En los últimos años, la serie infantil inglesa 'Peppa Pig' ha ido adquiriendo cada vez mayor popularidad. Sin embargo, debido a su éxito en China, ha llamado la atención de los guardianes de la moral del país, que han calificado a la pequeña cerdita como "símbolo subversivo" de la contracultura existente en el gigante asiático. Una declaración que ha provocado su censura por parte de la plataforma Douyin.
El personaje de Peppa Pig junto a su familia
La plataforma, del estilo de Vine o Snapchat, eliminó en el último fin de semana de abril hasta un total de 30.000 vídeos de la serie británica. Una información que emitió oficialmente Global Times, diario oficialista afín a las posturas más nacionalistas del Partido Comunista chino. Mientras, la plataforma permanece en silencio, aunque se especula con el hecho de que se trate de una medida de prevención para evitar problemas con las autoridades. Una decisión que ha provocado que la búsqueda de 'Peppa Pig' en Douyin no ofrezca resultados, mientras que el hashtag parece haber sido clasificado como prohibido.
Un icono asociado a "holgazanes ingobernables"
A pesar del aparente descontento de las autoridades chinas, el personaje de Peppa Pig no solo ha conquistado a los niños, sino también a los adultos. De ese modo, se ha convertido en protagonistas de tatuajes, ropa e incluso comida. Lo más preocupante desde el punto de vista de las autoridades, es el hecho de que el personaje infantil se haya convertido en carne de bromas y memes, algunos de ellos relacionados con la violencia o la pornografía.
Este hecho ha sido el desencadenante para que 'Peppa Pig' pasara a ser, según Global Times, un icono asociado a la "gente de la sociedad". Este calificativo se emplea en el país para denominar al colectivo del hampa, es decir, personas marginadas que "generalmente tienen una pobre educación y no tienen un trabajo estable". "Son holgazanes ingobernables que van vagando por ahí y la antítesis de las jóvenes generaciones que el Partido Comunista trata de cultivar", califica el diario chino.
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No es la primera vez
El personaje de Peppa Pig también se convirtió el pasado año en objetivo de una ofensiva de las autoridades contra los libros ilustrados para niños con personajes extranjeros. En un afán por frenar la cultura occidental, las autoridades del país asiático llegan incluso a crear sus propias versiones de los productos extranjeros censurados, con el fin de conservar sus ideales. A raíz de estas medidas, la conocida cerdita se une a otros casos como el entrañable oso Winnie the Pooh, cuya censura se produjo después de que se empezara a ser un símbolo de mofa hacia el presidente Xi Jinping.