El pasado 27 de marzo, volvió a ABC tras dos décadas de ausencia 'Roseanne'. La ficción protagonizada por Roseanne Barr y John Goodman ('You Don't Know Jack'), entre otros, lo hizo arrasando en la noche de los martes con 18,1 millones de espectadores y 5,1 puntos de raiting. Una semana más tarde, confirmó su gran acogida pero está quedando empañada por unas imágenes de su protagonista en 2009.
Roseanne Barr
En estas fotografías, se ve a Barr vestida con un uniforme nazi, con el bigote de Adolf Hitler y un brazalete con el símbolo del régimen. En ellas, la actriz saca una bandera de galletas medio quemadas del horno y se come una de ellas. Un usuario de Twitter ha rescatado las imágenes para pedir el despido de la actriz de la cadena ABC por comerse los "judíos de jengibre".
Kathy Griffin was fired for posting a fake picture of Trump missing his head.
Why is Roseanne not being fired for posting a picture of gingerbread Jews going into an oven while she was dressed as Hitler?@ABC - We're glad to watch the competition until you do the right thing! pic.twitter.com/Qs7Tvm2kbQ-- TO? ?O?E T?AViS ?? (@TopRopeTravis) March 30, 2018
En un tuit posterior, indica que entiende que es una sátira pero "es repugnante y obsceno". Y pone el ejemplo de Kathy Griffin, una humorista que fue despedida de la CNN por subir una instantánea con la cabeza ensangrentada de Donald Trump en su mano. Días después de que salieran de nuevo a la luz las imágenes de la protagonista de 'Roseanne', su coshowrunner ha dado explicaciones.
El showrunner da la cara
Bruce Helford, quien también es productor ejecutivo, ha hablado con THR sobre este asunto y asegura que "Roseanne es una firma defensora de Israel y lo ha dicho mucho". Al parecer, las fotógrafas publicadas en 2009 pertenecían a una publicación judía satírica llamada Heeb que aceptaron la propuesta de Barr para hacerlas, y por ello Helford dice que se imagina "que probablemente haya una cantidad de parodia relacionada. No conozco el contexto, así que no haría ningún comentario al respecto".
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"Mi sensación es que la gente debería solamente mirar la serie y juzgarlo por sus propios méritos", señala Helford, "sin el ruido de fondo que lo acompaña". "Todos, incluida Roseanne, querían que la serie fuera equilibrada. (...) Todos esperábamos que esto abriría un diálogo donde la gente comenzaría a reírse un poco de sí misma", sentencia el productor.