13 grandes frases de Marisa en 'Aquí no hay quien viva'

Con el paso del tiempo 'Aquí no hay quien viva' se ha convertido en un clásico del panorama televisivo nacional. La comedia creada por los hermanos Caballero nos ha dejado historias de lo más divertidas, aunque sus personajes siempre formarán parte del recuerdo de los seguidores de esta comedia. Entre todos los vecinos de Desengaño 21 destacaban "las supernenas", el trío de señoras formado por Marisa, Vicenta y Concha. La primera de ellas, interpretada por la gran Mariví Bilbao, se caracterizaba por su peculiar sentido del humor, su carácter cotilla por naturaleza y por su afición al tabaco y al chinchón.

Este personaje fue el papel de mayor éxito de Mariví, el personaje con el que se dio a conocer al gran público en el año 2003. Su fama le llegó a una edad tardía, pero supo ganarse el cariño y el respeto de los espectadores. Desgraciadamente, la actriz falleció el 3 de abril de 2013 a los 83 años, quedando para siempre sus espléndidas interpretaciones. Desde FormulaTV queremos rendir un particular homenaje a la intérprete recordando algunas de las grandes frases que nos regaló con su interpretación de Marisa en 'Aquí no hay quien viva'.

1 "Qué mona va esta chica siempre"

Cada personaje de 'Aquí no hay quien viva' tiene una frase que le identifica y que se ha convertido en su seña de identidad. En el caso de Marisa son varias las frases y expresiones que todavía permanecen en el recuerdo de los espectadores, pero una de ellas destaca por encima de todas. Así pues, "Qué mona va esta chica siempre" se convirtió en un clásico de la ficción, una frase que escuchábamos de boca de Marisa cada vez que esta se dirigía a su vecina Lucía (María Adánez) para expresar lo bien vestida y guapa que iba siempre.

2 "Movida, movida"

Otra frase célebre de la comedia y de Marisa en concreto es "Movida, movida", una expresión que la hermana mayor de Vicenta siempre decía con una sonrisa en la cara. La señora disfrutaba al máximo cada vez que los vecinos de la comunidad más famosa de la televisión se metían en líos, porque a Marisa le encantaba participar en conflictos y problemas y eso se reflejaba hasta en su vocabulario. De este modo, cuando el espectador escuchaba esta frase sabía de antemano que lo que iba a suceder a continuación no era nada bueno.

3 "A ese me lo tiré"

Marisa nunca ha tenido problema alguno en hablar de temas personales, a excepción de su fallido matrimonio. Según ella, cuando llegó a Desengaño 21, después de que su marido Manolo le abandonara, no perdió el tiempo en lo que a hombres se refiere. Su desparpajo y su descaro le sirvieron para engatusar a todos los señores que pasaban por el edificio, empezando por Don Bartolomé Méndez Zuloaga, el primer presidente de la comunidad. Asimismo, también tuvo un fugar idilio con Mariano (Eduardo Gómez), el padre del portero. De esta forma, parece que Marisa fue toda una conquistadora nata y la más ligona del lugar.

4 "¿Y qué le importa a esta gente lo que me hizo a mí Manolo?"

Una de las cosas que más irritaban a Marisa era su hermana Vicenta. La relación entre ambas tenía sus momentos de altibajos, como en cualquier familia, sobre todo cuando discutían por la propiedad del piso o por las imprudencias de Vicenta. Pero lo que Marisa nunca aguantaba era que su hermana le recordara cada dos por tres que Manolo la había abandonado. Pero lo peor de todo es que siempre lo decía delante del resto de sus vecinos, como si les importara lo que le había sucedido a Marisa con el que fuera su marido. Lo más gracioso es que la propia Vicenta llegó a tener un breve idilio con su excuñado.

5 "No intentes acojonarnos. Si Pinochet se libró por viejo, nosotras con más motivo"

Marisa, Vicenta y Concha, a pesar de que pasaban mucho tiempo en el bingo intentando ganarse un dinero extra, preferían recurrir a sus propias artimañas para ahorrarse unos cuantos euros. De este modo, el trío más gamberro de Desengaño 21 no dudaba en acudir al supermercado y sustraer todo tipo de alimentos y recursos, desde anchoas o aceite hasta pilas para el mando. Igualmente, tampoco les temblaba el pulso cuando tenían que entrar en la casa de algún vecino, aunque eso fuera allanamiento de morada, y todo ello sin miedo a ser detenidas, porque si Pinochet se libró por viejo, ellas con más motivo.

6 "Está a dos cigarros de aquí"

Que Marisa fumara siempre que podía no era nada extraño, de hecho, verla por lo menos una vez en cada episodio con un cigarrillo en la mano era algo normal. Los espectadores se acostumbraron rápido a los malos hábitos de Marisa, pero es que para ella fumar era esencial en su día a día. Al igual que el chinchón o el bingo, el tabaco formaba parte de la vida de Marisa, tanto es así que incluso cambió el sistema métrico para contar los metros o los pasos en cigarros. Así pues, ella sabía lo que se tardaba en llegar a un lugar en función de los cigarros que le daba tiempo a fumarse. Algo poco saludable pero efectivo.

7 "Ella misma se ha condenado, porque yo, con los egoísmos, ¡es que no puedo!"

Cuando Concha fue internada en un geriátrico por su hijo, Vicenta decidió acogerla en su casa para que compartiera piso con ella y su hermana. Así fue como "las supernenas" ganaron más poder que nunca. No obstante, aunque eran muy buenas amigas, también tenían sus problemas e inconvenientes. En una de las ocasiones, Marisa y Vicenta colaboraron en el robo del dinero que Concha escondía en su colchón, y tiempo después las hermanas Benito se unieron para dejarla fuera del viaje que se habían agenciado tras hacerse con los billetes de la luna de miel de Lucía y Roberto.

8 "¡Qué va! Si este es mentolado, con este me curo yo los catarros"

A pesar de que Vicenta era la hermana pequeña, ella siempre estaba detrás de Marisa para que esta cuidara su salud. No era de extrañar la preocupación de Vicenta, sobre todo porque Marisa no se molestaba nada en llevar cuidado con el alcohol que tomaba, lo que comía o la cantidad de tabaco diario que fumaba. Precisamente, los cigarrillos eran un auténtico vicio para Marisa, consiguiendo organizar un atrincheramiento cuando les prohibieron fumar en el edificio, o incluso llegando a justificar su consumo alegando que utilizaba el tabaco mentolado para curar sus catarros.

9 "Nave nodriza llamando a Vicenta: aterriza... cambio"

Los despistes de Vicenta eran tónica habitual en muchos capítulos. La pequeña de las Benito olvidaba frecuentemente la mayoría de las cosas, aunque a veces su falta de conocimiento se debía al exceso de inocencia que mostraba la mujer. Por ejemplo, en una ocasión llegó a creer que Spiderman instaba antenas parabólicas. Todos los vecinos y, sobre todo, Marisa, sabían de sobra que la señora sufría estos problemillas, pero eso no quitaba que incluso Marisa a veces se quedara extrañada con los absurdos razonamientos y comentarios de su hermana y pensara que se había quedado en otro planeta.

10 "¡Un desalojo, otra ocupación!"

Cada vez que se producía un altercado en la comunidad, Marisa era la primera en sumarse al problema, fuera el que fuera. La señora no lo podía evitar porque le encantaba formar parte de cualquier conflicto, pero es que, además por sus venas corría sangre de mujer reivindicativa. Su vestuario ya demostraba que era una mujer adelantada a su tiempo, por lo que en ella podíamos escuchar frases como "¡Un desalojo, otra ocupación!" o "¡Nosotras parimos, nosotras decidimos!". Así pues, Marisa empleaba este tipo de vocabulario cuando la echaban de casa o del edificio y tenía que buscarse la vida o cuando quería reclamar su derecho a opinar y decidir.

11 "¡Paco, otra vez se me ha tragado dos euros la máquina!"

Siempre que podían, Marisa, Vicenta y Concha acudían al supermercado para llenar su despensa de forma gratuita, empleando para ello sus típicas trampas para robar. Además, como la obsesión por el tabaco y por fumar de Marisa alcanzaba límites insospechados, no dudaba en usar sus trucos como experta timadora para intentar que Paquito le diera paquetes de tabaco de la máquina del videoclub de manera gratuita. Así pues, la ingeniosa Marisa hacía como que el artilugio se quedaba el dinero y no le daba la mercancía para engañar a Paquito.

12 "Os vais a cagar, ¡Radio Patio se va a cebar más con vosotros, que la Cope con Zapatero!"

La afición preferida de Marisa, Concha y Vicenta es estar informadas sobre todo lo que acontece en la comunidad. Las tres tenían controlado en todo momento lo que sucedía en Desengaño 21, para ello llegaron a colocar tres mirillas en la puerta de su piso para poder realizar vigilancias diarias para que no se les escapara ni un solo detalle. Sin embargo, cuando no tenían temas de conversación eran capaces de inventar cualquier rumor con tal de poder cotillear de lo que fuera. Además, en algunas ocasiones tenían especial predilección por ciertos vecinos y e incluso utilizaban como amenaza a Radio Patio.

13 "Radio Patio 24 horas, así han pasado las cosas, así las hemos contado"

El último capítulo de 'Aquí no hay quien viva' fue todo un homenaje al edificio en el que nuestros protagonistas vivieron mil y una aventuras. Entre las paredes de Desengaño 21 sucedieron los acontecimientos más surrealistas que pudiéramos imaginar, pero uno de los lugares más míticos era el patio, sitio preferido por Marisa y sus amigas para escuchar las conversaciones personales del resto de vecinos. Desde la ventana del 1ºA tenían un lugar privilegiado para cotillear, por este motivo, desde ahí fue desde donde Marisa se despidió de todos en la última retransmisión de Radio Patio.