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La muerte del pequeño Gabriel sobrecogió a toda España después de que la Guardia Civil encontrase su cuerpo en el maletero del coche de Ana Julia Quezada, la pareja sentimental del padre del pequeño. Unos días más tarde de su detención confesó que había matado al pequeño y que había escondido su cuerpo. Ana Julia apareció en los medios junto al padre de Gabriel ocultando que conocía el paradero del pequeño.
La asesina confesa de Gabriel da su versión de los hechos en 'El programa de Ana Rosa'
Ana Julia Quezada se reafirma en que la muerte de Gabriel "fue un accidente y siempre lo diré. Me asusté. El miedo te bloquea y eso me pasó a mí. No fui lo suficientemente fuerte para decir a mi pareja lo que había pasado y me fui metiendo poco a poco en una bola cada vez más grande". "Quité a la persona que amo lo más grande que alguien puede tener: un hijo", dice en la misiva. Sin embargo, pocas líneas dedica a Gabriel mientras que se explaya en verter una serie de acusaciones hacia los agentes de la Guardia Civil que la detuvieron y el trato que recibió en prisión.
Pide perdón a la familia de Gabriel
Al principio de la carta, Ana Julia Quezada asegura al programa que "no estoy nada bien". La asesina confesa quiere "pedir perdón a toda la familia de Gabriel y a las personas que he hecho daño". También se dirige directamente a los padres del pequeño: "A Ángel y a Patricia. A todos, perdón. Tengo una hija y le hecho mucho daño". "Estoy impactada con las mentiras que se han dicho sobre mí", dice. "Sé que no tengo excusa por el accidente", reconoce en las hojas y espera "que algún día me puedan perdonar".
Se siente víctima de racismo
Añade que "creo que, cometas el delito que cometas, nos tienen que tratar como personas". "Tengo mucho que contar y, en cuanto pueda, lo contaré", dice a 'El programa de Ana Rosa'. Se siente víctima de racismo refiriéndose a la quema del muñeco negro que vio a través de Telecinco: "No son más monstruos que yo". Y es que es una tradición que ocurre en Coripe (Sevilla), donde el Domingo de Resurrección se quema a muñecos que representan a asesinos, como ya hicieron con José Bretón, culpable de la muerte de los niños de Córdoba.
"Entrar en prisión fue como entrar en el cielo"
Lucía Valero, la reportera del programa que estuvo durante los doce días que duró la búsqueda del pequeño Gabriel en Almería, relata en el programa que Ana Julia "nunca se vino abajo nada más que cuando había una cámara delante" y "siempre quería tener el control". La periodista comentaba esto antes de que el programa mostrase el final de la carta donde la asesina se queja del trato recibido por la opinión pública y por las autoridades: "Me han tratado muy mal personas en el calabozo. Por eso, cuando llegué a prisión fue como entrar en el cielo". "Aquí me siento bien y me tratan como es debido porque son profesionales", dice en su carta para concluir que "os seguiré escribiendo en cuanto pueda".