes en significado. No es de extrañar que Leo siempre estuviera corrigiendo sus errores, ya que Amador suele fallar siempre que intenta utilizar vocablos que se escapan a su entendimiento.
14 "¡Ay, mai!"
Justi y Amador en 'La que se avecina'
Que le suceda algo malo a Amador es lo más normal, por eso mismo, cuando él cree o ve venir que va a ocurrir cualquier cosa que no va a ser de su agrado, siempre le escuchamos emplear la misma expresión "¡Ay mai"! aunque su peculiar uso del lenguaje y su a veces pésima vocalización no nos deja claro si en realidad quiere decir "A mai", "Alma ahí", "Amai" o "Ay, mai". Además, se trata de una frase que también emplea cuando descubre algo que le deja totalmente asombrado, tanto cuando se trata de una sorpresa buena como una noticia mala.
15 "¡Ay, mi Cuqui!"
Maite y Amador con "Ojos de pollo" viviendo en el garaje
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Antes de tirarse los trastos a la cabeza continuamente y de que Amador decidiera chantajear a su mujer para que le pasara una pensión y convertirse así en hombre florero que tiene todo lo que quiere, la pareja era un matrimonio feliz que incluso compartía mote, "los Cuquis". Por este motivo, Amador se refiere muchas veces así a Maite como forma cariñosa o para poner énfasis en algo que va a decir relacionado con ella. Además, existen más variantes como "¡Ay, mi mama!" o "¡Ay, mis cuquitos!", siempre para referirse a personas a las que aprecia.