En la entrega de 'Samanta y...', emitida el pasado 9 de enero, Samanta Villar nos ofreció testimonios de personas muy relacionadas con la muerte. Una de ellas fue Sofía Cristo, quien habló de sus adicciones y de las veces que ha estado a punto de morir: "Yo uno de los peores momentos fue el día de mi amago de infarto en un hotel después de estar varios días sin dormir. Se me estaba durmiendo todo el brazo, el corazón se me estaba parando... Notaba como los órganos estaban empezando a dejar de funcionar. Me estaba muriendo. Perjuré que no me iba a volver a drogar pero a los tres días me estaba drogando", confesaba la hija de Bárbara Rey.
Sofía Cristo y Bárbara Rey con Samanta Villar
Tras salir de la clínica, Samanta y Sofía cogieron el coche para ir a Totana, Murcia, a comerse una paella con Bárbara Rey. La vedette mostró su casa y sus pertenencias a la periodista hasta que se pusieron a hablar del tema de las adicciones de Sofía: "Al principio yo sabía que se había fumado algún porro y tal pero luego la cosa se fue complicando, yo no sabía donde estaba mi hija metida. Vinieron otro tipo de sustancias y como las tenía al alcance por su padre...", comentaba la actriz.
Pero Sofía mostró su desacuerdo con lo que estaba contando su madre y decidió intervenir: "Yo no consumía con mi padre. Él sí consumía cocaína delante de mí y cuando yo ya era una adicta, si tenía ocasión se la robaba", contaba Cristo. Sin embargo, Bárbara no podía evitar corregir su versión: "Sí, pero tu padre llegó a reconocer públicamente que él te daba droga porque era mucho mejor que la que comprabas tú. Si nos ponemos a hablar de temas tan serios, contemos la verdad", decía Rey.
El peor momento de la vida de Bárbara Rey
Samanta Villar quiso saber el momento exacto en el que la actriz es consciente del grave problema que tiene su hija: "Yo me enteré de la gravedad del asunto un día que Sofía tuvo un problema con su expareja y ella me lo dijo de una manera que yo pensé en morirme. Hablé varias veces con ella para que se ingresara. Pero no la pude obligar, fue ella la que quiso ingresar. Me ocultó muchas cosas y me enteré con el paso del tiempo que había estado a punto de morirse en varias ocasiones. Me llega a pasar y no levanto cabeza nunca más", confesaba entre lágrimas.