El pasado domingo, el Maestro Joao sufrió un incidente en 'Supervivientes' mientras realizaba un ritual. El adivino, que utilizó un coco para llevar a cabo su liturgia, ordenó guardarlo bajo un árbol tras terminar el protocolo. Fue en ese momento cuando el Maestro tropezó con una rama y cayó al suelo. El concursante sufrió una grave herida y fue atendido por los médicos del programa. La herida recibió 5 puntos internos y 13 puntos externos, y a las pocas horas el concursante regresó junto a sus compañeros.
Maestro se reconcilia con Árbol
Lo que no esperaba nadie es que, nada más regresar a Playa Cabeza de León, el concursante volviera al lugar del crimen para arreglar las cosas con el árbol que le había tirado al suelo horas antes. El adivino anunció a sus compañeros que regresaba al escenario que esa misma tarde había sido testigo del fatal accidente. Y lo hizo solo y visiblemente emocionado.
Mientras las lágrimas brotaban de sus ojos, el Maestro saludó al árbol y lo acarició con su mano: "Hola, Árbol". El adivinó le agradeció que hubiera recogido el ritual que él y sus compañeros habían hecho con anterioridad, y aprovechó para pedirle disculpas por lo que había ocurrido: "No sé si hice algo que te molestara cuando vengo por las noches, pero Árbol, lo siento si ha sido así. No ha sido culpa tuya, ha sido culpa mía". Finalmente, tanto Árbol como Maestro Joao se fundieron en un afectuoso abrazo.
El coqueteo con Jorge Javier
Lo cierto es que el Maestro Joao ha sido uno de los concursantes que más repercusión han tenido a lo largo de estos casi dos meses de supervivencia. Y no solo por la convivencia con sus compañeros, con los que también ha tenido sus diferencias, sino porque es uno de los concursantes que más sintonía tiene con el presentador del reality, Jorge Javier Vázquez.
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Ambos comparten risas y chistes en cada conexión en directo. Jorge sabe que el Maestro siempre tiene algo elocuente que decir y recurre a él cada vez que desea protagonizar un momento divertido junto al concursante. Este martes, el Maestro le ha confesado al presentador que su cicatriz tiene forma de jota y que imaginaba que el catalán llegaría a Honduras "con una bata blanca y con un termómetro" para curarle la herida.