Si los Javis y La Prohibida te incitan a escribir algo y a llevar a cabo una serie, lo mejor que puedes hacer es darle al tecleo y ponerte a crear. Y eso es lo que le ocurrió a Soy Una Pringada, que recibió el consejo que estas "tres personas sabias que tienen verdad en sus palabras", como ella define, y poco a poco fue surgiendo lo que finalmente ha recibido el título de 'Looser'.
Y esta fantasía tenía que llegar. La Pringada se puso muchísimo de moda y estaba en boca de todos gracias a sus comentarios sin pelos en la lengua en sus videos por internet. ¿Qué era lo siguiente? Crear su propia serie. Al más puro estilo "Ana Obregón", Esty Quesada, su nombre real, se atrevió a crear, dirigir y, como no podía ser de otra manera, protagonizar su propia serie. Y ojo, lo hace contando en el reparto con sus inseparables Jedet y Milo, que dentro de lo que cabe y en este universo, no están para echar cohetes, pero oye, entran en el tono. Igual que Gisela, que más allá de cantar y dar consejos para beber agua, demuestra que tiene dotes para la comedia.
La serie de la Pringada
Soy una Pringada, en 'Looser'
'La serie de la Pringada': Así es como la va a llamar la gente. O al menos, ese será el subtítulo que acompañe siempre al nombre de la serie para ubicar a la gente cuando oigan 'Looser'. ¿Por qué? Pues porque el personaje (bueno, aunque no sea un personaje) es muy conocido para todo el público, algo que juega a favor de la serie. No obstante, quizás llega algo tarde esta ficción, puesto que el gran boom de la Pringada ya pasó.
De todos modos, mucha gente se va a asomar a la ventana de 'Looser' (sí, la serie de la Pringada) sabiendo que se va a encontrar algo que conoce, algo de lo que es fan y algo que lo más seguro es que le vaya a gustar. Y no, a quien no le guste el personaje, no le va a dar ni siquiera una oportunidad. ¿A que no, Carlota Corredera? Lo bueno es que son capítulos para Internet y su consumo es gratuito, igual que los videos que había en Youtube con los que se hizo popular y es un terreno que ella sabe que controla y tiene su espacio. Además llega de la mano de Flooxer, plataforma en la que arrancó 'Paquita Salas'.
La hermana pequeña de 'Paquita Salas'
Soy una Pringada y Gisela en 'Looser'
Precisamente de 'Paquita Salas' bebe mucho. Fue un fenómeno y es lógico que la plataforma (y parte del equipo) intenten repetirlo, pero no es lo mismo. Comparten muchas cosas, como la frescura y el humor, algo imprescindible en dos series como estas. También cuenta con declaraciones a cámara, algo que hemos visto ya en muchas series y puede estar ya muy manido pero sigue funcionando. Aquí, al menos, sí que funcionan para buscar precisamente la frescura y el humor del que hablábamos.
También tiene en común con 'Paquita' la gran cantidad de cameos de rostros conocidos por la gente gente joven (y no tan joven) como son Víctor Elías, Nicolás Coronado o Gonzalo Ramos. Pero si algo tiene 'Looser' y es donde encuentra gran parte de su comedia es en las referencias televisivas. En cada escena y prácticamente en cada conversación aparece algo que te lleva a un punto de tu adolescencia: desde "Las vecinas locas de Valencia" hasta Santa Justa Klan con su "A toda mecha". Ver eso resulta mucho más gracioso que otras escenas en las que se pretende hacer humor y no se logra.
No es tan loca como cabría esperar
La casa de Soy una Pringada, en 'Looser'
El gran problema que tiene 'Looser' es que deja mucho que desear. Es fácil de ver, de corta duración y con solo 6 capítulos y eso juega a su favor, pero no logra dar al espectador lo que este podría esperar de la Pringada. Ella ha comentado en varias ocasiones que ha tenido libertad absoluta para crear la serie, por lo que el público podría esperar algo más loco y menos convencional.
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Sí, hay drogas, hay sexo, hay frases que en una cadena generalista podrían ser censuradas, hay chistes divertidos, hay cosas absurdas pero aun así, si nos olvidamos de estas cosas, las tramas no dejan de ser cosas que hemos podido ver en muchas series. Tanto el planteamiento de los capítulos como las resoluciones no sorprenden, por lo que al final nos quedamos en algo insustancial decorado con chistes y frases con las que dices "uh, qué fuerte" pero ya está.