La nonagésima edición de los Oscar comenzaba con un recuerdo al pasado, una estética en blanco y negro en la que podía apreciarse el paso de algunos de los actores y actrices invitados a la ceremonia por la alfombra roja. Jimmy Kimmel era el encargado, por segunda vez, de conducir una entrega de premios que prometía, como ya pasara en lo Globos de Oro, mucha reivindicación tras los numerosos casos de acoso sexual en la industria cinematográfica y televisiva.
Jimmy Kimmel en los Oscar 2018
La ceremonia no podía empezar de otra manera que recordando el momento con el que cerraba la edición de 2017. El colosal error que entregaba el premio a Mejor Película a "La La Land" en lugar de "Moonlight" quedaba como uno de los momentos de la anterior entrega de premios, pero Jimmy Kimmel prometía, en su discurso inicial, no tropezar con la misma piedra.
Los abusos protagonizados por Harvey Weinstein en los últimos meses no podían faltar en el monólogo inicial del presentador que aseguraba que el premio Oscar era el más prestigioso por "tener las manos donde pueden verse, no decir palabrotas y no tener pene". El presentador apelaba a la necesidad de luchar contra los continuos abusos a la mujer dentro del trabajo e ironizaba con la situación fuera de él: "Si conseguimos parar el acoso sexual en el trabajo, las mujeres solo tendrán que lidiar con él el resto del tiempo, en cada lugar al que vayan".
Una reivindicación que continuaba con la mayor presencia que este año han tenido las mujeres en las nominaciones, que sin ser excesiva, ha mejorado con respecto a ediciones anteriores. "Se han roto techos en cuanto a escritura de guiones, es la primera vez que se nomina a una mujer en Dirección de Fotografía, además tenemos a Greta Gerwig, primera mujer nominada a Mejor Dirección en ocho años", comentaba el presentador, que hacía referencia, también, a la brecha salarial que existe en el mundo cinematográfico, en especial, y a lo mucho que quedaba por hacer por acabar con esas desigualdades.
Los protagonistas de la noche
No podía faltar la particular mención a las películas nominadas. "Yo, Tonya" y Margot Robbie, "Déjame salir" y el exitoso debut de Jordan Peele, con el que aprovechaba para lanzar la primera pulla de la noche a Donald Trump, eran junto con "Call Me By Your Name" y la edad de su protagonista, Timothée Chalamet, alguno de los más comentados durante el monólogo inicial. Frente a ellas, "La forma del agua", el film con más nominaciones de la edición. "Recordaremos este año como el año en el que los hombres la cagaron tanto que las mujeres comenzaron a salir con anfibios", comentaba el presentador, en referencia a la trama de la película protagonizada por Sally Hawkins.
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Para cerrar su discurso, Jimmy Kimmel recordaba la duración de los primeros Oscar que se emitían, hace 90 años, de tan solo 15 minutos y ofrecía a los ganadores de algún galardón la posibilidad de obtener un premio adicional si conseguían el discurso más breve de la noche. Helen Mirren anunciaba dicho premio, ni más ni menos que una moto de agua, recordando al mítico concurso de televisión 'El precio justo'.