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'Merlí' está a punto de llegar a su final pero todavía nos quedan muchas sorpresas por descubrir. Una de las últimas que ha podido ver el espectador ha sido el regreso de uno de los personajes principales que tuvo la serie al principio: el de Bruno. El actor David Solans ha vuelto a la serie para sus últimos capítulos en un momento clave: justo su mejor amiga, Tania (Elisabet Casanovas), y su mejor amigo y enamorado, Pol (Carlos Cuevas), acaban de iniciar una relación.
David Solans como Bruno en 'Merlí'
Me fui de 'Merlí' porque así lo sentí, sinceramente. Funciono bastante por impulsos
Cuéntame por qué David Solans deja de aparecer en una serie de éxito que, además, protagoniza.
Porque así lo sentí, sinceramente. Funciono bastante por impulsos. Me lo pasé muy bien, aprendí mucho y me lo pasé genial, pero sentía que tenía que cambiar. Ya se lo pedí a Héctor Lozano en la primera temporada, hice la segunda para darle continuidad y él aceptó, algo que fue muy de agradecer y envió al personaje a Roma, así de simple.
¿Tuvo algo que ver algún otro proyecto, por ejemplo 'Lo que escondían sus ojos'?
No, 'Lo que escondían sus ojos' lo grabé entre la primera y la segunda. Fue únicamente porque sentía eso. Llevaba dos años y me apetecía viajar y hacer otras cosas.
¿Sentiste presión por toda la gente que decía que 'Merlí' no era lo mismo sin Bruno?
No, la verdad que no. Me sabía mal cargarme el personaje en la ficción pero no sentí ninguna presión. Solo lástima porque el personaje era importante.
Desde que informaste de tu marcha, ¿se negoció este regreso para el cierre de la serie?
Eso se habló más tarde porque el final era muy cerrado y fue bonito ese regreso.
¿Fue propuesta tuya o de la productora?
No, eso lo pidió la productora para terminar la serie con todos los personajes.
David Solans en la segunda temporada de 'Merlí'
¿Cómo recibes esta información?
Bien, en un primer momento muy agradecido. Me dio mucha curiosidad saber qué pasaba para que el personaje tuviera que volver. No había leído nada de la tercera temporada y no sabía qué les había pasado a los demás personajes. Me enviaron el final de la serie y lo impactante fue el no saber cómo se llegaba, desde que yo dejé la serie a como termina.
Cuando volví al rodaje pedí yo que no me pusieran al día
¿No te pusieron al día?
Bueno, es que pedí yo que no me pusieran al día. Me apetecía bastante ver la serie sin saber nada y poder ver 'Merlí' como un espectador. Me contaron mi parte de la trama pero a lo demás yo hacía oídos sordos y decía: "No me contéis nada". Esta temporada he sido más espectador que partícipe.
Y ahora, en el hipotético caso de una cuarta temporada, ¿tu intervención está pactada solo para el final de la tercera o seguirías?
No. Cuarta temporada, a no ser que se emocionen mucho, no creo que haya pero sí, mi vuelta fue solo para el cierre. Que volviese el personaje no tendría sentido porque puede ser una especie de engaño al espectador, por eso solo vuelve en los últimos tres capítulos. Se le integra en las tramas y se cierra.
¿Te parece bien que la serie termine en la tercera temporada?
Sí, me parece bien aunque no está en mis manos. La primera tenía algo muy especial, eramos muy jóvenes y un grupo súper efusivo. Poco a poco la he ido viendo distinta; más madura por unas cosas, más gamberra por otras, aparecen los problemas del mundo real. Yo creo que tres temporadas están muy bien, incluso se me hicieron cortas. Cuatro temporadas creo que es demasiado. Cuando empezamos a grabar, bromeábamos con que fuéramos la típica serie adolescente en la que los actores tienen más de veinte años. Si hubiera seguido la serie, algunos tendrían 23, 24 o incluso 25 años. Hay casos como la serie 'Skins', en la que cada temporada cambia el elenco y sale una nueva trama con caras diferentes. Creo que 'Merlí' con tres temporadas es idílico.
Elenco completo de 'Merlí'
¿Cómo ha sido la vuelta al rodaje con tantos compañeros y amigos?
Bueno, es que no nos hemos dejado de ver. El rodaje era la excusa para vernos aún más pero tampoco hemos perdido el contacto. Esta temporada iba a rodar un día por semana o cada dos semanas entonces no he tenido la sensación de estar en el rodaje como antes que era de lunes a viernes. Iba a verlos a la casa de colonias, iba al instituto, luego iba a ver a mi padre... Así he estado este tiempo.
Metiéndonos en la trama, ¿qué opinas de que dos de los mejores amigos de Bruno, encima uno de ellos su enamorado, estén ahora juntos?
Yo creo que si el amor sale, esas cosas no pueden tener maldad, eso se siente y ya está. Yo creo que el problema es la falta de comunicación porque se esconden las cosas o no se dice una parte de la verdad, es ahí donde entra el conflicto.
¿Tú crees que Bruno ha estado en contacto o ha estado desconectado?
Ha estado desconectado por completo. Hay una parte en el guión en la que nos decimos que no hemos hecho ni un Skype. Es como que se fue a Roma a vivir su primer amor, desconectó de todo, que es algo que sucede las primeras veces que nos enamoramos. Luego Nicola es infiel y al sentirse tan mal vuelve a recuperar a Pol. Es en ese momento cuando se entera de todo lo que está sucediendo.
Bruno, Tania y Pol de 'Merlí'
Lo último que hemos visto ha sido un trío, aunque solo sea de besos, y la cosa podría acabar con un trío sentimental. Como espectador, ¿cómo te gustaría que este triángulo se resolviera?
Debería pensármelo.
Bruno y Pol lo que tienen es una atracción, pero todavía no saben cómo relacionarse
Hay gente que dice que Pol debería acabar con Tania pero hay otros que tienen claro que Pol es de Bruno.
Pol no es de nadie, no sé cómo lo acabaría yo si estuviera escribiéndolo. Me quedaría en blanco. La historia con Tania está muy bien porque era el punto de madurez que le faltaba a Pol, porque ella tiene el carácter para sacárselo. Con Bruno, lo que tienen es una atracción pero todavía no saben cómo relacionarse. No me imagino a Pol y a Bruno yendo al cine una tarde. Tienen algo muy intenso pero no tiene la dinámica que tiene con Tania. Aunque mi opinión está influenciada por lo que pasa en el último capítulo.
En mayor o menor medida, a Bruno lo hemos visto en las tres temporadas. ¿Cómo valoras la evolución del personaje?
Me parece una dualidad; en la primera temporada era muy triste hacer de Bruno porque siempre se queja y está mal, pero como espectador, es algo que gusta. Nos gusta ver a alguien a quien le van mal las cosas. El personaje está en un punto vital bastante bajo y el espectador empatiza con él. En la segunda, ni siquiera Bruno sabe quién es ni dónde está. Su personalidad no está bien definida. Al hacer público que es homosexual tiene que ir probando a ver dónde está su nuevo yo. En esa época hace cosas raras como irse a Roma o hacerse cosas raras en el pelo... En la tercera yo lo veo muy raro. Es mucho más Merlí y deja atrás al Bruno de la primera temporada. En su vuelta, Bruno está muy mal, aunque veamos lo contrario. Se va a Roma a probar suerte en una nueva vida, le sale mal y al volver descubre que su mejor amiga y su anterior relación están juntos, entonces es como una falsa felicidad la que tienen en estos capítulos.
Creo que las historias deberían ser universales y que les puedan suceder a personas de cualquier país, religión o lo que sea
¿Sigue esa necesidad de romper barreras mostrando personajes homosexuales?
Sí, sin duda. Falta muchísimo camino por hacer. En este sentido, el LGTBI, el racismo, las religiones... hay que educar y muchas veces educar es tan fácil como mostrar y hacer ese ejercicio de empatía. Pero sí, falta mucho por hacer. Respetar a mujeres y a los hombres, a las mujeres que hay en los hombres, a los hombres que hay en las mujeres... Creo que la cultura debería ir 20 pasos por delante de la actualidad y esto no está siendo tan así. Creo que las historias deberían ser universales y que les puedan suceder a personas de cualquier país, religión o lo que sea. Están los estereotipos pero hay que jugar a romperlos. Yo creo que con 'Merlí' he recibido muchos mensajes de mucha gente contando que les ha ayudado a salir del armario o a reconocer lo que son y personalmente creo que no es tan difícil ni tan diferente hacer un personaje gay.
Pol y Bruno se besan en 'Merlí'
Teníamos muy claro que Bruno y Oliver no se podían liar, era impensable
Hace unos años, dos personajes gays en una misma clase, como pasa con Bruno y Oliver, se habrían liado.
Sí, tuvimos la suerte en la primera temporada de trabajar con un coach para sacar a los personajes de la serie. Hicimos un improvisación en una masía, teníamos conversaciones aparte de las de guion. Eso nos hizo crear una seguridad sobre la personalidad del personaje y sus características y teníamos muy claro que Bruno y Oliver no se podían liar, era impensable. El guion está muy bien escrito pero esas jornadas con el coach sirvieron de mucho. Partíamos de un estereotipo pero después les dimos la vuelta.
Uno de los personajes con más naturalidad es Merlí, tu padre. ¿Qué opinas de este personaje?
A mí el personaje me gusta mucho y Francesc Orella me encanta como actor y como persona. Creo que es provocativo y eso es muy bueno porque todo lo que hace está bien. Es un personaje que crea debate, hay que verlo y que cada uno saque sus conclusiones. Todos los comentarios que hace están muy bien pero me gusta mucho cuando se convierte en un niño pequeño, tiene sus pataletas, que se enfade o que se tome la justicia por su mano. Creo que realmente va de la mano de la serie cuando dice que las cosas se pueden hacer de muchas formas. Aparte de ser una especie de Semidios para muchos de nosotros, es un personaje muy humano y a veces roza el límite con lo que está mal. Por ejemplo, se ve cuando se trajo una prostituta a casa, pero tiene muy buen corazón. Es un personaje muy vivo, muy real y muy inspirador.
Tania y Bruno en 'Merlí'
De todos los valore y filosofias que enseña 'Merlí', ¿tú con cuál te quedas?
Me gustó mucho el cuento de la vaquita, no porque sea el capítulo en el que se marcha mi personaje, sino que particularmente el cuento de la vaca me parece maravilloso. Mucha gente me ha dicho que ese cuento le ha cambiado bastante la vida. Es un fragmento que recomiendo mucho, eso de salir de la zona de confort e intentar descubrir muchas más cosas y no quedarse estancado.
Estábamos dando filosofía en prime time y eso al final era como un cuento de hadas
¿Cómo has vivido el boom que ha supuesto la serie? ¿Os lo imaginabais?
La primera temporada sobre el papel nos enganchó. Teníamos un grupo de Whatsapp y Héctor Lozano nos enviaba los guiones como regalo de Reyes y al cabo de diez minutos ya estábamos pidiéndole otro. Estábamos enganchadísimos. Yo supongo que esa sensación, que estuvo presente durante todo el rodaje, nos dejó como resultado algo que nos gustaba mucho a nosotros y que cabía la posibilidad de que gustara también a la gente. La reflexión, las preguntas planteadas, estábamos dando filosofía en prime time y eso al final era como un cuento de hadas. A nuestro amigos y entorno les gustaba y yo en mi caso lo disfruté muchísimo. Recuerdo la sensación de cuando salió el capítulo 3, que fue en el que la gente empezó a reconocernos un poco más. Recuerdo salir del metro y en el camino cinco o seis personas se giraban a mirarme y yo sabía que era por la serie. Al principio me asusté mucho porque soy una persona a la que le encanta salir a pasear y ser invisible. Pero es una cosa nueva y se tiene que aprender a gestionar. Pero en general la gente te para para decirte cosas maravillosas. Ha sido un boom más importante por el reconocimiento que por repercusión.
La primera vez que me reconocieron por la calle me asusté
¿Puede que al ver que empezabas a ser más conocido en Barcelona decidieras dejar la serie?
No. Al principio se me pasó por la cabeza pero luego entendí que no me estaba haciendo famoso yo, sino la imagen que tiene la gente de mí. Mi vida íntima sigue estando ahí y la gente solo conoce un rostro. Cuando entendí eso dejó de asustarme lo de ser conocido porque conocer a una persona es una cosa diferente. Te haces una foto y se van con el móvil en las manos. No fue por eso.
¿Qué proyectos tienes ahora mismo? ¿Te veremos en alguna otra serie?
No estoy desvinculado de la interpretación porque para mí es una especie de droga. Estamos intentando montar una obra de teatro aunque todavía no es segura. Estoy, como te he dicho antes, con el cuento de la vaquita, explorando nuevos terrenos. Estoy escribiendo bastante, estoy haciendo mucha música, ayudo como técnico de sonido en el teatro... Necesitaba un tiempo de calma para aprender a pintar, aprender a escribir... Fueron tres años muy intensos y dejé de ser tan ambicioso a nivel profesional e intenté serlo a nivel humano. De momento no tengo ningún proyecto como actor.