Jaime Cantizano sobre la gestación subrogada en 'El hormiguero': "Merece la pena"

Con un nuevo magacín matinal al borde del estreno, Jaime Cantizano ha visitado 'El hormiguero' tras cogerle el testigo a Isabel Gemio en las ondas del fin de semana. El presentador ha charlado con Pablo Motos y sus hormigas sobre esta nueva página en su vida profesional mostrando el dulce momento que está viviendo.

El mayor motivo para tan grata situación es su pequeño Leo, que tal y como ha presumido el periodista: "Es como un clon mío pero un poco más rubio. Es maravilloso". Cantizano contaba como ya muestra rasgos importantes de su personalidad, reconociendo que se siente reflejado en él, y confesando: "Le he dejado bailando, le gusta mucho la música. No sé si terminará dedicándose al espectáculo pero tira por ahí", a pesar de que él es "un pato mareado".

Pablo Motos aprovechaba el evidente entusiasmo del presentador para preguntarle por la gestación subrogada, método por el que Leo llegó a su vida: "Hay que debatirlo. No me importa el debate pero si me molesta la falta de información", apuntaba. "Es un proceso largo en el que uno a veces se siente desamparado, se necesita mucha ayuda pero merece la pena", reconocía. De igual modo, el que fuera rostro Atresmedia ha hecho incapié en la evolución cultural respecto a estos temas: "la sociedad evoluciona, hay muchos tipos de familia y existe el amor del papá, de la mamá, de dos papás.. estamos hablando al fin y al cabo de amor y de formar tu propia familia".

La vez que una fan casi le arranca una oreja

Centrado en su etapa radiofónica, alternado con su trabajo en cadenas autonómicas, el presentador siempre ha sido uno de los televisivos más queridos y piropeados por el gran público, teniendo un gran numero de seguidores a sus espaldas. No obstante, aunque Jaime Cantizano se siente agradecido por este cariño, la fama le ha costado algún que otro sustillo.

El periodista relataba en el programa de 7 y acción como en una de sus visitas a Canarias una fan se excedió en las muestras de cariño: "Llegábamos con el coche al lugar del evento y tenía la ventanilla un poco abierta y esta señora debía tener la mano muy chiquitita y la metió y me agarró de la oreja", contaba entre risas, "El conductor no entendía que le diera golpes", apuntillando, "y encima la fan se enfadó".

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