'Anatomía de Grey': Un nuevo hombre llega a la vida de Meredith en el 14x17

La semana pasada en 'Anatomía de Grey' Jo consiguió convencer a Meredith para que no tirara la toalla y siguiera luchando por sacar adelante su proyecto. Además, Maggie y Jackson eran descubiertos por sus padres dándose un beso, lo que provocó una disputa entre madre e hijo, una historia que terminó con final feliz. Asimismo, Arizona se enfrentaba al deseo de la pequeña Sofía de regresar a Nueva York para estar con Callie y sus amigos y compañeros de clase. Igualmente, Amelia volvía a estropear su relación con Owen al reprocharle asuntos que parecían ya olvidados, con lo que consiguió que Hunt hiciera la maleta y se marchara al aeropuerto.

En este decimoséptimo episodio de la decimocuarta temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "One Day Like This", Meredith conoce a un nuevo paciente con el que establece una conexión instantánea que le hace replantearse su futuro sentimental. Mientras tanto, April atiende a un enfermo que ha acudido al hospital después de que tratamientos anteriores no hayan servido para curarle. Por su parte, Owen viaja hasta Alemania para reencontrarse con una vieja conocida.

Una nueva esperanza para Meredith

Como han demostrado April y Owen, la vida puede cambiarte en tan solo un día. Veinticuatro horas son suficientes para que tu mundo se vuelva del revés, ya sea para bien o para mal. Meredith también se convierte en ejemplo de ello al conocer a Nick Mars, un doctor especialista en trasplantes que es ingresado a consecuencia de haber realizado más esfuerzo del necesario tras haber sido trasplantado del riñón. Entre ambos se aprecia una química que no habíamos visto desde que Derek falleció, algo que no ha pasado inadvertido por los propios implicados, ya que en sus conversaciones se aprecia esa atracción mutua.

Pero, una vez más, la tragedia vuelve a hacer acto de presencia para empañar ese ambiente romántico y de confidencias entre ambos. La angustia se apodera del paciente y Nick está a punto de perder el riñón que le fue trasplantado, pero Meredith logra salvarle la vida. La doctora Grey sabe que es el tipo de hombre que siempre ha buscado, cosa que no es de extrañar porque, además de ser médico, es un chico apuesto, bondadoso, inteligente y responsable, pero es su paciente y eso complica mucho una posible relación. Además, Meredith dice que le gusta su vida conforme está ahora, pero en el fondo le encantaría comenzar una historia con Nick. Aunque parece imposible, la puerta siempre estará abierta y, quizá, podamos volver a ver al doctor Mars.

Owen se lanza a por todas

En el episodio anterior, Owen y Amelia volvían a discutir para rememorar aquellas peleas que sucedían cuando ambos se convirtieron en marido y mujer. Al descubrir que ella tenía un tumor cerebral que podía estar ocasionando todos los problemas, decidieron echarle la culpa a la enfermedad, sin embargo, siguieron adelante con su separación. No obstante, la tensión sexual existente era más que evidente, por lo que no dudaron en saciar su pasión con encuentros esporádicos en los que los sentimientos quedaban de lado. Pero Amelia no pudo contener sus ganas de reprocharle a Owen los errores del pasado, consiguiendo que este se diera cuenta de que siempre ha estado enamorado de Teddy.

Moverse por impulsos es algo habitual en muchos de nuestros protagonistas, por lo que no era muy complicado averiguar que Owen se marchaba directo a Alemania para declararse a Teddy. Como era de esperar, ella le recibe con los brazos abiertos y pasan una noche de película, planeando incluso un futuro juntos. Pero como la felicidad no suele durar en esta ficción, Teddy descubre que Owen solo ha cruzado el charco porque se lo dijo Amelia y porque no sabe vivir soltero. Así pues, con unas simples palabras, Hunt ha conseguido destrozar la que se presentaba como la nueva e intensa historia de amor. Por tanto, si eras fan de Teddy, al no ser que regrese a Seattle para darle una oportunidad a Owen, todo apunta a que tardaremos en volver a verla.

April recibe un golpe de realidad

Desde que 'Anatomía de Grey' regresó tras el parón navideño, April ha cambiado radicalmente de actitud, perdiendo la fe que tenía en Dios. Ni Jackson ni sus compañeros y amigos han podido controlarla y ha sido necesario la llegada de un paciente muy especial para abrirle los ojos. De este modo, Kepner se encarga de tratar a un rabino que ha enfermado por la reacción a unos antibióticos que le recetó la doctora Bailey hasta en tres ocasiones, todo ello con la intención de evitarle una operación que parecía innecesaria.

La dureza con la que April trata a Bailey tirando por tierra todo su trabajo y reprochándole que no haya sabido actuar con profesionalidad no parece propia de ella e incluso el paciente se percata de ello. Gracias a su historia y una profunda conversación con el rabino, April comprende que tener fe y seguir el camino de Dios no es garantía de que todo lo que te vaya a pasar en la vida sea bueno y justo. Por fin Kepner se ha dado cuenta de que a veces pasan cosas porque sí, sin poder controlarlas ni conocer el motivo. Menos mal que parece que April vuelve a ser ella misma, porque el trato que estaba dando a sus compañeros era totalmente injusto.