El equipo de 'En el punto de mira' afrontaba, una vez más, un complicado reportaje. Después de la oleada de actuaciones violentas que se han vivido en varios barrios de Bilbao, todos ellos graves y cometidos por menores, un equipo de reporteros del programa de Cuatro se desplazaba hasta el municipio vasco para intentar hablar con algunos de los protagonistas de los delitos.
Reporteros de 'En el punto de mira'
Tras conocer el testimonio de vecinos ajenos a los presuntos delincuentes, los reporteros encontraban en una comisaría a uno de los protagonistas de una reciente agresión sexual. Sin ni siquiera hablar con él, Boro Barber, miembro del equipo, empezaba a notar ciertos comportamientos extraños en el joven y pedía las llaves del coche a su compañera, con intención de alejarse de la zona.
Sin embargo, el acusado comenzaba a acelerar el paso y, de una manera violenta, les increpaba que le estuvieran grabando. Entre amenazas e insultos, y siempre muy enfadados, el implicado en la violación de una joven y un familiar de este, se acercaban cada vez más al equipo de reporteros del programa. La tensión aumentaba por momentos y, de repente, el familiar del acusado corría hacia la cámara de 'En el punto de mira' y le pegaba un puñetazo y una patada.
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Preocupados por las amenazas
Los protagonistas, visiblemente nerviosos, continuaban increpando a los reporteros su presencia y estos, temiendo una agresión mayor, se subían al coche y se dirigían hasta otra localidad cercana. El vehículo había sufrido graves desperfectos y ellos se veían obligados a cambiarlo. "Hemos tenido que salir huyendo del barrio en el que estábamos, nos hemos tenido que venir a una zona en otra localidad, en un sitio rodeado de vecinos porque pensábamos que nos podían estar siguiendo", aseguraba el reportero del espacio de Cuatro.