'First Dates' recibió a Jonathan y a Erika, dos jóvenes los cuales disfrutaron de una velada un tanto aparatosa. Al comenzar la cita se podía observar a Jonathan como si la única finalidad de ir al programa fuera conseguir cenar gratis ya que prácticamente fue a lo único que se dedicó, además de interesarse por el peso y la estatura de Erika.
El golpe y la cena de Jonathan en 'First Dates'
El chico de 23 años al que rotularon como: "Con apetito y requisitos", parecía estar mucho más centrado en la comida que en su cita. Mientras Erika le observaba quiso explicarle: "No te asustes, yo cuando como... si no como me pongo nervioso". Por su parte, Erika de 19 años, "comprensiva y decidida", confesaba a cámara sus primeras impresiones viéndole en la cena: "He pensado: 'Sí que tiene hambre el chiquillo'".
Pese a todo esto, Erika aseguraba que le había hecho reír y continuaba: "Yo creo que a Jonathan sí que le he podido gustar porque eso se nota, a la hora de hablar lo he percibido". Tras esto observábamos a Jonathan, quien pese a haber comido parecía nervioso, saliendo del baño. El fallo de este fue que al abrir la puerta le faltó "decisión y al segundo la volvió a cerrar, propiciándose un golpe en la cara.
El desenlace
Pese a todos los altercados que hubo a lo largo de la cita, Jonathan y Erika pasaron a tomar el postre en la terraza de 'First Dates'. Al terminar la cena, decidieron abrir una de las bolas de plástico que se encuentran en la máquina de la terraza y que contienen mensajes en su interior, en la suya se leía: Besos en la nuca y el cuello.
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Al principio se vio a Erika un poco tímida pero Jonathan cogió la iniciativa y terminaron besándose en más sitios de los que ponía en el papel. Una vez en el set donde se decide la decisión final, ambos aseguraron que querían seguir viéndose fuera porque se lo habían pasado muy bien y habían disfrutado de la velada.