José Luis Gil, nacido el 9 de diciembre de 1957, es uno de los actores más carismáticos del panorama televisivo nacional. No solo ha participado en algunas ficciones delante de cámaras, como es el caso de 'Fernández y familia', sino que también ha desarrollado una amplia trayectoria como actor de doblaje, prestando su voz a conocidos rostros como Hugh Grant, Patrick Swayze, Woody Harrelson o Tim Allen. Además, también puso voz a personajes de animación, siendo Buzz Lightyear en "Toy Story" y Marlin en "Buscando a Nemo" sus trabajos más característicos. Actualmente forma parte del elenco de 'La que se avecina', donde interpreta a Enrique Pastor. Sin embargo, muchos le recordarán siempre por interpretar a Juan Cuesta en la mítica comedia 'Aquí no hay quien viva'.
El personaje de Juan Cuesta se caracterizaba por su talante y empeño en ser un buen presidente de su comunidad, lo que le llevaba a meterse en más de un follón asiduamente. Además, siempre trataba de esforzarse por ascender en el trabajo y dejar de ser un simple profesor para convertirse también en jefe de estudios. Tampoco podemos olvidarnos de sus relaciones amorosas, primero con su esposa Paloma (Loles León), después con Isabel (Isabel Ordaz), más conocida como "la hierbas". Desde FormulaTV queremos rendir homenaje al actor y a su personaje recordando las mejores frases de Juan Cuesta en 'Aquí no hay quien viva'.
1 "Juan Cuesta, presidente de esta nuestra comunidad"
Juan Cuesta fue durante varios años presidente de la comunidad en 'Aquí no hay quien viva'
Todos los personajes de 'Aquí no hay quien viva' tienen una frase o expresión que se ha convertido en su seña de identidad, pero Juan Cuesta consiguió popularizar varias de sus frases. "Juan Cuesta, presidente de esta nuestra comunidad", era una de las más habituales porque la decía cada vez que se presentaba ante algún desconocido, con la clara intención de que todos supieran que ejercía un cargo importante en Desengaño 21 y que él era la máxima autoridad. De este modo, lo primero que todo el mundo conocía de Juan era su condición de presidente, una función al alcance de muy pocos y de la que estaba completamente orgulloso.
2 "Don Bartolomé Méndez Zuloaga, maestro y mentor"
La fotografía de Don Bartolomé Méndez Zuloaga en la mesa de Juan en una junta en 'Aquí no hay quien viva'
Como es evidente, antes de que Juan Cuesta ocupara el puesto de presidente de la comunidad más alocada de toda la televisión, otras personas desempeñaron la misma función. Entre todos ellos destaca Don Bartolomé Méndez Zuloaga, el primer presidente que tuvo Desengaño 21 y alguien al que Juan tenía bastante estima y respeto porque lo consideraba su maestro y mentor, es decir, un modelo a seguir y casi una especie de ídolo al que quería imitar. Además, no podemos olvidar que fue él quien redactó los estatutos de la comunidad, unas leyes que solo Juan conocía a la perfección y que siempre recitaba cuando la ocasión lo requería.
3 "¡Qué follón!"
Juan Cuesta intenta solucionar un problema como presidente de la comunidad en 'Aquí no hay quien viva'
Algo habitual en la vida de Juan Cuesta era meterse en problemas, aunque no siempre fuera el responsable. Como presidente de la comunidad acababa comiéndose más de un marrón por culpa de sus vecinos, aunque él mismo no podía dejar de dar la cara para ayudarles. Por ejemplo, llegó a ser un rostro conocido para la policía porque siempre se lo llevaban a él esposado, y también estuvo varios días sin comer para que la compañía eléctrica les indemnizara, mientras sus vecinos se atiborraban a comer y luego fingían. Por este motivo, una de sus frases más frecuentes siempre era "¡Qué follón!", en clara alusión a las complicaciones que se avecinaban.
4 "Primer punto del día"
Juan Cuesta en una junta en 'Aquí no hay quien viva'
5 "Pico, mazo, pico, pico, mazo"
Juan dirige a los obreros como si fuera director ede orquesta en 'Aquí no hay quien viva'
Muchas secuencias de 'Aquí no hay quien viva' quedarán siempre en el recuerdo de sus seguidores, pero siempre hay alguna que se queda más marcada que otras. Juan vivió muchas aventuras y desventuras, pero una de las cosas que nunca olvidaremos fue cuando decidió aceptar la idea de su hermana y de Isabel y tirar un muro para unir ambos pisos. El plan para que no les descubrieran los vecinos incluía una improvisada clase de música, ya que Juan tuvo que recurrir a sus conocimientos musicales para guiar a los obreros con aquello de "Pico, mazo, pico, pico, mazo", como si de un director de orquesta se tratase.
A la hora de hablar y expresarse, Juan no tenía ningún tipo de problema y solía caracterizarse por su verborrea. No obstante, en sus discursos a veces utilizaba palabras casi indescifrables para muchos de sus vecinos. A pesar de todo, él nunca cesaba en su empeño en expresarse hablando, incluso prefería el diálogo en lugar de la violencia. Además, todos sabíamos que, por muy duras o hirientes que pudieran ser sus palabras, Juan siempre iba a decir lo que pensara, eso sí, sin ningún tipo de acritud.
8 "Iniciamos hoy una nueva legislatura en esta nuestra comunidad que estará presidida por el lema: ¡Talante y pa'lante!"
Nieves apoyó a Juan como presidente en 'Aquí no hay quien viva'
9 "Aquí ya me chantajea hasta el perro de Vicenta"
Juan, José Miguel y Roberto en 'Aquí no hay quien viva'
10 "Esto es una alteración de elementos comunes"
Juan Cuesta decora el portal para Navidad en 'Aquí no hay quien viva'
Seguir al dedillo los estatutos de la comunidad era algo que Juan Cuesta se tomaba muy en serio, tanto que su rostro cambiaba por completo cuando descubría que alguien estaba incumpliendo las normas que redactó su maestro y mentor. Uno de los delitos que más solían cometer los vecinos de Desengaño 21 consistía en la alteración de elementos comunes, especialmente de la fachada o del patio. Por ejemplo, Lucía instaló un aire acondicionado que, según Juan rompía la estética de la fachada de un edificio decimonónico como el suyo.
11 "Me preguntaba, cerda mía, si antes de irnos a cenar podría echarte lo que es un buen polvo, cacho guarra"
Juan junto a Paloma en 'Aquí no hay quien viva'
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Siguiendo los consejos de Andrés Guerra, Juan Cuesta comenzó la lectura de un libro para intentar avivar la llama de la pasión en su relación con Paloma. Uno de los puntos a seguir era introducir un vocabulario soez para suscitar un comportamiento agresivo y voraz que terminara en relaciones sexuales apasionadas. Sin embargo, la frase que utilizó Juan no fue del agrado de Paloma, que no entendía por qué su marido se había vuelto tan grosero de repente. No obstante, al final ambos iniciaron un juego que les llevó a hacer el amor por todo el edificio.