ANÁLISIS

Crítica de 'Electric Dreams': Y en el futuro seguiremos siendo humanos

La serie, original de Channel 4, llega a Amazon Prime Video el 12 de enero.

Por Fernando S. Palenzuela El 3 de Enero 2018 | 11:38

Las antologías están a la orden del día. Desde hace unos pocos años, son muchas las ficciones televisivas que emplean esta fórmula para atraer la atención del espectador. Lo cierto es que goza de muchas ventajas, como la posibilidad de contar con grandes rostros que no tienen tiempo para ligarse a una serie de larga duración o la de narrar una historia sin correr el riesgo de que sus tramas terminen estirándose hasta perder cualquier ápice de sentido y cordura.

De este modo, en los últimos años hemos vivido el éxito de 'Black Mirror', serie que recuperaba la pureza antológica que, en el pasado, atestiguaron 'Alfred Hitchcock presenta' o 'Historias para no dormir', de Chicho Ibáñez Serrador, ya dentro de nuestras fronteras. Así pues, Netflix tiene la suya tras hacerse con los derechos de la antes mencionada, pero HBO también ha logrado su propia serie con 'Room 104'. Por ello, le toca el turno ahora a 'Electric Dreams', la apuesta de Channel 4 que Amazon Prime Video trae a varios países, entre ellos España.

El futuro como excusa

Bryan Cranston en 'Electric Dreams'

Un punto necesario en estas ficciones donde cada episodio es independiente es un nexo común que los relacione. En el caso de 'Black Mirror' se trata de la tecnología y los efectos que esta podría llegar a tener en nosotros, mientras que en el de 'Electric Dreams' no se aleja demasiado. Recuerda a momentos a la serie de Charlie Brooker, pues aquí también nos encontramos con cierta distopía, pero en este caso nace de las obras previas de Philip K. Dick. De este modo, el espectador se encuentra ante una serie de marcado género ciencia ficción, ya que todos los capítulos se ambientan en el futuro, ya sea muy cercano o muy lejano.

Se representan distintas situaciones en un tiempo venidero protagonizadas por personas de lo más diferentes. Sin embargo, el futuro no es más que una excusa para dotar de un universo a la serie, y es que la verdadera temática de 'Electric Dreams' son los sentimientos. Aquí se encuentra su gran punto fuerte: la posibilidad de demostrar que da igual qué época, momento o persona sea, todos nos relacionamos por nuestra humanidad y nuestras necesidades. Desde la búsqueda de la felicidad hasta la evasión de la vida que nos ha tocado vivir, no importa cuánto progrese la sociedad; los sentimientos no cambian.

La importancia de contar con rostros conocidos

Anna Paquin en 'Electric Dreams'

Como ya se ha mencionado previamente, una de las ventajas de este tipo de series es la oportunidad de contar con actores destacados que, de otro modo, no podrían participar. Desde Timothy Spall a Bryan Cranston, pasando por Geraldine Chaplin o Anna Paquin, muchas caras conocidas se dan cita en los diferentes episodios, convirtiéndose, por tanto, en un importante atractivo para los espectadores y dotando a la serie de una mayor madurez interpretativa. Los capítulos tienen muy pocos personajes, por lo que es importante contar con un actor con la capacidad de llevar la carga dramática durante todo el recorrido de la trama sin que esta decaiga en ningún momento y 'Electric Dreams' lo consigue.

A partir de aquí se puede desarrollar otra característica de la ficción: no solo cuenta con actores distintos, sino también directores y guionistas. Aunque todas las historias se basan en las de Dick, cada guionista, en ocasiones también director, las prepara bajo su propio estilo, lo que logra dotarlas de una mayor personalidad. Cada relato es diferente al anterior, tanto en contenido como en forma, por lo que nunca sabes qué te vas a encontrar al reproducir el episodio siguiente.

En definitiva, 'Electric Dreams' nos lleva a diferentes situaciones temporales donde lo que prima es el individuo y su manera de enfrentarse a la realidad que vive. No obstante, se encuentra ante el problema de que pueda ser comparada con sus predecesoras, pues igual no logra distanciarse de ellas lo suficiente, en parte debido a la temática de ciencia ficción. Eso sí, como punto a favor tiene la manera de tratar los sentimientos y la completa diferencia entre un relato y otro. Quizá su punto más personal sea ese: cómo demostrar que, por mucho que avance la sociedad, seguimos siendo humanos.