Programa relacionado
Francisco, el comensal más viral de 'First Dates', ha demostrado que la expresión "a la tercera va la vencida" puede funcionar. El joven de Albacete se presentó en el programa de citas una vez más, después de haber pasado por allí en dos ocasiones en las que las cosas acabaron muy mal. Sin embargo, parece que Jorge, un valenciano de pelo rosa, ha resultado ser su pareja ideal.
Francisco y su cita, Jorge, en 'First Dates'
De ahí pasaron a hablar de su pasión por la comida y su tendencia a empezar dietas que nunca terminaban. Una coincidencia más que ambos recibieron con entusiasmo: "Ha sido una cita que me ha encantado", admitía Jorge, en declaraciones aparte. "Yo me quiero casar pero sin firmar nada, solo la fantasía de vestirme de novia", confesó el valenciano. A pesar de que se acababan de conocer, Francisco se mostró tan entusiasmado con la idea como su cita: "Nos casa mi tía, que es concejala".
Un revolcón en el jardín
La cena dio paso a los juegos en el jardín. La pareja probó suerte a sacar una bola de la máquina, en la que obtuvieron el reto del "beso húmedo": Jorge tenía que mojarse los labios con alguna bebida antes de besarse con el impaciente Francisco. A pesar de que Jorge esperaba un beso de película que se quedó en un morreo rápido, ambos comensales acabaron abrazados por los suelos, en un revolcón con todas las letras. Ya en la decisión final, Francisco llegó incluso a pedirle a Jorge que se fuera a vivir con él y trabajara "recogiendo aceitunas", algo que no gustó en absoluto al valenciano. La tensión duró poco, por suerte, y ambos coincidieron en tener una segunda cita antes de marcharse juntos.
Revolcón de Francisco y Jorge en el jardín del restaurante de 'First Dates'
Las citas anteriores
En su primera cita, Francisco se mostró conforme con la posibilidad de tener un segundo encuentro con Ignacio. Sin embargo, este lo rechazó, desatando la ira de Francisco, que llegó a calificarlo de "demonio" y le echó en cara que "era mejor que él cien veces". El programa probó a hacer que coincidieran en el restaurante, quizás con la esperanza de presenciar una reconciliación, pero ocurrió todo lo contrario: Francisco volvió a llamarlo "demonio" e incluso "bicho". El encuentro fue tan desagradable que Ignacio salió del restaurante casi corriendo, creyendo que era su cita, con Carlos Sobera pisándole los talones. En el segundo intento de Francisco, el comensal se mostró tan lanzado que llegó a comentar el tamaño de su "miembro" y le enseñó los pezones a su cita, Jonathan, que salió corriendo del restaurante antes de que la situación llegara más lejos.
