RAPADA AL TRES

'Supervivientes 2018': María Jesús Ruiz se rapa a cambio de tres pollos y una tarta de chocolate

La concursante negoció las condiciones en directo con la organización del programa.

Por Dany Blázquez El 16 de Mayo 2018 | 00:56

'Supervivientes 2018' ha traído a su actual edición uno de los juegos más divertidos de su temporada pasada: el juego de las tentaciones. El programa le ha ofrecido a cada uno de sus concursantes diferentes propuestas a cambio de contraprestaciones de distinta gravedad. Pero, sin duda, la más impactante ha sido la protagonizada por María Jesús Ruiz, que ha aceptado raparse el pelo a cambio de tres pollos asados con patatas y una tarta de chocolate.

El resultado final del juego no fue, sin embargo, lo propuesto al principio. El programa le ofertó una "sorpresa secreta" a cambio de raparse el pelo al número tres, pero María Jesús no parecía muy convencida. Con la intención de conseguir su propósito, el reality cambió la recompensa por tres bocadillos de calamares, pero la ex modelo continuaba con dudas.

María Jesús Ruiz se rapa

Mientras reflexionaba, María Jesús verbalizó que por tres pollos asados con patatas y una tarta de chocolate se rapaba el pelo al cero. El programa accedió rápidamente a la improvisada condición que puso la concursante, aunque minutos más tarde se apiadaron de la andaluza y optaron por cortarle el pelo al tres, incumpliendo así lo pactado con la audiencia un rato antes. La encargada de llevar a cabo el corte fue Raquel Mosquera, peluquera de profesión.

Sergio rechazó cortarse el pelo

Otra de las tentaciones más llamativas fue la de Sergio Carvajal, al que le ofrecieron hablar con su chica por teléfono a cambio de cortarse el pelo. El joven rechazó la propuesta porque, tal y como explicó, vive de su imagen y podría perder contratos publicitarios con un cambio de look tan brusco.

El joven influencer, que echa mucho de menos a su novia, se derrumbó tras rechazar la tentación, así que minutos más tarde le ofrecieron una llamada telefónica de dos minutos a cambio de deshacerse del pañuelo que utiliza habitualmente en forma de diadema para sujetarse el pelo.