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Jordi Évole, en imágenes 32 fotos
Es uno de los tabús que más marca nuestro modo de vida. En una sociedad que muestra cada vez mayor conciencia animal existe un lugar de sombra donde nadie quiere o prefiere no saber, la situación de los animales que consumimos antes de llegar al supermercado. En una industria competitiva, con numerosas ofertas y aún mayor demando, 'Salvados' ha querido adentrarse en algunas granjas donde "viven" los animales antes de llegar al plato. No obstante, antes de comenzar el reportaje, Jordi Évole explicaba en su red del pájaro azul: "En el programa enseñamos lo que nos encontramos nosotros, sin pretender decir que es representativo del sector. Aunque la opacidad que nos hemos encontrado tampoco ayuda".
Jordi Évole en el programa de 'Salvados: Stranger Pigs'
"Está masificación industrial no nos puede dar un bienestar real"
Según apuntaba Florent Marcellesi, eurodiputado de de EQUO, la sociedad actual: "Tenemos que reducir nuestro consumo a la mitad", puesto que, "En España matamos anualmente un número de cerdos equivalente a toda la población" con el 90% de las granjas de carácter industrial y únicamente unas 155 ecológicas. "Eso significa maltrato, animales confinados, extresados, infecciones, que pueden llegar al canibalismo", apuntaba.
Por otro lado, el activista explicaba otras de las consecuencias que tiene esta forma de producir, que no solo afecta a los animales. Marceselli relataba como la gran cantidad de medicamentos que se proporciona a los cerdos hace que el ser humano "desarrolle resistencias a las enfermedades. Está masificación industrial no nos puede dar un bienestar real", apuntillando, "Está cada vez más concentrado en pocas empresas, además con mucha falta de transparencia. Se avisa a las industrias antes de inspeccionarlas".
"En esta empresa vale más el cerdo que está colgado que los propios trabajadores"
Pero no solo la situación de los animales ha sido de interés del programa, las circunstancias de sus trabajadores también. Con un perfil evidente de extranjeros como mano de obra, muchos de ellos denunciaban: "Al fin de mes no te llega ni a 900 euros", o, "Ha habido gente que no ha podido ni ir al lavabo", haciendo hincapié en su situación: "Nos hacen esto porque somos extranjeros y no tenemos opción. Somos todos negros porque nos pueden engañar, no entendemos el idioma, hacen lo que quiere con nosotros".
En defensa de todos ellos hablaba Montse Castañé, coordinadora y obrera sindical, que apuntaba: "Me han roto el coche, he recibido y recibo amenazas e incluso me han ofrecido dinero", y se indignaba, "En esta empresa vale más el cerdo que está colgado que los propios trabajadores".
"Responsabilidad no tenemos ninguna"
Llegaba entonces el turno de las imágenes más complicadas, con un veterinario vegano como telonero, Alfonso Senovilla. El especialista, trabajador de estas granjas y mataderos, dejaba claro una realidad que muchos no quieren escuchar: "Tenemos que desterrar la idea de que los animales están libres por el campo. Se hacen prácticas terribles y que son inadmisibles e ilegales".
Imágenes captadas por 'Salvados' en una de las granjas
Una vez dentro de una de esas granjas donde los animales se encuentran en circunstancias inhumanas, Jordi Évole espetaba: "Parecen monstruos". Animales muertos, deformes y malheridos convivía con el fin de engordar en apenas unos meses. Tras insistir en numerosas ocasiones, 'Salvados' conseguía entrevistar al dorector general de Ganadería de la Región de Murcia que tras ver las imágenes se ceñía a un simple: "Responsabilidad no tenemos ninguna. Sí hubiésemos conocido el caso y no hubiésemos hecho nada la tendríamos pero no es así".
La respuesta de El Pozo
Durante la emisión del programa, El Pozo ha querido negar toda relación con las granjas mostradas y ha lanzado un comunicado a través de Twitter: "Es imposible que animales como los mostrados en el programa 'Salvados' entren en nuestra cadena de producción", explicando, "Las imágenes que se ven en el programa corresponden un área de recuperación sanitaria, es decir, son animales que tienen algún tipo de malformación o enfermedad de nacimiento que deben vigilarse para controlar su evolución y mejora y, si no es posible, su sacrificio sanitario".
Igualmente, el gigante cárnico ha señalado: "El código ético y deontológico establecido en la ganadería española obliga al granjero a intentar recuperar sanitariamente a cualquier animal que a lo largo de su vida pueda sufrir un defecto físico antes de que se determine su eliminación bajo control sanitario", tachando al programa de tendencioso, "Nuestra empresa, se desvincula absolutamente del contenido emitido por el programa, para cuya elaboración se han utilizado imágenes capciosas que distorsionan totalmente la realidad sobre la actividad empresarial de la compañía".
