Uno de los últimos reportajes que realizó Jordi Évole en 'Salvados' sigue trayendo dolores de cabeza a los afectados por las imágenes mostradas. Quien ha tomado ahora una decisión, nueve días después de la emisión del programa, ha sido el grupo Fuertes, dueños de El Pozo, que dejará de trabajar con la granja Hermanos Carrasco del municipio de Alhama, Murcia, donde se grabó la parte más comprometida programa.
Cerdo grabado en 'Salvados: Stranger Pigs'
El fin de esta relación se debe a un "expediente de investigación" interno por parte de El Pozo, tal y como explica Efe. La empresa murciana señala que, desde octubre, se están ampliando "los estándares de calidad" sobre bienestar animal. De la misma forma, el portavoz que ha comunicado la noticia al medio citado anteriormente ha asegurado que se ha revisado todos los criterios y la rigurosidad durante el proceso de sacrificio del animal, así como más veterinarios en plantilla y mayor frecuencia en los controles de sus granjas proveedoras.
El Pozo ha querido destacar su posición de "empresa líder" en el sector. Además se encuentran estudiando "medidas adiciones en materia de bienestar" para que no "exista el menor recelo" acerca de las diferentes fases durante su trabajo. Además la empresa valora colaborar "en próximas fechas" con grupos animalistas.
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Respuestas tras el reportaje
En un comunicado posterior al programa, El Pozo se desvinculó del reportaje y afirmó que las imágenes del programa eran de "un área de recuperación sanitaria" para vigilar la evolución de los cerdos y, en caso de no mejorar, se sacrificarían, ya que esos animales "jamás entrarían en la cadena de producción". A pesar de ello, dos supermercados belgas, Colruyt y Delhaize, han decidido retirar los productos de la empresa murciana de sus estanterías.