Por qué es buena idea (y por qué no) que 'OT 2017' sea la selección de Eurovisión 2018

Madrugada del martes 5 de diciembre de 2017. Sexta gala de 'OT 2017'. Roberto Leal confirma en directo los rumores que se venían sucediendo desde que TVE anunció el regreso del talent show e incluso desde que se emitió el televisado reencuentro: 'Operación Triunfo' vuelve a ser el método de selección de Eurovisión. La decisión fue previsiblemente tomada antes de que comenzase la emisión de la presente edición y hacerla pública ha sido cuestión de tiempo y de comprobar el éxito de la nueva generación.

TVE regresa así a la fórmula que mejor ha funcionado para España en los últimos 16 años, tanto por resultados en la clasificación y en audiencia como por la no menos importante ilusión de los espectadores. Un retorno que se produce en un momento crucial en el que la imagen del certamen se encuentra gravemente dañada en nuestro país. La participación de Manel Navarro en Eurovisión 2017 marcó un punto de inflexión en TVE, culminando con su último puesto un largo historial de malos resultados y ensombrecida por la sospecha de una final nacional predecidida en la cadena pública.

Porque la batalla de TVE en Eurovisión 2018 no se libra en Portugal, sino dentro de nuestras fronteras -sean las que sean, pero ese es otro tema-. Lo que necesita nuestro país, como necesitaba en el año 2002, es reactivar el festival, reilusionar al grueso de la población y crear una nueva base de eurofans que acompañe a la generación nacida con Rosa López al son de "Europe's living a celebration".

'OT' tiene mucho ganado, pero aún queda trabajo por delante. Al menos este año será con el público remando a favor

Para este propósito es una magnífica oportunidad aprovechar 'OT 2017' por sus datos, su aplaudida conexión con temas como la tolerancia y la diversidad y el masivo seguimiento por parte de jóvenes. TVE se ha topado, sin querer queriendo, con que el antídoto que le sirvió en su momento vuelve a funcionarle casi dos décadas después. Podemos dar ya por hecho que el próximo mes de mayo gran parte de nuestro país volverá a esperar con ansias la actuación española en Lisboa, que muchos españoles votarán desde el extranjero y hasta que ayudará a cambiar la concepción sobre el festival. Pero, ¿y ganar? ¿Nos garantiza 'OT 2017' una buena posición en Eurovisión 2018? ¿Nos garantiza, aunque sea, una propuesta a la altura de otros países?

Mientras que Bélgica, Finlandia, Países Bajos, Azerbaiyán y Austria ya han elegido a sus representantes para crear con tiempo canción y candidatura, España sigue apostando por cantantes noveles con -previsiblemente- canciones que no se han hecho a su medida. El resto de países escogen a artistas consagrados e incluso repetidores, algo que tampoco sería mala idea en nuestro caso si recordamos mantras que se han repetido en los últimos años, como "de haber conocido el festival de antemano no habría ido con esta canción" o "he descubierto que esto es un concurso serio".

La tendencia reciente en Eurovisión es ganar con un artista completo, con una propuesta trabajada con la que se identifican o llegan a identificarse plenamente. Salvador Sobral, Jamala, Måns Zelmerlöw, Conchita Wurst o Loreen son algunos de los últimos vencedores que cumplen con este perfil. De hecho, Pastora Soler y Ruth Lorenzo obtuvieron buenos resultados siguiendo este canon.

Si lo que TVE desea es brillar en la tabla es necesario dejar de lado la improvisación, deshacerse de tópicos, escoger a un artista de probada eficacia dispuesto a entregarse al festival y no a utilizarlo como mera vía de promoción de su próximo disco, preparar concienzudamente su propuesta y, en caso de que el público pueda decidir, que lo haga conociendo desde el principio lo que se subirá al escenario de Lisboa. Dar con la tecla ganadora es tarea casi imposible pero sí es fácil intuir cómo llevar una candidatura que guste. 'OT' tiene mucho ganado, pero aún queda trabajo por delante. Al menos este año será con el público remando a favor.