Crítica de 'Altered Carbon': Una madura y visual distopía con un antihéroe como protagonista

Netflix y la distopía, la distopía y Netflix. Si con la compra de 'Black Mirror' la plataforma de streaming se había sumado a los mundos futuristas que tanto están de moda en la actualidad -véase las decenas de sagas cinematográficas y series que giran en torno a este tema-, la compañía parece querer profundizar en mayor medida en ello, para lo que ha contado con 'Altered Carbon', la adaptación televisiva de la novela de Richard K. Morgan.

'Altered Carbon' nos traslada a 2384, en un futuro en el que el discurrir de los seres humanos ha cambiado por completo. Ya no solo existe la inteligencia artificial con un enorme parecido a las personas y habilidades que las mejoran, sino que la humanidad ha cambiado su manera de vivir. La existencia es uno de los temas que se ponen en entredicho en la nueva serie de Netflix. ¿Es posible vivir eternamente si tu cuerpo muere? En 'Altered Carbon', sí.

Distopía cargada de madurez y oscuridad

'Altered Carbon' tiene un toque del que suelen adolecer este tipo de universos y es la madurez tanto en su estética como en sus tramas. En parte gracias al material original, la ficción no pretende acercarse a todos los públicos y lo demuestra con imágenes de sexo, sangre y violencia en sus episodios. De este modo, se aleja del aura juvenil facilón para dar la bienvenida a una apuesta en donde ya, desde la primera escena, nos muestran que el futuro que nos espera es muy peligroso.

Precisamente esta oscuridad es una de las características más llamativas a la hora de acercarse a la serie. Con un componente muy visual, que mantiene ciertas reminiscencias de "Blade Runner", resulta bastante atractiva por la calidad con la que se ha realizado, y es que técnicamente no tiene desperdicio. Es más, logra generar en el espectador un sentimiento de rechazo y cautela hacia esa futurista San Francisco ahora conocida como Bay City, facilitando la introducción en el relato por parte del espectador y haciéndole partícipe de ello.

Un antihéroe por protagonista

Joel Kinnaman, quien ya ha trabajado con Netflix en 'House of Cards' y al que muchos recordarán por "Escuadrón suicida", interpreta a Takeshi Kovacs o, mejor dicho, al nuevo cuerpo con el que este personaje se despierta de un gran letargo. Kovacs está lleno de luces y sombras y de muchos resquicios que lo convierten en un personaje muy interesante por explorar. Para nada es un chico bueno, sino que su vida pasada estuvo marcada por funciones más cercanas a las de un sicario. No teme tener que matar, mentir o ir por libre y eso genera un mayor interés en él.

Kinnaman impregna a su personaje de una notable interpretación, en donde destaca su atormentado pasado al que viaja a través de flashbacks. En apariencia es una persona dura, al que nada ni nadie le afecta, o eso pretende que todos piensen. Sin embargo, guarda pequeños momentos de debilidad, muy mínimos y escasamente perceptibles, pero que lo dotan de gran profundidad con el que poder explotarlo durante mucho tiempo. En cuanto al resto del reparto, todos brillan, aunque destacan James Purefoy y Martha Higareda entre ellos. Los personajes están creados de manera magistral, generando una perfecta interrelación y contraste entre unos y otros.

¿Diez episodios o uno de diez horas?

La facilidad que otorga Netflix de poder ver los capítulos sin pausas ha variado la manera de hacer ficción. Aunque muchos episodios todavía guardan un cliffhanger en el último minuto con el que llamar la atención del espectador y emplazarlo al siguiente, el manejo del ritmo ha variado de manera notable. 'Altered Carbon' lo sufre, y es que no vive un ritmo veloz en cada capítulo. Los episodios avanzan poco a poco, desvelando con lentitud nuevos detalles que ayudan a arrojar luz al caso que Kovacs debe resolver. De este modo, se asemeja más a un relato contando en diez horas que a una serie de diez episodios.

El primer episodio es, sin duda, el que más ralentiza la acción. El principal problema se encuentra en la presentación no tanto de los personajes, sino del universo en el que se enmarca la serie. Está plagado de términos desconocidos, como funda o pila, por lo que en un primer momento resulta complicado habituarse a ellos y saber qué significan y cuál es su importancia dentro del relato. Una vez que se entra en el juego y el espectador consigue impregnarse del lenguaje, es más sencillo dejarse llevar por ella; especialmente gracias a ese aura que envuelve la ficción y te atrapa.

En conclusión, 'Altered Carbon' tiene muchos elementos para convertirse en la serie del año de Netflix. Un reparto brillante, unos personajes tan bien construidos como las tramas y una historia potente plagada de nuevos términos que le otorgan un aire fresco dentro de una temática muy explotada en la actualidad. El ritmo quizá es su único punto en contra, pero visto el marcado carácter visual y el resto de características positivas, merece consolidarse como una gran apuesta de la plataforma.