GOURMET EDITION

Hablar de sexo calma la tensión entre Víctor Janeiro y Lucía Etxebarría en 'Ven a cenar conmigo'

La tercera cena del formato podría ser la más incómoda ya que la animalista Lucía Etxebarría acudió a cenar a casa del torero Víctor Janeiro.

Por Jose María Martínez El 7 de Marzo 2018 | 12:46

La tercera cena de 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition' sabíamos que iba a traer cola. Por un lado, los diferentes personajes que participan no tienen nada en común entre ellos y, por otro, hacer que Lucía Etxebarria cene tranquilamente en la casa de Víctor Janeiro siendo torero, puede ser una misión imposible.

Los cuatro anfitriones de 'Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition'

Lo cierto es que fue la única cena donde pudimos ver a Lucía Etxebarría contenta, ya que a base de insistir, por fin consiguió la túnica que Rappel le había prometido. Con ella, asegura que será la reina de todas las fiestas de Malasaña, eso sí, no quiere estropearla mucho porque "es de seda de la buena" y si le va mal económicamente tiene claro que la va a vender.

Por supuesto, toda esa felicidad que la escritora tuvo gracias al detalle de Rappel, se esfumaron cuando comenzó la conversación sobre los toros. Ana Obregón quiso incluso probarse el traje de la alternativa de Janeiro que tenía en su salón. Mientras le enseñaba unos pases y sin que nadie se diese cuenta, Etxebarría se salió al rellano de la casa del de Ubrique para no estar presente en conversaciones "sobre matar animales".

'Ellas y el sexo débil'

Como en toda conversación incómoda que se precie, la solución era clara: hablar de sexo. Todo surgió durante la degustación del postre que Janeiro había preparado, cuyo nombre era "mi primera vez". Víctor afirmaba que su primer beso fue a los 13 años, pero él no se esperaba que le fueran a meter la lengua a la boca.

Lucía se niega a contarlo y Rappel narra que su primera vez fue en un palco de un teatro, con una chica más mayor. Obregón contó, en cambio, que en su primera vez sintió mucho asco porque notó la lengua en su boca y no le gustó la sensación. Y este tema sirvió para llegar a un punto de entendimiento entre la escritora y el torero, ya que los dos estaban de acuerdo en que su primera vez manteniendo relaciones no había sido una buena experiencia.