La mid-season finale de la octava temporada de 'The Walking Dead' ha venido con una sorpresa que ha roto los corazones de todos sus espectadores. En series como esta, siempre se tiene el miedo de que uno de tus personajes favoritos termine muriendo, pero también siempre se tiene la tonta esperanza de que, al ser importantes, no les puede pasar nada. Sin embargo, 'TWD' ya ha dejado claro que en el mundo de los caminantes, nadie se salva.
Chandler Riggs en 'The Walking Dead'
Casi al final del capítulo octavo, Carl (Chandler Riggs) recibió un mordisco de un caminante mientras estaba intentando distraer a Los Salvadores para que sus amigos ciudadanos de Alexandría pudieran escapar. Mientras muchos de los espectadores están rezando para que resulte ser inmune, ya que en los cómics en los que está basada la serie, el hijo de Rick sigue vivito y coleando, muchos otros ya dan por muerto a Carl. Y hacen bien. El propio showrunner Scott Gimple ha confirmado que Carl morirá y se convertirá en caminante a no ser que le decapiten o destruyan su cerebro.
"La mordedura funcionará como todas las mordeduras que ha habido en la serie", ha dicho Gimple, según informa Screen Rant. Ya que Carl no recibió la mordedura en una extremidad que pueda ser amputada, sino en el costado, no hay salvación posible para el hijo de Rick. Lo cual son noticias muy tristes para los seguidores de la serie, porque a pesar de que Carl comenzó como un niño que parecía estar siempre creando más problemas que ayudando a solucionarlos, evolucionó en un valiente superviviente capaz de enfrentarse a lo que fuera por su familia y amigos.
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Una muerte con peligrosas consecuencias
Ahora bien, la muerte de Carl puede ser el desencadenante de un peligroso efecto dominó. Recordamos que Rick casi se volvió loco cuando Lori, su mujer, murió después de dar a luz a su hija Judith. Perder a Carl ahora, inmerso en plena batalla con Negan, quién sabe cómo puede afectar al exsheriff semejante pérdida. Quizá sea lo que termine por empujarle por el precipicio.