La actriz Rose McGowan se ha pronunciado sobre la muerte de su exrepresentante Jill Messick a los cuatro días de que esta fuese encontrada muerta tras suicidarse. Messick trabajó con McGowan en el año 1997, periodo en el que la actriz denunció haber sido violada por el productor Harvey Weinstein. McGowan también aprovecho esta dura declaración pública para hablar del poco apoyo que recibió por la representante en aquel entonces.
McGowan, primera mujer en acusar y denunciar de forma pública al famoso productor, mostraba sus condolencias tras la trágica muerte a través de su perfil de Instagram, deseando que la fallecida "encuentre la paz y serenidad junto a las estrellas". Además, también tenía palabras en contra de Harvey Weinstein: "Que un único hombre pudiera causar tanto daño es sorprendente, pero trágicamente cierto. El mal hombres nos hizo esto a las dos". La protagonista de 'Embrujadas' involucró a Messick de forma directa en la confesión que hizo sobre Weinstein, algo que afectó gravemente a la salud de la representante, según afirmó la familia de la misma.
"Ver su nombre una y otra vez en los titulares, como parte de los intentos de una persona de ganar notoriedad para su cruzada personal, sumado a los desesperados intentos de Weinstein por justificarse, acabó sobrepasándola. La destrozó", ha declarado la familia de Messick, acusando indirectamente al productor y la actriz como unos de los principales culpables de este inesperado suicidio.
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Cruzada contra Weinstein
Rose McGowan fue la primera en denunciar de forma pública las malas artes que se gastaba el productor estadounidense con el equipo femenino de sus películas. Tras la valentía y coraje de McGowan, una larga lista de más de 80 mujeres se han atrevido ya a denunciar casos de acoso sexual, agresión sexual o violación relacionados con Weinstein. En dicha lista, se encuentran nombres como los de Salma Hayek, Gwyneth Paltrow, Angelina Jolie, Uma Thurman o Cara Delevingne.