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Es posible que, mientras que Blanca Suárez y Nadia de Santiago llevan en 'Las chicas del cable' la carga más dramática y cómica respectivamente, Maggie Civantos, Ana Fernández y Ana Polvorosa se repartan las tramas más relativas a la situación de la mujer española en los años 20. Los seguidores de la serie de Netflix sufrieron en la primera temporada con Ángeles (Maggie Civantos) y el maltrato que sufría por parte de su marido Mario (Sergio Mur); circunstancia que cambiará radicalmente en la segunda temporada con la trama de un crimen que une más que nunca a las chicas.
Por su parte, Carlota (Ana Fernández) y Sara (Ana Polvorosa) exploran el terreno del poliamor junto a Miguel (Borja Luna), si bien la segunda deja entrever en el octavo capítulo de la serie que sus problemas tienen más que ver con el cuerpo en el que ha nacido. Maltrato, bisexualidad y transexualidad: circunstancias a las que una mujer de la época no podía enfrentarse con libertad.Esto no quita, sin embargo, para que Ángeles, Carlota y Sara vayan a buscar su propio camino en esta nueva tanda de episodios. Tras la entrevista a Blanca Suárez y Nadia de Santiago, FormulaTV ha hablado con Maggie Civantos, Ana Fernández y Ana Polvorosa sobre la segunda temporada de 'Las chicas del cable'.
El personaje de Sara (Ana Polvorosa), cuestiona su género en la segunda temporada de 'Las chicas del cable'
¿Qué van a poder ver los espectadores en esta segunda temporada de 'Las chicas del cable'?
Maggie Civantos: Hay tramas amorosas, hay muchos temas, pero se incluyen algunos nuevos. Es un poquito más oscura, hay más thriller, más persecuciones, secretos... Se va a poder ver una evolución de muchos personajes, yo creo que todas evolucionan, porque además el accidente que ocurre en el primer capítulo condiciona a todos los personajes. Algunos van a una velocidad, otros a otras, pero es un hecho que va a cambiar a los personajes.
Ana Polvorosa: Sara por fin se expresa y cuenta un poco lo que le sucede
¿Se unen más las chicas en esta nueva temporada, sobre todo a raíz del crimen?
Ana Polvorosa: Sí. Yo creo que, en el caso de Sara, por fin ella se expresa y cuenta un poco lo que le sucede. Eso hace que, en primer lugar, esté más unida a Carlota y, en menor medida por otras cosas que ocurren, al personaje de Borja. Gracias a eso también cuenta un poco la historia al resto de sus amigas, porque en la primera temporada no sabían nada de lo que estaba sucediendo. Sara, gracias a lo que ocurre en el primer capítulo, puede desarrollar todo lo que le está sucediendo.
¿Vamos a seguir viendo esa relación a tres, ese triángulo poliamoroso?
AP: Así comienza la segunda temporada, sí.
Ana Fernández: Va a comenzar así, pero no va a ser como la primera temporada de tanto buen rollo entre ellos y tantas secuencias juntos.
AP: Es como la segunda etapa de la relación. La primera temporada es cuando se conocen y están locamente enamorados, fogosos y pasionales; y en la segunda empieza a haber conflictos.
AF: Surgen los intereses de cada uno. Carlota, personalmente, no tiene ningún problema, ella seguiría esa relación así, muy feliz. El problema lo tienen los otros. Sara tiene sus cosas, Miguel tiene las otras y sus líos personales y Carlota está ahí para apoyar.
¿Cómo es tocar en una serie de los años 20 temas como el poliamor o temas de género que estamos intuyendo con el personaje de Sara?
AP: Es maravilloso, realmente. Que se visualice algo así es fundamental. Porque las personas que lo vean, algunas se sentirán identificadas y obviamente aprenderán de todo eso, lo llevarán de otra manera.
Ángeles (Maggie Civantos) "empieza a encontrarse a si misma" en la segunda temporada de 'Las chicas del cable'
¿Va a ser Sara "La chica danesa" española?
AP: (Risas) No te puedo contar mucho, pero sí que se va a desarrollar esa trama. Es súper interesante, además está maravillosamente escrita y yo la he vivido muy intensamente. Para mí ha sido un antes y un después.
Maggie, tu personaje es el que más aborda el tema del maltrato y la sumisión de la mujer en los años 20. Puede que sea una de las historias más sensibles y que puede conectar más con la gente por tratarse de una mujer maltratada que no se puede rebelar porque las leyes no le apoyan.
MC: Ha sido duro porque sabes que estás contando una realidad y sabes que, desgraciadamente, hoy en día ocurre lo mismo tantísimos años después. Esa es la tristeza y la tragedia, que al final se convierte en un tema que no ha cambiado con los años. Interpretarlo ha sido muy duro. Grabando el primer capítulo de la segunda temporada hubo un día en que miré a Sergio Mur, que interpreta a Mario, y me hizo un gesto o algo que no tenía nada que ver y estuve como cinco minutos llorando porque empaticé a un nivel más allá. Me pasa a veces con los personajes, que va más allá de la razón, y de repente lo entiendes.
Maggie Civantos: Interpretar a Ángeles ha sido muy duro porque sabes que, desgraciadamente, hoy en día ocurre lo mismo tantísimos años después
Me di cuenta de que lo más triste de todo esto es la falta de libertad a nivel personal, que es precisamente lo que Ángeles va a poder desarrollar en la segunda temporada. A raíz de lo que ocurre en el primer capítulo todo se vuelve muy trágico, pero ella es muy inconsciente de lo que está pasando y muy consciente de la Ángeles que va redescubriendo y con la que va a encontrar su libertad. En el primer capítulo pensé "qué tristeza no poder ser ella misma, qué triste esta mujer". Y de repente, a partir del segundo o tercer capítulo, ella empieza a encontrarse a si misma. Eso es lo que va a ocurrir a lo largo de la temporada, ella irá viviendo por un lado la tragedia por lo que ha pasado pero por otro lado vivirá una satisfacción plena porque empieza a ser ella.
Creo que lo más importante al final, en la vida, es ser muy honesto con quien uno es. Y cuando alguien no te deja, eso es esclavitud. Al final, una mujer maltratada o una mujer que está sometida a una condición, a una persona, o a la sociedad es una falta de libertad. Es una esclavitud. Y es lo peor que le puede pasar a una persona.
Carlota (Ana Fernández) continúa revolucionando la compañía en la segunda temporada de 'Las chicas del cable'
Están en realidad todas las chicas encontrándose un poco a si mismas, también el personaje de Carlota, que es una mujer mucho más progresista de lo que le corresponde en la época y tiene que luchar contra su propia familia. ¿Va a continuar esta guerra en la segunda temporada?
AF: Sí, pero yo creo que va a ser en la compañía de teléfonos en la que se va a focalizar Carlota. Como hay muchos personajes que están con sus cosas personales, los guionistas me han mandado a mí a revolucionar la compañía. A mí me gusta porque claro, al final vendes ideas, vendes adjetivos y vendes cosas que si luego no las enseñas pues parece que queda en la nada. En la primera temporada parece que era como "la gran serie de feminismo" y tienes que respaldar eso, hacerte responsable de las cosas que has dicho. En esta segunda temporada me siento más orgullosa de mi personaje, con lo que hace y con lo que se había dicho desde el principio, que con la primera temporada.
Ana Fernández: Vendes ideas, vendes adjetivos y vendes cosas que si luego no las enseñas queda en la nada
¿Crees entonces que hubo cierta desconexión con la manera en que se promocionó la serie y el contenido de la primera temporada?
AF: Era algo pionero aquí y se hizo un producto muy nuevo, con un formato nuevo, un minutaje nuevo y un número de capítulos distinto. Somos muchos personajes, cada uno con sus historias, y la primera temporada no deja de ser una presentación. Creo que en esta segunda es cuando realmente la cosa coge forma de todos esos adjetivos que habían dicho y que habíamos dicho nosotras en entrevistas sobre la serie. Los veo mucho más en la segunda que en la primera, sobre todo en lo referente a la lucha de la mujer. En la primera se habla más y se hace poco, y en la segunda se hace más.