El obispo de Alcalá afirma en la misa de TVE que el Estado atenta contra el cristianismo y critica a La Movida

Juan Antonio Reig, el polémico obispo de Alcalá de Henares, ha vuelto a protagonizar una misa en la que sus palabras de nuevo han generado gran controversia. En la homilía emitida el domingo 18 de marzo, Reig Plà ha criticado que los jóvenes españoles han sido apartados de la religión cristiana culpando al Estado español durante la celebración del Día del Seminario.

El obispo ha denunciado a través de la misa que fue emitida en La 2 un "apartheid" contra "la tradición cristiana" llevado a cabo por "un proceso de descristianización y secularismo" del cual hace culpable al Estado español. Según Reig Plà, la democracia ha provocado que "los jóvenes españoles, siguiendo un claro proceso mercantilista y de ingeniería social, fueron apartados de la tradición de nuestros pueblos, de la tradición cristiana de los mayores". Define esto como "La Movida", un momento "en el que los mercaderes no sólo ofrecían espacios de ocio diferentes, sino que promovían también el alcohol, la droga y la propuesta de un mal llamado 'amor' reducido simplemente al sexo despersonalizado y, a veces, promiscuo".

Reig critica que se han establecido una serie de "hábitos antifamiliares" en la sociedad actual en la que se da el "eclipse del padre, el alto paro juvenil y los procesos educativos cargados con las ideologías actuales y con leyes cada vez más permisivas". Además, añade que los jóvenes están faltos "de maduración en la masculinidad y feminidad, asediados muchos de ellos por la pornografía e incapaces de seguir las sendas de las virtudes humanas y cristianas".

"Los nuevos derechos" que "atentan" contra la doctrina de la Iglesia

El obispo de Alcalá culpa del "proceso de descristianización" a "la administración y Gobierno de nuestros pueblos" que "se han escudado en la llamada tolerancia del mal menor para pasar a la indiferencia y neutralidad ante el desmoronamiento de las familias y el creciente individualismo que convierte a la sociedad en una masa de individuos con intereses contrapuestos".

Además, añade que "no contentos con la neutralidad se han promovido también, mediante la manipulación del lenguaje, los llamados nuevos derechos que atentan contra la naturaleza de la persona y no garantizan el carácter sagrado de la vida, la dignidad del matrimonio, el bien social de la familia y los criterios de una educación que encamine la libertad por las sendas de la virtud y los bienes custodiados por la Doctrina Social de la Iglesia".