'Los Serrano', 'Los hombres de Paco' o 'El internado' son sólo algunas de las series que ha dirigido a lo largo de los últimos años en Globomedia. Su último encargo ha sido ponerse al frente de 'LEX', una ficción con un formato muy americano que ha obligado a adaptar el estilo tanto visual como narrativo.
José Ramón Ayerra, más conocido como "Tapi", ha sido el encargado de dirigir en solitario los primeros capítulos de la serie 'LEX' de Antena 3. Aunque habitualmente una serie de estas características cuenta con tres directores, la cantidad de proyectos en los que está inmersa Globomedia ha hecho que su puesta en marcha haya sido bastante agotadora.José Ramón Ayerra se muestra muy satisfecho con el resultado obtenido, sin embargo, es consciente de que la competencia es muy dura y los espectadores cada vez más exigentes. "Tienes que ser muy directo, muy bueno y muy rápido para que la gente se enganche. No puedes andarte con tibiezas porque rápidamente el espectador hace zapping".
En torno a la polémica surgida hace algunas semanas entre Telecinco y Globomedia, Ayerra ha querido quitar hierro al asunto. Según el director de 'LEX', todas las producciones cuentan con su propio equipo y con los medios necesarios para llevarlas adelante.
Antena 3 cierra esta noche la primera tanda de episodios de la primera temporada de 'LEX'. La serie no ha tenido un aterrizaje nada fácil. ¿Qué destacarías de esta producción?
Vamos con un formato muy cercano al americano, más corto ya que cada capítulo dura entre 45-50 minutos. Esta característica nos obliga a que lo que queramos contar lo tengamos que hacer mucho más rápido. Eso ya de por sí es un elemento diferenciador. En cuanto a las historias, el ritmo también es más ágil, con un estilo más directo en lo visual como en lo narrativo. Se simplifica todo mucho para que la historia avance más ligera.
El primer capítulo lo dirigió Daniel Écija y luego tu te has hecho con la dirección de la serie.
El primero lo dirigimos entre los dos porque Dani se incorporaba tras unos años a la dirección y estaba un poco desentrenado (risas). Hasta el quinto capítulo he estado yo sólo, no porque yo lo quisiera, sino porque estamos con muchas producciones en Globomedia y no había de efectivos disponibles. Ahora ya se ha incorporado otra persona y entre los dos dirigimos la serie. Lo normal es hacer una serie entre tres directores, y hacer un capítulo de tres. Todos los comienzos son muy duros, pero este muchísimo más por hacer tantos capítulos seguidos.
Con ilusión y con energía. Cuando empiezas a contar una historia con personajes y contenidos nuevos siempre tienes la ilusión de que lo que vas a contar le va a interesar a la gente. Nuestro objetivo es entretener. 'LEX' tiene todos los ingredientes necesarios para entretener a la gente: emoción, comedia, drama... un poco de todo. La televisión está en un momento muy competitivo, y la ficción es el producto estrella. Todo el mundo está poniendo la carne en el asador y estrenar en esa situación es muy complicado. Tienes que ser muy directo, muy bueno y muy rápido para que la gente se enganche, no puedes andarte con tibiezas porque rápidamente el espectador hace zapping.
¿Cómo llevas personalmente competir con una serie como 'Los Serrano' que también la has dirigido?
Me da mucha pena, aunque antes me daba más. Entiendo un poco como funciona el negocio y hay que aceptarlo. Precisamente mi pareja es la productora ejecutiva de 'Los Serrano', así que imagínate como estamos en casa (risas). Cada uno estamos con nuestro producto, al que le dedicamos el 100% de nuestra concentración, compitiendo entre sí. Ya nos ha pasado en otras ocasiones, así que estamos acostumbrados. Después del esfuerzo que les dedicas, nos da pena que nuestros productos se enfrenten, pero creemos que hay entretenimiento para todos.
Que dos productos de la misma productora se enfrenten, significa de algún modo la fortaleza y la confianza que las cadenas han depositado en los mismos.
Es un orgullo. Entre una cosa y la otra nos estamos llevando el treinta y pico de la audiencia y supongo que eso es señal de que no lo estamos haciendo mal. Nos gustaría que todo ese público viera una cosa y luego la otra también, pero hay que repartir (risas). La gente pone en prime time sus productos más competitivos y si sale alguno nuevo rápidamente intentar paliar ese estreno.
¿Cuántos capítulos se van a grabar y cuantos a emitir en esta primera temporada?
Se van a emitir cinco, pero nosotros vamos a seguir grabando. Todo depende de como cuadren las fechas pero seguramente intentaremos grabar 11 episodios para poder disfrutar de unas buenas vacaciones. Suponemos que luego Antena 3 estrenará el resto de capítulos con el inicio de la temporada televisiva, a partir de septiembre u octubre. No obstante, luego engancharemos con los capítulos que haremos tras el verano. Nosotros haremos un parón de vacaciones a mediados de julio y a finales de agosto retomaremos el rodaje.
¿Cuáles son los principales problemas que surgen a la hora de dirigir una producción de este tipo?
En esta serie, sobre todo, lo que a mí me ha costado un poco más es adaptar prácticamente los mismos contenidos o las tramas a los 50 minutos. Lo último que he hecho ha sido 'El internado' y 'Los hombres de Paco' que son series de 70-80 minutos. Al final te salen 90 minutos y tienes que ir recortando. Hay que hacer una labor de síntesis en la forma de contar las secuencias.
Las producciones españolas siguen otro modelo.
En España estamos acostumbrados a contar las cosas de otra manera, a extendernos un poco más en el tiempo. Ahora estamos haciendo una labor de montaje muy ágil. Estamos suprimiendo cosas en 'LEX' para que la historia vaya más rápida. Las secuencias son mucho más cortas. La secuencia estándar de una serie convencional es de dos páginas y nosotros estamos haciendo secuencias de una página y a un ritmo elevado. Pretendemos que los espectadores se queden enganchados. Cuando vienes de otro estilo de narración vas a trompicones y de ello te das cuenta en el montaje.
Cada vez que se estrena una nueva serie se habla de sus protagonistas y el equipo técnico o creativo queda en un segundo plano. ¿Se echa en ocasiones de menos ese reconocimiento?
Yo llevo mucho tiempo haciendo ficción. Que seas conocido porque tu nombre sale en la prensa te puede servir para tu ego personal, pero a nosotros no nos va a cambiar nada. Vamos a seguir haciendo las cosas como sabemos. En ese sentido yo no tengo ningún tipo de afán o de protagonismo. Nunca he salido en ningún sitio ni he tenido ningún interés. Soy uno de los tipos que más series ha dirigido y más horas en ficción ha metido, aún así de cara al público no me conoce nadie. He flipado con vuestra llamada (risas).
¿Cuánto tiempo llevas trabajando para Globomedia?
Yo entre en Globomedia en 1992, un año después de acabar la carrera. Empecé en el campo técnico y a los pocos años me fue interesando la realización. Ahora ya llevo unos diez años dirigiendo. La primera serie que realicé fue la del Fary, 'Menudo es mi padre', aunque antes había hecho otros programas. Más tarde llegó 'Compañeros'. En los últimos 3 años, salí de 'Los Serrano' y pusimos en marcha 'Los hombres de Paco' y 'El internado'.
Realizaste dos series juveniles como fueron 'Más que amigos' y la exitosa 'Compañeros'. ¿Cómo fue el cambio de realizador a director?
Realizar en ficción es contar una historia en imágenes, en planos. Eso a mí me gustaba, lo que pasa es que se veía que la ficción en España iba a crecer de manera significativa, y así fue. No había directores para tanta producción. Me ofrecieron la oportunidad de dirigir porque en ese momento había una gran demanda y había que cubrir huecos. Yo era feliz con mi trabajo de realizador. Me apasionó la idea de dirigir cuando me lo propusieron. Me siento uno de los tipos más privilegiados y afortunados que hay. Lo único que no me gusta mucho es el volumen de trabajo, los arranques de series, por ejemplo, son demoledores. Los tres o cuatro primeros meses son agotadores.
Algunos sindicatos han denunciado en numerosas ocasiones el ritmo de trabajo que existe en los rodajes, sobre todo, en producciones de gran éxito. ¿Se ha dado esa situación en Globomedia?
Yo soy de los primeros que hace ya muchos años intentó ajustar la dinámica de la producción a unos horarios y a unas jornadas racionales. Yo recuerdo cuando empezamos a hacer ficción y todos éramos chavales jóvenes. Si la jornada se alargaba nos daba igual porque todos estábamos ilusionadísimos. Toda esa generación hemos crecido, nos hemos hecho adultos y tenemos nuestras responsabilidades fuera de nuestro trabajo. Llega un momento en el que esas jornadas y esos horarios interminables pasan a ser insostenibles. Yo he tratado que todos los equipos tengan unas jornadas razonables.
¿Y eso cómo se logra?
Si vemos que no llegamos porque el ritmo de producción no es lo suficientemente alto lo que hacemos es aumentar el personal, en lugar de los horarios. ¡¿Qué sube el coste de producción?! Bueno, es lo que cuesta y lo que hay. En este tema yo me siento muy tranquilo como productor porque en momentos puntuales las producciones que yo he tocado se han visto reforzadas por mayor recurso humano e incluso con un reconocimiento económico determinado para que la gente esté motivada y tranquila. Sé que hay productoras en las que se está dando el caso y eso genera multitud de problemas.
En varias producciones has participado como productor ejecutivo. ¿Es en esos casos mayor la preocupación por las audiencias?
Aunque no seas coproductor ejecutivo existe siempre esa fijación. Las audiencias en este campo te marcan constantemente. En este tipo de trabajo pones mucho de ti, le dedicas mucho tiempo mental para que la producción sea lo más atractiva posible. Desde el campo de la dirección o de la producción ejecutiva las audiencias se ven de una manera pero desde otros departamentos la perspectiva cambia. El único dato que tenemos sobre el reconocimiento del público es la audiencia, por ello es un elemento de motivación importantísimo. Si tienes audiencia haces el trabajo con ganas y alegría, mientras que si no tienes ese apoyo te sientes hecho polvo. Desde la producción ejecutiva siempre lo vives de manera más intensa porque te estás jugando bastante.
¿Qué ocurre cuando un proyecto en el que se han puesto todas las ilusiones y esfuerzos del mundo no funciona?
Nosotros en Globomedia contamos con el apoyo de las cadenas. Cuando hacemos el diseño de una producción no lo hacemos a lo loco. Cada detalle se estudia, se analiza y se valora mucho. Cuando decidimos tirar por una línea es porque esa decisión ha sido lo suficientemente contrastada y estudiada. Nunca sabes como va a funcionar un nuevo producto. Cada estreno es como lanzarse a un precipicio con competencia y con contraprogramación. El resultado de la audiencia para las cadenas con Globomedia siempre ha sido -en estas últimas ocasiones- prudente. Saben el trabajo que ha habido detrás y por ello nos están dando la posibilidad de reenderezar los giros de las series. Así ocurrió con 'Los hombres de Paco'. Hay otras producciones y productoras que no han tenido esa posibilidad. Está bien que nos contemplen la posibilidad de rehacer o estudiar lo que ha podido pasar para tener una segunda oportunidad.
¿Hay alguna serie de la que te sientas especialmente satisfecho?
En general, en su momento todas las series que he hecho me han resultado gratificantes. 'Los hombres de Paco' me gustó muchísimo, incluso en esa época que no contó con un respaldo mayoritario de la audiencia. Hacer una serie de género como 'El internado' también me ha gustado mucho. Es muy dura, difícil y costosa de hacer, pero con un producto final muy lucido. No lo había hecho nunca. 'Compañeros' también tuvo su momento y me enganchó. Las grandes audiencias tenían una respuesta enorme. Con 'LEX' estamos a la esperara de ver que pasa. Por lo que he escuchado ha gustado.
En España no es habitual que una producción pase de una cadena a otra. En ocasiones se ha llegado a decir que podía ocurrir...
Eso va a depender de que quede contemplada esa posibilidad en el momento en el que se firman los contratos con las cadenas. Normalmente se firma un contrato de derechos de explotación. Ahora mismo es difícil que eso pueda a suceder. Las cadenas son muy celosas, por ello a la hora de firmar cualquier contrato se guardan mucho las espaldas con la productora. Las cadenas siempre quieren tener la sartén por el mango, de lo contrario las productoras podrían pedir más por una serie si ésta tiene una gran audiencia.
¿Cómo ves la ficción en España?
La ficción se ha convertido en el producto estrella de la televisión, hace muchos años lo fue el cine y después el fútbol. En estos momentos la ficción comparte protagonismo con el reality show. Todas las cadenas quieren ficción española por encima de lo que en su día fue la ficción americana. Las ficciones españolas lideran el prime time de nuestras cadenas. Lo veo como un buen momento de producción. A veces incluso pienso que hay más producción de ficción que la que haría falta. Lo mejor que puede pasar es que las malas series se caigan porque eso hace que la ficción mejore. Se produce una selección natural. Está claro que con tiempo la calidad del producto es muchísimo mejor.
En ese sentido, ¿qué te parece la política que está siguiendo Antena 3 de estrenar temporadas de 6-8 capítulos? ¿Facilita el rodaje en estos casos?
Claro. La producción de 'El internado' es muy compleja. Si quieres hacer género –misterio e intriga- hay que hacerlo bien. Si no acompaña una buena iluminación, una buena factura o si no damos a la serie la atmósfera adecuada el producto no funciona. Si quieres trabajar esas situaciones hay que tener un nivel de calidad muy alto y eso supone al final tiempo y dinero. No puedes producir al mismo ritmo que una producción más en la línea antigua o una comedia más clásica. Cada capítulo te exige el doble de tiempo. Es muy gratificante tener ese tiempo.
Si tuvieses que elegir entre televisión y cine...
Yo la verdad siempre he querido hacer cine. Me han ofrecido unas 5 o 6 películas para dirigir pero al final entre unas cosas y otras no he podido hacerlas. La TV me apasiona. Me encanta poder tocar tantos palos y poder dirigir a tantos actores con un nivel creo que bastante aceptable. En cine, el proceso de pre-producción, producción, rodaje, posproducción... necesita de un ciclo de un año y pico, mientras que en televisión en muy poco tiempo hacemos un producto muy competitivo, atractivo, de gran calidad, entretenido y divertido. La respuesta del público además la tienes de manera inmediata.