Tras alcanzar el éxito en España gracias al fenómeno de 'Operación Triunfo' y haber pasado los últimos meses entre cámaras y viajes promocionales, Amaia y Alfred se han subido por fin al escenario del Altice Arena de Lisboa en el que se celebra Eurovisión 2018. Las cartas se han puesto sobre la mesa y RTVE y Gestmusic han desvelado la puesta en escena ideada para "Tu canción", guardada con celo hasta ahora, en la que abunda una realización íntima, una iluminación tenue y se espera que las gradas del público se iluminen a modo de estrellas.
Como se había adelantado, Amaia y Alfred se encuentran totalmente solos en el escenario, sin instrumentos ni elementos escenográficos. La actuación comienza con los cantantes, separados y mirándose desde extremos opuestos del escenario y con el público al fondo, que previsiblemente hará un efecto de cielo estrellado con sus luces. Un steady cam hace un plano secuencia que pasa de un plano general a rodear a Alfred hasta acercarse a Amaia, similar a Noruega 2015.
Amaia y Alfred ensayan por primera vez en Eurovisión 2018
Los dos cantantes se van aproximando a medida que se acerca el estribillo. El escenario no se ilumina en su totalidad, apenas unos focos están encendidos en el fondo. Después del primer estribillo, la pareja baila, agarrada, mirando al público. Se sueltan y la cámara les rodea dando vueltas a su alrededor.
Profesionalidad pero falta de clímax
En el momento del silencio falta, quizás, una explosión de luz, pues apenas unos focos hacen un efecto de degradado. La actuación encuentra su fuerte en la química entre Amaia y Alfred, que muestran energías renovadas y transmiten la misma emoción que el primer día. Sus miradas y los planos cortos son los mejores momentos del número, que culmina con ellos dos en el centro del escenario, muy juntos (aunque sin beso por el momento), con la única iluminación de dos focos cenitales.
Cabe señalar, no obstante, las tablas que demuestran los dos representantes sobre el escenario. Vocalmente cumplen a la perfección, como nos tienen acostumbrados en los últimos meses, y se aprecia que se ha trabajado el concepto de la historia musical y personal que une a Almaia.
En cuanto al vestuario, Amaia ha lucido un mono blanco de gasa y, Alfred, un traje granate con pedrería en el hombro. Se desconoce si será el vestuario definitivo que llevarán en la Gran Final del 12 de mayo.
La puesta en escena, según RTVE y Gestmusic
Se echa de menos un hilo conductor más claro que vaya de menos a más hasta culminar. Amaia y Alfred se juntan, se separan y se vuelven a juntar sin seguir un arco argumental evidente. No obstante, desde RTVE aseguran que la puesta en escena se articula en torno a tres fases: el encuentro, el diálogo y la explosión del amor.
Prometen que esta explosión se verá en el segundo ensayo y, además, que habrá un elemento pirotécnico final que, por el momento, no se ha desvelado. Se trata de un efecto de "dos estrellas fugaces que atraviesan todo el escenario y quedan unidas en un bonito broche final".
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En la sala de prensa, la reacción entre los periodistas ha sido fría, en contraposición del alemán, que ha ensayado a continuación y ha despertado sonoros aplausos. Las casas de apuestas no se han mostrado mucho más optimistas y España ha descendido del puesto 11 al 13 tras su primera vez sobre el escenario.