El 23 de abril del año 2000 Telecinco abría las puertas de una casa que terminaría siendo el mayor fenómeno televisivo de la pequeña pantalla. 'Gran Hermano' llegaba a la televisión sin ningún reality como precedente, congregando a un público ansioso y curioso de otra manera de hacer espectáculo. Un 36,5% de share respaldaron en su primera emisión a diez anónimos que habían llegado a una casa en Soto del Real con Mercedes Milá como maestra de ceremonias, marcando desde ese momento el futuro de la propia cadena.
18 años después, casi 300 personas se han dejado observar a través de las cámaras por millones de desconocidos anteponiendo su vida e intimidad a un ansiado maletín que les llevaría a la fama. Con el programa aparcado en busca de recuperar aquellos datos dorados, desde FormulaTV celebramos este aniversario remarcando aquellas cualidades que hicieron de 'Gran Hermano' un programa diferente, una auténtica "revolution".
1 Sus comienzos: 10 concursantes desconocidos para un formato revolucionario
Los concursantes del primer 'Gran Hermano'
Poner en el foco a gente anónima parecía algo superficial en los concursos tradicionales hasta que el formato de Endemol le dio una vuelta de tuerca. Mientras que en Países Bajos el programa se hizo de forma casi experimental, tanto Telecinco como Antena 3 recibían la propuesta del nuevo formato con una gran duda en mente: ¿estaría el público español preparado?
Gracias al atrevimiento de la cadena de Fuencarral Ismael Beiro, Ania Iglesias, Iván Armesto, Koldo Sagastizábal, Mabel Garrido, Íñigo González, Marina Díez, Mónica Ruiz, Vanesa Pascual, Jorge Berrocal, Nacho Rodríguez, Silvia Casado, Israel Pita y María José Galera entraron en los hogares españoles dando el primer paso del que terminaría siendo el concurso de telerralidad con más ediciones de la historia.
2La vida en directo: un experimento sociológico con todo tipo de tramas
Arturo e Indhira, la pareja más polémica de 'Gran Hermano 11'
Si hay una premisa que se ha repetido a lo largo de la vida del concurso producido por Zeppelin TV es que su esencia se basa en el experimiento sociológico. Observar el comportamiento de un número determinado de desconocidos en una situación de aislamiento pondría de manifiesto las diferentes actitudes que pueden tomar distintos sujetos en las mismas circunstancias.
Asimismo, esta sensación de encierro traía consigo infinidad de posibilidades en cuanto a la interactuacción entre los concursantes: los enfrentamientos, romances, traiciones y estrategias han ido evolucionando y tomando protagonismo a la vez que lo hacían sus protagonistas y audiencia. De esta manera, el público propio de 'Gran Hermano' ha sabido evolucionar con el programa, premiando, y castigando, en cada una de sus entregas un comportamiento diferente. Desde la buena convivencia de Ismael Beiro en su primera edición, a la estrategia de Hugo Martín en la última, la audiencia se ha dejado conquistar por las relaciones amorosas de Sabrina o Naila Melo, la inocencia de Pedro Oliva o Nuria Yáñez -más conocida como Fresita-, el juego de Pepe Herrero e Iván Madrazo o el drama amoroso de Paula González y Sofía Suescun. Un sinfín de aristas que al fin y al cabo responden a un mismo deseo por parte del espectador: entretenimiento y pasión.
La revolución de cada una de sus ediciones se ha basado, entonces, en la capacidad de cada uno de los concursantes de desatar filias y fobias, siendo su faceta como polemista, víctima o héroe lo que tendría que terminar cosechando los votos hacia el maletín. El casting, por tanto, ha sido la clave para sacar adelante las ediciones, donde con el tiempo el público ha sabido exigir a la productora evitar a los denominados "muebles".
3Sus concursantes: una plataforma de visibilización
Maite, Amor, MªJosé y Pablo en el Contraclub
Con un número tan amplio de personas y personajes desfilando por Guadalix de la Sierra no es difícil que cualquier televidente haya podido sentirse indentificado con una de todas las historias que se han expuesto ante las cámaras de la vida en directo. Tanto es así, que en su desembarco en Telecinco el propósito principal de los encargados de casting era que fuese lo más variado posible al respecto de su procedencia, de tal manera que se pudiese ver cualquier rincón de España representado dentro de la casa.
Tras estas primeras ediciones la identificación entre público y concursantes se exploraba en busca de atracción y novedad. No obstante, personas de todo tipo de condición sexual, religiosa, raza u otros, han tenido hueco entre las cuatro paredes de Guadalix de la Sierra. Aunque se pueda interpretar que el programa aprovechó las circunstancias de estas personas para la espectacuralización del propio show, hay que reconocer que 'Gran Hermano' ha hecho una gran trabajo a la hora de visibilizar. Transexuales, homosexuales, musulmanes, curas católicos o discapacitados, entre otros, han optado al premio del programa compartiendo su verdad, ayudando así a la sociedad a comprender y conocer esa realidad social.
4El poder en la mano de la audiencia: desde las expulsiones hasta las recompensas
Los concursantes de 'Gran Hermano 17' en la sala de expulsiones
Desde el primer momento 'Gran Hermano' tuvo claro que el poder sería únicamente del seguidor del formato. Desde las expulsiones hasta el ganador, el responsabilidad que obtuvo la audiencia fue una clave para su fidelización, siendo por otro lado un arma de doble filo: los expulsados han cambiado de ser los más odiados a los menos útiles para el entretenimiento.
Es por ello que 'Gran Hermano' ha decidido en diferentes ocasiones revolucionar sus propias normas y mecánicas para satisfacer a su espectador, otorgándole la posibilidad de hacer y deshacer a su antojo. No obstante, a partir de la novena edición el programa gozó de la posibilidad de la repesca, dotando al público del poder del indulto al expulsado. Igualmente, se ha tentado al seguidor con premiar a sus favoritos. Desde el elegido para dormir con su familiar el día de las visitas hasta castigos y recompensas, 'Gran Hermano' siempre tendió su mano al espectador para jugar.
5 Reinventarse o morir: un programa cambiante
Los concursantes de 'Gran Hermano 12+1'
Si con algo ha sabido jugar la organización de 'Gran Hermano' es con las temáticas y los secretos para sorprender a su público. Hacerle cómplice de sus tretras se convirtió en un aliciente más del juego cuando después de varias ediciones la cadena necesitaba ofrecer algo más a su público, transformando la casa y su transfondo en su propio beneficio.
Gracias a este continuo cambio, desde la utilización de varias casas y concursos paralelos, hasta exprimir sus secretos a favor o en contra de su estancia e incluso dos ganadores en vez de uno en el '12+1', los habitantes de Guadalix de la Sierra se han visto siempre en apuros para deleite del espectador. Intercambios de gemelas, parejas que no podían serlo y viceversa, desconocidos obligados a ser pareja, familias rotas durante años reencontradas en el concurso... y así innumerables combinaciones.
6 Cuando el exterior se impuso al aislamiento
Paula González y Lucía Parreño de 'Gran Hermano 15'
Aunque durante varias ediciones fue imprescindible mantener a los concursantes lo más alejados posibles de lo que se viviera fuera de la cruz de cámaras, la organización llegó a un punto en el que descubrió que el factor externo podría ponerse a su favor.
Las relaciones que se forjaban dentro de Guadalix tenían su repercusión en el exterior, donde parejas y familiares sufrían las consecuencias. De esta manera, por lo menos en tres ocasiones, las parejas de concursantes han terminado con su misma suerte. Este es el caso del novio de Sindia, Sergio en 'GH 12+1', Eva, la novia de Danny en 'GH 14', y de Lucía Parreño, la más mediática en 'GH 15'. Movimientos que obtuvieron una gran repercusión en el concurso, puesto que en este último caso se consiguió disparar la audiencia de la edición. Asimismo, las polémicas surgidas en las posteriores ediciones permitieron que concursantes expulsados o familiares de los mismos visitasen la casa para generar enfrentamientos y revolucionar las situaciones, como pasó en las ediciones 16, 17 y 18.
7 Sus presentadores: objetivo de alabanzas y críticas
Mercedes Milá y Jorge Javier Vázquez, presentadores de 'Gran Hermano'
Tras la polémica surgida con la marcha de Mercedes Milá tras 'Gran Hermano 16', se descubrió que ella era mucho más que la presentadora del programa. El fichaje inicial de una periodista de su calibre avaló la magnitud del programa, a pesar de que se cuestionase la decisión profesional de la conductora, algo que a ella nunca pareció importarle. Incombustible a lo largo de 15 ediciones -la tercera la presentó Pepe Navarro-, la catalana se había visto siempre envuelta en el barro con los que denomina sus chicos, siendo en innumerables ocasiones objetivo de los críticos.
Lo más leído
Sin embargo, con la llegada de Jorge Javier Vázquez al programa se puso de manifiesto la importancia de la relación del formato con su presentador. El paso del maestro de ceremonias por sus últimas dos ediciones no ha sido un camino de rosas, viéndose avocado a la etapa más difícil del concurso para su permanencia. Y es que, a pesar de haber puesto toda la carne en el asador para la última edición, el también presentador de 'Supervivientes' ha sido siempre diana tanto de los fans como de los críticos del programa.