ESPECIAL

7 enseñanzas que la televisión española podría aprender de la estadounidense

Analizamos ciertos hábitos de consumo del espectador estadounidense y qué lecciones podríamos obtener.

Por Jorge Neila El 21 de Mayo 2018 | 09:13

Los nuevos hábitos de consumo del espectador español maman directamente de la forma de hacer televisión en Estados Unidos. No solo en el apartado de series, sino en la forma de presentar programas, segmentar público o en tema presupuestario, lo que está claro es que nuestra televisión ha aprendido de sus errores a base de fijarse en el de enfrente.

El consumo de producción estadounidense a través de plataformas se ha impuesto al modelo español y nuestra parrilla actual ya no cuenta con prime times liderados por series estadounidenses como antaño. Lejos quedan esas temporadas en las que Telecinco plantaba cara al resto de cadenas con productos como 'CSI: NY', asegurando con éxito la mítica noche de los lunes. También Cuatro tuvo su época buena con 'House', y laSexta con 'Bones'. Ahora parece que la ficción extranjera ya no tiene hueco en nuestra televisión.

El programa 'Late Night Show' en CBS con David Letterman y Barack Obama

Sin embargo, ¿acaso fueron pocos los sorprendidos cuando Antena 3 apostaba por la serie 'American Crime Story' en el pasado mes de abril? Las cosas han cambiado y la cadena de Atresmedia lo sabía. Por ello, estrenaba la serie con triple episodio, sin dejar al espectador descansar una semana, pues días después repetía estrategia, todo con tal de adelantarse a Netflix y su lanzamiento conjunto de episodios.

La relación de la televisión española con la estadounidense ha vivido sus más y sus menos, si bien ha influido incluso en el ámbito informativo. Un ejemplo lo tenemos en el debate electoral '7D: el debate decisivo', que se dio cita en 2015. En un mundo cada vez más global, todavía muchas directrices que nuestra pequeña pantalla podría aprender de la estadounidense. En FormulaTV lo hemos querido analizar.

1 Series con una duración en torno a 50 minutos

Escena de una de los capítulos de la nueva temporada de 'Vis a vis' en Fox España

La máxima de tener que copar el prime time, alargándose incluso al late night, lleva a las cadenas de televisión españolas a programar sus series en un horario tardío que se extienda entre ambas franjas. Con episodios de 40-50 minutos no se conseguiría el objetivo, y por ello, los telespectadores españoles están acostumbrados a ficciones cuya duración no sea menor de 60-70 minutos.

Las series estadounidenses no tratan únicamente de complacer a la cadena, sino que su principal objetivo es el espectador, entreteniéndole, absorbiéndole en una historia cuya duración provoca, inevitablemente, saltos y giros de guion que mantengan la atención de la audiencia. No hay tiempo en exceso que haya que rellenar, su consumo y exportación es más asequible y se puede dedicar más presupuesto a cada uno de los minutos. En este sentido, tímidamente series españolas se están atreviendo a ello, como 'La catedral del mar' (Antena 3), 'Merlí' (TV3) o 'Vis a vis' (Fox), mientras que creadores como Javier Olivares rechazan mantenerse en el modelo tradicional español.

2 Formatos definidos y segmentados

Imagen promocional de 'Los 100', de The CW

La televisión estadounidense ha querido dejar a un lado esa máxima de hacer productos para toda la familia con una estética estándar. En el caso de series, no hay miedo a apostar por tramas políticas, sobre terrorismo, o basadas en mundos imaginarios. La clave está en profundizar en los gustos del espectador, segmentando, y por tanto, encontrando personajes más definidos, así como guiones más trabajados y corpulentos.

Algunas parrillas están especializadas en determinadas temáticas o géneros, centrándose en reality shows, información o entretenimiento. Esto es algo que a pequeña escala ha sucedido en nuestra TDT, cuyos canales se han ido diseñando para captar la atención de un target concreto

3 Horarios de emisión fijos, sin retrasos

Escena de un capítulo de 'The Big Bang Theory'

El acostumbrar a tu público a unas rutinas y hábitos horarios puede ser una ventaja, ya que la incertidumbre que produce el encender la televisión y ver cómo el tiempo de tu programa o serie favorita sigue estando en manos de otro programa previo es, cuanto menos, contraproducente. ¿Alguien se imagina que la emisión de la final del Mundial de fútbol se retrasase 15 minutos por estrategias de audiencia?

Esto es algo sagrado en la parrilla de EEUU, donde sus series son el gran reclamo publicitario para muchos anunciantes. A nadie se le pasaría por la cabeza el jugar con el tiempo de una serie como 'The Big Bang Theory'. Por tanto, otra lección de la que deberíamos aprender: fidelizar al espectador.

4 No todo es Madrid y no todo son decorados o platós

Imagen de 'Wild Frank'

Si algo hemos aprendido de la televisión estadounidense es que la localización de sus series no se reduce a Nueva York o Washington, por muy conocidas que sean dichas capitales. El arriesgarse a contar una historia desde Indiana, como es el caso de 'Stranger Things', dota al producto de un nuevo esquema que plantear al espectador.

Otros programas patrios como 'Wild Frank', 'Esta casa era una ruina' o 'Malas pulgas', han emulado a sus formatos originales y no han contado necesariamente con un plató cuyo decorado cambia cada tarde para dar paso a otro programa. La propia naturaleza o localizaciones reales han servido para que el espectador aprecie esa cercanía y le dé una oportunidad al programa en cuestión.

5 Estrenos anunciados con antelación, sin contraprogramar

Imagen promocional de 'La verdad' en Telecinco

Si hay algo que caracterice a la televisión española es dejar la promoción de la fecha de estreno de un producto para el último momento. Inmersos en una guerra de audiencias que sitúa a cada uno de los canales en una posición yuxtapuesta con respecto al resto, el espectador español sufre estas estrategias.

No es extraño enterarse del estreno de una serie el mismo día, o que esa misma jornada encendamos la televisión y finalmente no se estrene. 'La verdad' es el más claro ejemplo de un producto maltratado, convertido en juguete de los caprichos televisivos de la programación. Todo lo contrario sucede en el país al que estamos hoy poniendo el foco de atención. En junio muchas cadenas estadounidenses confirman las fechas de estreno de la mayoría de sus productos para la siguiente temporada. ¡Qué envidia!

6 ¿A mayor inversión, mayor beneficio?

Imagen promocional de 'Águila roja'

La ley de la oferta da por sentadas ciertas reglas económicas que bien podrían aplicarse en este aspecto. Series como 'Águila Roja' llegaron a alcanzar el precio cercano a 800.000 euros por episodio. ¿Mucho? Lo cierto es que la ficción de TVE se ganó el derecho a contar con un mayor presupuesto después de convertirse en todo un éxitazo de audiencia. Justo lo contrario de lo que ocurrió con 'Las aventuras del capitán Alatriste'.

Otros programas como 'MasterChef Junior' han realizado un desembolso de hasta 689.000 euros, obteniendo gran éxito. Por su parte, hay que señalar que la mítica 'Friends' tenía un coste de 10 millones de euros por capítulo o que 'The Crown' es una de las más costosas con 20 millones de euros.

7 Vallas publicitarias, marquesinas, lonas... en las calles

Lona publicitaria de 'La catedral del mar' en la Gran Vía de Madrid

"Yo decido el dónde, el cuándo y con quién" ver los contenidos que se me ofrecen. Esta libertad nos lleva a no estar pendientes de las promociones que las cadenas hacen de sus productos, y por ello muchas deciden instalar lonas publicitarias en las calles principales de varias ciudades, logrando captar la atención de los ciudadanos. Al fin y al cabo podemos escapar de la publicidad en televisión, pero no de la realidad. Se trata de una fórmula americana que cada vez más utilizan las cadenas generalistas. El último caso sería Antena 3 con 'La catedral del mar', en pleno centro de Madrid.