'Anatomía de Grey': El futuro médico de una de las protagonistas en peligro en el 14x19

La semana pasada en 'Anatomía de Grey' fuimos testigos de cómo Amelia y Koracick conseguían salvar la vida del pequeño Noah gracias a su innovadora técnica. Sin embargo, no sucedía lo mismo con la joven Kimmie, que no podrá ser sometida a la misma intervención. Por su parte, Meredith lograba avanzar con su investigación sin necesidad del polímero de Marie Cerone, y Kepner se disculpaba con todos, revelando sin querer delante de Maggie que besó a Jackson. Mientras tanto, el mundo de Richard se venía abajo al saber que una gran amiga está a punto de perder la vida.

En este decimonoveno episodio de la decimocuarta temporada de 'Anatomía de Grey', titulado "Beautiful Dreamer", el futuro de Bello, una de las residentes más brillantes con las que cuenta el Grey-Sloan Memorial Hospital, corre peligro ante la llegada de uno de los miembros del grupo de Inmigración. Además, Webber se enfrenta a la inminente muerte de Ollie, la mujer que le salvó la vida cuando se encontraba hundido y vencido por el alcohol. Asimismo, Matthew acude al hospital porque la pequeña Ruby no come y no sabe qué le pasa, lo que preocupara a Kepner y a Arizona.

Miedos y errores del pasado

Viendo que no encuentran solución al tumor cerebral que tiene, la joven Kimmie quiere marcharse. Aunque Karev intenta convencerla para que permanezca en el hospital hasta que den con la cura, ella está cansada de no poder disfrutar de la vida como cualquier otra adolescente de su edad. Es de comprender que la pequeña quiera hacer vida normal después de pasar tanto tiempo encerrada en una habitación de hospital y sometiéndose a continuas pruebas y tratamientos que no llevan a ningún lado. Por este mismo motivo sabemos que Karev seguirá trabajando hasta dar con la clave que pueda salvarle la vida, para él Kimmie se ha convertido en un caso personal por la implicación emocional, algo de lo que podría salir mal parado si no consiguen un final feliz.

Por su parte, Amelia también intenta hacer todo lo posible por salvarla, pero la doctora con la que contacta para que le ayude a desarrollar mejor el láser con el que operaron al pequeño Noah se niega al saber que el hospital forma parte de la fundación Harper Avery. Jackson no comprende muy bien lo que pasa, pero solicita a sus abogados que resuelvan la situación, consiguiendo sin saberlo llevar a la ruina a su madre. Con la revelación a su marido descubrimos que Catherine se encuentra detrás del problema, aunque todavía desconocemos los detalles exactos de los hechos ni cómo afectará realmente la decisión de Jackson.

Actuar de buena fe

Una de las cosas de las que más se arrepiente April es de haber hecho daño a Matthew. El paramédico fue su primer gran amor e incluso estuvieron a punto de contraer matrimonio, pero Kepner decidió tirar todo por la borda para marcharse con Jackson, el hombre del que verdad estaba enamorada. Desde entonces no volvimos a saber nada de Matthew, hasta que en esta temporada reapareció junto a su mujer embarazada, la cual fallecía tras dar a luz. Ahora se presenta de nuevo en el hospital y April, de forma indirecta, consigue ayudar a la pequeña Ruby, quitándose así esa espinita que tenía clavada.

Mientras tanto, ajeno a todo lo que sucede en el hospital y centrado únicamente en acompañar a Ollie, la mujer que le ayudó a salir de su problema con el alcohol, Richard no se mueve ni un instante de su lado, demostrando así ser un gran amigo. Sin embargo, Ollie no consigue continuar con vida, tal y como todo parecía indicar. Ahora Webber tendrá que hacer frente a esta gran pérdida, aunque los problemas que se avecinan para su mujer probablemente le ayuden a pasar página rápidamente.

Problemas con la ley

Para sorpresa de los miembros del Grey Sloan Memorial Hospital, un agente de inmigración se presenta en el centro médico buscando a una de sus doctoras. Como son varios los médicos extranjeros, las sospechas podrían ser amplias, pero no tardamos en descubrir que esa persona es Sam Bello. La prioridad de Miranda y Meredith es encontrar alternativas para ayudar a la joven, sobre todo porque se trata de una de las mejores internas que jamás han tenido en el hospital. Así pues, aportando un toque de humor a la situación, proponen ideas de lo más alocadas, como hacerse pasar por muerta, cambiar de identidad o incluso casarse para conseguir los papeles de residencia.

Llevar a cabo cualquiera de estas opciones supondría quebrantar la ley más todavía, sobre todo cuando desconocen el verdadero motivo por el que buscan a Bello. Sin embargo, Bailey logran meterse en el bolsillo al agente consiguiendo salvarle la vida evitando un futuro infarto, con lo que consigue averiguar que Sam está siendo buscada por haberse saltado un semáforo en rojo. Puede parecer una infracción leve fruto de un despiste, pero es motivo suficiente para que la quieran deportar a su país de origen.

A diferencia de lo que nos tienen acostumbrados en esta ficción, en esta ocasión la presencia de Bello en la serie concluye con un final menos triste de lo que habríamos imaginado. Por un lado, gracias a Meredith podrá seguir su formación en Suiza junto a la doctora Cristina Yang, donde nadie le obligará a regresar a su país. Por otro lado, marcharse supone dejar atrás a DeLuca, el amor de su vida. Mantener una relación es casi una misión imposible, por lo que Sam le pide a su chico que no el siga, terminando así con un sabor agridulce.