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El 25 de febrero de 1994 llegaba al mundo Ricardo Gómez, pero por aquel entonces nadie podía imaginar que tenía por delante una exitosa carrera interpretativa. Con tan solo siete años fue elegido para dar vida a Carlos Alcántara en 'Cuéntame cómo pasó', papel con el que se ha hecho popularmente conocido. Sin embargo, el actor también cuenta con otros trabajos en su currículum, proyectos que hemos podido ver en la pequeña y gran pantalla y en teatro. En concreto, ha participado en películas como "Tiovivo C. 1950" o "Los últimos de Filipinas", largometraje por el que fue nominado a los Premios Goya, y en series como 'El padre de Caín' o 'Temporada baja'. Además, tiene pendiente el estreno de la ficción 'Vivir sin permiso', donde interpretará a Alejandro.
Lo que nadie puede negar es que Ricardo Gómez se ha convertido en uno de los actores más relevantes del panorama nacional, gracias, en parte, al personaje interpretado en 'Cuéntame cómo pasó' y que le sirvió para darse a conocer en televisión. Gómez es el encargado de dar vida al heredero, el que fuera el benjamín de la familia cuando conocimos a los Alcántara. Hemos crecido junto a él, viéndole evolucionar y convertirse en todo un hombre, al mismo tiempo que hemos disfrutado de la madurez interpretativa del actor. Desde FormulaTV queremos repasar cómo ha evolucionado Carlos Alcántara desde que apareciera por primera vez en pantalla en 'Cuéntame cómo pasó'.De niño travieso a adolescente inquieto y enamoradizo
Carlitos dejó atrás su cara de niño bueno para convertirse en un adolescente inquieto
Cuando conocimos a Carlos Alcántara, "Carlitos" era un niño travieso, avispado y despierto, que se ganaba la simpatía de todos con su carita de buen chico que escondía cierto toque de picardía. En los primeros capítulos de la ficción formaba un trío maravilloso junto a sus inseparables amigos Josete (Santi Crespo) y Luis (Manuel Dios), con los que pasaba las horas jugando en la calle y haciendo de las suyas. San Genaro era el escenario perfecto para sus juegos y planes, entre los que se encontraba sacar de quicio a sus vecinos, sobre todo a Cervan, que tuvo que aguantar más de una vez las travesuras de los chicos.
El tiempo fue pasando y, poco a poco, Carlos llegó a la adolescencia, una etapa en la que comenzó a mostrar sus inquietudes. El cine, la lectura y la escritura se alzaban como las predilecciones del chico, que disfrutaba grabando sus propios cortometrajes y escribiendo historias de todo tipo, una faceta que desarrollaría más adelante. Además, como cualquier joven de su edad, el amor empieza a ser una parte importante de su vida, enamorándose de varias chicas. Julia (Claudia Traisac) fue su primera aventura amorosa, una relación que terminó cuando ella se fijó en un chico más mayor. También estuvo encandilado por Carola (Ana Risueño), su profesora. Sin embargo, Karina (Elena Rivera) le hizo perder la cabeza y se convirtió en la chica de sus sueños.
De militar a la cárcel
Carlos fue militar y al poco tiempo acabó en la cárcel
La llegada a la mayoría de edad supuso que Carlitos dejara de ser apodado como tal para ser Carlos Alcántara. Aunque en un primer momento tenía pensado ir a la universidad y estudiar Filología para desarrollar su faceta como escritor, finalmente opta por alistarse en la mili como voluntario en el Grupo de Transmisiones del Ejército del Aire. Esta nueva experiencia le lleva por nuevos caminos, especialmente cuando conoce a Felipe (Nacho Aldeguer) compañero con el que entabla una amistad que dura varios años. Asimismo, al terminar su periplo en la mili decide estudiar empresariales, lo que al mismo tiempo le anima a abrir el Fly Bar, un local de copas en pleno centro de Madrid que dirige junto a Felipe.
La gestión del bar consigue que Carlos lleve su primer negocio de verdad y logre cierta libertad e independencia, además, se ofrece como manager del grupo "Rosa Chillón", formado por sus amigos de toda la vida. Sin embargo, lo que parecía todo un éxito acaba enturbiado por culpa de los trapicheos de drogas y alcohol que encabeza Felipe, que utiliza el local regentado por Carlos para traficar con estupefacientes. De este modo, Carlos acaba siendo detenido y encerrado entre rejas, donde vive los peores momentos de su existencia y termina en el hospital al borde de la muerte después de ser apuñalado por otro de los reclusos.
De estar al borde de la muerte a encontrar su lugar en el mundo
Carlos pasó una fuerte crisis personal que le llevó a viajar
Estar a punto de morir provocó miedos y pesadillas en Carlos, que pasó una etapa marcada por los temores por culpa de las malas experiencias vividas en la cárcel y que dejarán huella para siempre en su persona, siendo un punto de inflexión en su vida. Para intentar olvidarse de lo ocurrido viajó a Londres junto a su hermano Toni, donde vivió una temporada. Después regresó a España y retomó su negocio en el bar y asistió a terapia para superar definitivamente sus traumas. Así pues, la acumulación de todas estas situaciones le hizo replantearse muchas cosas y comenzar a ver la vida de otro modo.
Ser testigo de primera mano del accidente ocurrido en la discoteca Alcalá 20, que casi le cuesta la vida a Karina, terminó por derrumbar a Carlos, por lo que no es de extrañar que, con todo lo sufrido, el joven viviera una fuerte crisis personal y decidiera poner tierra de por medio e iniciar un viaje en moto en busca de sí mismo. Durante el trayecto conoció a diferentes personas y otros modos de vida distintos a lo que él estaba acostumbrado, dejándose llevar por las circunstancias y poniéndose a prueba a él mismo. Así hasta que se reencontró con un viejo conocido, Luis, su amigo de la infancia, momento el que culminó su viaje y regresó a Sagrillas y a Madrid.
De escritor de éxito a padre de familia
Carlos ha pasado de preocuparse solo por escribir a cuidar a su propia familia
El ímpetu de Antonio Alcántara (Imanol Arias) para que "su heredero" fuera el responsable de sus negocios siempre ha sido un gran peso para Carlos, que nunca ha estado convencido de querer estar al frente de la bodega de su padre. Sin embargo, tras el viaje en moto, el joven acabó aceptando trabajar en los viñedos en Sagrillas junto a su amigo Luis, al que ayudó a salir adelante. Nunca dejó atrás su pasión por la escritura y todas las vivencias e inquietudes quedaron plasmadas en su primera novela, un libro que fue presentado con éxito y que sirvió para que su familia estuviera orgullosa de él. Además, tras los diversos viajes y pasar una temporada en Sagrillas, Carlos comenzó una nueva vida junto a Julia en Bruselas, donde pudo dedicarse a escribir mientras aprendía la forma de sacarse las castañas del fuego trabajando en un restaurante fregando platos y acumulando nuevas experiencias
En la actualidad, Carlos Alcántara es el propietario del hotel "La Casa de Doña Pura" y se ha convertido en todo un padre de familia, algo de lo que llegó a renegar y que acabó aceptando por estar junto a Karina, la mujer de la que siempre ha estado enamorado a pesar de haber mantenido relaciones con otras chicas. Sus intereses han cambiado por completo y ahora solo piensa en ganar dinero para que a su familia no le falte de nada, renegando de la ayuda de sus padres o sus hermanos y desvinculándose de los proyectos que le unen especialmente a Antonio. Su intención de demostrar que no necesita de nadie para sobrevivir y ser económicamente independiente.