El pasado jueves, 'Supervivientes 2018' expulsó fulminantemente a Saray Montoya tras agredir a su compañera Romina después de un fuerte enfrentamiento entre ambas. La medida sorprendió a todos los concursantes, que han pasado el primer fin de semana sin Saray con un perfil más bajo del que acostumbramos a ver en ellos.
Sin embargo, el recuerdo de Saray sigue patente en la isla y María Jesús Ruiz no se corta a la hora de hablar sobre lo sucedido: "Estoy en estado en shock, es que no me lo puedo creer. Ya no va a venir nunca más esa tía perra asquerosa". La ex modelo no duda en calificar a Saray como "un bicho malo" y Fernando, por su parte, ha pedido hacer borrón y cuenta nueva.
La hoguera de los concursantes
Por su parte, Joao animó a Romina a mostrar su verdadera personalidad aprovechando que la Montoya ya no está en el concurso. Tal es el interés del Maestro Joao por olvidar a su compañera expulsada que al adivino se le ocurrió quemar algunos de los objetos que Saray utilizaba en la isla y que les traían "malos recuerdos". María Jesús deseó que aquel fuera "el último recuerdo de esa bicha que hemos tenido aquí", mientras que Romina deseó "que se pudra en el infierno".
María Jesús y Romina, víctimas de una cámara oculta
Las concursantes han sido grabadas en un momento de la convivencia sin darse cuenta y mientras las cámaras no se encontraban a su alrededor dedicando duras críticas a algunos de sus compañeros. Su primera víctima ha sido Francisco, algo que han acusado de "soberbio", mientras que de Raquel Mosquera comentaron que "actúa con todo el mundo".
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Sin embargo, lo más llamativo vino después, cuando las dos chicas vieron llegar a Joao, con el que comparten una gran amistad: "Joao, el que todo lo ve, ya viene por aquí para asegurarse de que no hablamos de nadie", susurraron. Con su llegada, las críticas se reorientaron hacia Fernando: "Está obsesionado con Raquel. Tiene muy mal perder".