Tras colgarse por primera vez la medalla de plata de Pekín 2008 "perdida" por unas rivales dopadas, Lydia Valentín ha visitado el plató de 'El hormiguero' como campeona del mundo, campeona olímpica y tres veces campeona de Europa de halterofilia. La deportista ha hecho balance de su camino hacia la cúspide con Pablo Motos, explicando su dura rutina y bromeando: "vivo con agujetas".
Lydia Valentín y sus medallas en 'El hormiguero'
Al respecto de esta medalla tardía, la haltera ha sido tajante contra las que fueron las primeras ganadoras y la organización: "han tardado demasiado. Es bastante penoso que se tenga que entregar una medalla tan tarde", señalando, "Me fui a Río sabiendo que partía como cabeza de la categoría".
Sin embargo, para la de Ponferrada, no es tanto esta espera sino la actitud de las atletas que han dado positivo: "Es penoso porque esto es deporte y hay que respetar sus fundamentos", apuntillando, "No vale todo por ganar". Asimismo, la deportista incidía en los valores que a ella le han llevado al triunfo: "La gente se sorprende por lo que yo hago que es deporte limpio pero es que siempre hay que hacer deporte limpio".
"Para mí no son deportistas"
Lydia Valentín ha sido la primera haltera española en alcanzar esa ansiada gloria en un deporte que ella considera minoritario, aprovechando la conversación con Motos para aclarar que su especialización entiende diferentes mundos muy contrapuestos: "Hay dos tipos de halterofilia, la oscura, donde hay de todo, y la de verdad, la que respeta los valores y es un movimiento olímpico".
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Es por ello, que la deportista se mostraba contundente en su discurso: "No se puede ganar de cualquier manera, sino con horas de dedicación, con años de esfuerzo", especificando que para ella ese lado "oscuro": "No considero que sea deporte, es un show", y sentenciaba, "Para mí no son deportistas".