Las polémicas están a la orden del día en cada entrega de la nueva edición de 'Factor X'. Las audiciones ya han puesto punto y final y ha arrancado una nueva fase del talent show de Fremantle: las sillas. Si en la primera oportunidad de los concursantes ya fuimos testigos de varias situaciones tensas en plató, el inicio de las sillas no ha sido nada fácil. Y, como no podía ser de otra manera, Risto Mejide ha sido uno de los protagonistas.
Xavier en 'Factor X'
Cuando todas las chicas menores de 25 años ya habían disfrutado de su segunda oportunidad y las cinco mejores para Risto, su mentor, habían ocupado las sillas, los adultos han comenzado a saltar al escenario. Xavier Aparici, más conocido como Lobo, ha salido en el ecuador de su categoría y se ha arrancado a cantar una canción propia. "Estás copiando a Leiva", ha asegurado Risto cuando ha terminado de cantar. Xavi le ha respondido dudando si el juez ha escuchado mucho a Leiva y el presentador de 'Chester' no se ha callado.
"Eres un Leiva de AliExpress", ha asegurado Risto sin pelos en la lengua para continuar manifestando a los cuatro vientos su enfado con el chico: "Tú que sabes si he escuchado a Leiva o no, tú qué carajo sabes de mí y quién coño eres para decirme eso". Después de escuchar sus palabras, Lobo ha pedido perdón al miembro del jurado, que no ha dudado en insistir en que no le ha faltado al respeto y se ha dirigido a Leiva de manera indirecta al decir lo siguiente: "Te he dicho que copias a alguien que existe y a partir de ahí que él tome su decisión". Finalmente, Fernando Montesinos ha decidido darle una silla sin importar lo que opinen sus compañeros.
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La mecánica de las sillas
Esta fase no tiene nada que ver con la anterior. Los concursantes de cada grupo van saltando al escenario de manera individual para volver a cantar delante del jurado. Los jueces también están divididos en mesas diferentes: una para el mentor de la categoría y otra para los otros tres. Es el primero el encargado de tomar la decisión final y de llenar las cinco sillas preparadas para los artistas que volverán a cantar en la siguiente fase. Pero no solo una vez, sino tantas como quieran. Aunque las sillas estén ocupadas, el mentor puede sentar a otro participante siempre y cuando levante y mande a su casa a uno ya sentado.