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Segunda desterrada
La expulsión se retrasa
Tras perder la segunda batalla del concurso, Mayte Zaldívar se enfrenta ahora a un nuevo tipo de supervivencia. Una mucho más dura, con nuevas desventajas pero también con algún que otro privilegio adicional. A partir de esta semana, la concursante vivirá junto a Melissa Vargas, la primera asilvestrada, en la plataforma situada entre las dos playas.
De esta manera, Mayte tiene una segunda oportunidad de continuar en el programa. La expulsión, así, se retrasa hasta nuevo aviso. Como venía siendo habitual en otras ediciones, lo lógico hubiera sido que la primera expulsión se debatiera entre Melissa y el desterrado de esta semana, pero el programa no quiere perder a una de sus grandes bazas. Y es que los cuatro nominados de la semana están contando con mucho protagonismo.
Ahora, las dos concursantes asilvestradas no podrán comunicarse con ninguno de sus compañeros, ni siquiera cuando suene la caracola que permite a ambos equipos mantener una breve conversación en la valla que separa ambas playas. Por el contrario, pueden utilizar las herramientas con las que cuentan ambos equipos, tanto los civilizados como los salvajes.