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La ceremonia de entrega de la 75ª edición de los Globos de Oro 2018 ha dejado momentos para el recuerdo, muchos de ellos referidos a la multitud de casos de abusos sexuales en la industria televisiva y cinematográfica. Oprah Winfrey aprovechaba el discurso de aceptación del premio honorífico Cecil B. DeMille para sumarse a las denuncias y críticas a los protagonistas de los últimos meses y ofrecía un monólogo que dejaba sin palabras a asistentes y espectadores.
La presentadora recibía el mencionado galardón honorífico a su trayectoria profesional y comenzaba sus agradecimientos remontándose a su infancia. Cuando apenas era una niña, Winfrey veía en televisión un momento histórico: Sidney Pointer recogía el premio Oscar a Mejor Actor. Histórico porque se convertía en el primer hombre de color en recoger dicho galardón. Oprah se emocionaba al pensar que ella podía estar sirviendo de inspiración a jóvenes que la estuvieran viendo en ese momento, mientras se convertía en la primera mujer de color en recibir el Cecil B. DeMille.
"Es un honor y un privilegio compartir esta noche con todos, también con los increíbles hombres y mujeres que me han inspirado, retado, cuidado y que han hecho mi camino hasta aquí posible", aseguraba la presentadora, mientras agradecía a la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood el galardón. Momento que aprovechaba, también, para hacer referencia a los que tratan de callar la verdad y a los que consiguen que, aún así, esa verdad salga a la luz: "Lo único que sé a ciencia cierta es que decir la verdad es el arma más poderosa que tenemos".
El valor de las mujeres a compartir sus historias
Oprah Winfrey no podía dejar pasar la oportunidad de referirse a aquellas mujeres que, en los últimos meses, han alzado su voz en contra de los abusos: "Estoy especialmente orgullosa por todas esas mujeres que se han sentido fuertes y han tenido el valor de hablar y contar sus historias". No dejaba atrás a aquellas mujeres que, lejos de la industria, en el anonimato, viven y hacen frente a momentos difíciles y a situaciones que, aunque no se conozcan, son igual de importantes.
"En 1944, Recy Taylor era una joven esposa y madre. Volvía a su casa después de ir a la iglesia cuando seis hombres blancos armados la violaron y la dejaron tirada en la carretera", recordaba Oprah, aprovechando el caso para animar a las mujeres a seguir contando su verdad. "He entrevistado a personas que han pasado por las peores cosas que se pueden pasar, pero lo bueno de todas ellas es que han tenido la habilidad de mantener la esperanza de un mañana mejor. Incluso en las peores noches", afirmaba la presentadora.
"Quiero que todas las chicas que me estén viendo sepan que un nuevo día está al caer", concluía Winfrey delante de una sala llena de emoción, lágrimas y aplausos. "Y cuando llegue ese nuevo día, será gracias a muchas mujeres maravillosas, de las cuales varias están ahora mismo aquí en esta sala, y a algunos admirables hombres que han luchado duro para asegurarse de que llegarán a ser los líderes que tendremos cuando nadie más tenga que decir #MeToo de nuevo".
