Tras un pequeño descanso, 'Salvados' ha vuelto al prime time de laSexta apostando de nuevo por la introsprección de un rostro político determinante para la democracia actual, Felipe González. El exlider socialista, y presidente del Gobierno durante 14 años, se ha sentado ante las cámaras de Jordi Évole de nuevo cuatro años después para analizar el panorama político actual con la mirada fija en la crisis catalana.
Felipe González y Jordi Évole en 'Salvados'
En ese anterior encuentro el exdirigente andaluz acertaba al pronosticar la coyuntura en la que hoy se encuentra en Estado ante el procés. Felipe González lo relacionaba a "quien tiene experiencia y sentido común", reconociendo, "me alivia que haya habido una prueba documental donde se demuestre el "ya lo sabía", remarcando que él había instado al diálogo a todos los actores del conflicto.
"Hasta que no sean condenados en una sentencia firme, deberían estar en la calle"
El encarcelamiento de los exconsellers y figuras trascendentales del movimiento independentista ha centrado la primera parte de la entrevista, donde el presidente explicaba que para él la cárcel estaba siendo innecesaria: "yo lo tendría fuera de la cárcel pero parece que algunos de sus compañeros de Gobierno lo prefieren dentro", apuntaba al respecto del líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, aunque aclaraba: "no hay ninguna razón para llamarlo preso político".
Felipe González en 'Salvados'
Felipe González explicaba al periodista que creía en que "la respuesta del Estado de Derecho tiene que ser lo más garantista posible", señalando, "Prefiero que estos líderes políticos, que han vulnerado la legalidad, hasta que no sean condenados en una sentencia firme, estén en la calle", dejando claro, "Espero que cuando haya condenas estemos delante de políticos condenados por sus actividades delictivas, no por su pensamiento".
"Antes de ampararse en los jueces habría que hacer política"
El que fuera líder socialista reprendía a las fuerzas políticas no haber tenido altura de miras reconociendo que el principal problema que ha alimentado el procés ha sido la falta de diálogo: "Aquí hay una dimensión política del problema y una judicial. Y se están confundiendo las dos. ¿Por qué? Porque el problema es político", sentenciando, "Antes de ampararse en los jueces habría que hacer política".
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Felipe González afeaba la actitud del actual presidente del Gobierno haciendo hincapie en esas malas políticas: "No se ha hecho la política que se tendría que haber hecho para llegar a estos términos", aunque sorprendía desvelando que según su punto de vista el artículo 155 había llegado tarde, "Hubiese sido infinitamente menos costoso haber aplicado el 155 cuando Artus Mas convocó la consulta del 9 de noviembre. Ahí se hubiesen evitado todas las derivas judiciales que tenemos en este momento".